Capítulo 15
CUATRO semanas más tarde, en la
cocina de la granja, Damon y Elena estaban a punto de tener su primera
discusión matrimonial.
—No —insistía Damon con firmeza— Comprendo tus sentimientos,
Elena, pero éste es nuestro primer hijo.
Por el bienestar de ambos, quiero que
estés en el hospital cuando llegue el momento.
—Pero, Damon, tu madre y tu abuela tuvieron sus hijos, todos sus
hijos, aquí en Whitegates y yo quiero que sea igual —protestó Elena, terca.
Discutían lo mismo desde la noche
anterior, cuando ella anunció sus intenciones de dar a luz en la granja.
Ya había hablado de ello y con el
apoyo entusiasta de la partera, el doctor Thomas aceptó... si no había ninguna
complicación... que el parto se efectuase allí.
—Mira, Elena, esto no es algo en lo que esté dispuesto a ceder.
Sigo pensando que el mejor sitio para recibir a nuestro hijo es un hospital,
con todos los adelantos médicos a la mano por... por si fuera necesario.
Elena no logró hacerlo cambiar de
opinión, informó a su suegra esa tarde.
—Es como luchar contra una máquina cosechadora... me siento como
si me hubiesen segado, cortado y embalado para resultar una paca muy bien
conformada —se quejó— No parece comprender que hay algo más en tener un hijo,
que el contar con todos los adelantos de la tecnología médica.
—Comprendo su punto de vista y también el tuyo, Elena —le indicó
la mujer— Mi esposo actuó de la misma forma, como ya lo sabes. Estaba terco en
que Damon naciera en Hereford.
—Pero no fue así, ¿no es cierto? —le dijo Elena con una sonrisa—
¿Cómo lo logró?
—La naturaleza lo hizo por mi... así fue.
—Bueno, espero que la naturaleza también sea generosa conmigo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario