Recuerdos
Zack POV
Hoy
comenzaba otro largo día en mi vida, estaba de vacaciones con Emer y Janick en
la ciudad donde crecí, Los Ángeles. Este lugar siempre me trae recuerdos de
cuando era pequeño, en especial a aquella chica de nueve años de la que me
enamoré.
Sí
suena raro ¿un crío de nueve años como se va a enamorar?, pues mi caso es real
yo me enamoré de Melisa mi vecina y mejor amiga de mi hermana melliza Lucy.
Melisa era una niña encantadora con unos ojos marrones preciosos y un pelo
ondulado castaño muy bonito, me gustó desde el primer día que la vi, pero era
un crío y como a todos los niños pequeños, nos gustaba llamar la atención y
pues su hermano pequeño de seis años John y yo nos metíamos con nuestras
hermanas.
Nunca
voy a olvidar el día que las empujamos vestidas de princesas a la piscina, se
mosquearon muchísimo y como castigo, nos obligaron a desfilar alrededor de la
piscina vestidos de princesas, nos mosqueamos tanto que le dijimos que nos vengaríamos
y un mes después eso hicimos de la peor manera imaginable.
“Flash Back”
Era
viernes y decidimos vengarnos de las chicas por lo que nos hicieron, así que
las espiamos tras la puerta de la habitación de Melisa y cuando se fueron yo le
eché pegamento al peine de esta y John en la crema del pelo de mi hermana echó
chicle.
Salimos
antes de que nos vieran en la habitación y esperamos los resultados, cinco
minutos después empezamos a escuchar mucho movimiento y gritos.
-Ahhh-gritaron-
-!!¡¡Mamá!!-gritaron
Lucy y Melisa-
-¿Chicos
qué habéis hecho?-nos preguntaron nuestros padres-
-Nada-dijimos
los dos, mientras veíamos bajar por las escaleras a Melisa y a Lucy-
-Nada,
te has pasado ahora me voy a tener que cortar el pelo, lo tengo lleno de chicles-dijo
Lucy-
-Yo
no he sido ha sido John-dije quitándome del medio-
-Hey
por qué lo dices, tú le has echado pegamento en el cepillo a mi hermana –dijo John-
-¿Qué?-grito
Melisa, mientras corría hacia mí llorando hizo algo que nadie se esperaba, me
dio un puñetazo en la boca muy fuerte-te odio, ojalá no existieses.
-Lo...siento-dije
tocándome donde me había golpeado
-Te
odio-contestó mi hermana Lucy mirando a John-
-Lo
siento-dijo él riéndose lo que hizo que yo también me riera-
-Zack,
John no tiene gracia-nos regañó mi madre-
-Lo
siento
-Estos
niños son el diablo-dijo el padre de mi amigo John-
Dos
días después de lo ocurrido mis padres nos dieron la noticia a Lucy y a mí de
que nos mudábamos a Coos Bay, porque había ocurrido algo con unos amigos suyos
y sus hijos, esa fue la última vez que vi a mi amigo y a mi primer amor Melisa.
“Fin Flash Back”
-!!Tierra
llamando a Zack!!
-¿Qué?
-¿Hermanito
dónde tenías la cabeza?-me preguntó Emer-
-Lo
siento me despisté.
-No
si ya-contestó mi hermano y cuñado Janick-
-James,
nos ha citado en el club nocturno Los Ángeles-dijo Emer-
-¿Qué?
ni loco entro yo ahí
-Em-dijo
Janick-
-Lo
siento tío pero si tu hermana se entera, me corta en trocitos, entra tú.
-Lo
que hay que hacer, para que nuestros padres no descubran, lo que hicimos en
nuestra escapada con las chicas-dijo Janick-
-Janick
no sé tú, pero que nuestros padres nos vean en esas fotos medio desnudos y
borrachos como una cuba comiéndole las tetas a Lucy y a Rachel, como que no
mola mucho-dijo Emer-
-Vuelvo
en un momento-dijo Janick entrando en ese club-
Media
hora después se empezaron a oír gritos dentro del club y tres disparos, nos
pusimos nerviosos e intentamos entrar pero la policía no nos dejaba entrar, cinco
minutos después vimos subir a Janick en una ambulancia acompañando a una chica
y a un forense saliendo con otra y otra ambulancia con un hombre inconsciente,
al que siguió la policía.
-Estoy
bien, pero ella no, que alguno de los dos vuelva a casa y llame a nuestros
padres. Janick estuvo tres días más en ese hospital y luego él y Emer volvieron
a Coos Bay, yo decidí quedarme un día más.
Después
de despertarme me puse mi chándal y salí a correr cerca de la playa y entonces
la vi. Ella estaba sentada en la arena mirando el amanecer con ropa de hacer
ejercicio también, era la chica más hermosa que había visto en mi vida, era
delgada, pelo ondulado castaño que le llegaba por debajo del hombro, me recordó
tanto a ella, a Melisa que me llené de tristeza.
Pasé
por su lado sin mirarla y tan solo diciendo un ¡¡hola!! Por educación entré al
agua.
Cuando
salí del agua ella ya se había marchado, tomé mi ropa y me fui corriendo a mi
departamento, me duché, desayuné y fui metiendo la ropa en la maleta, para esa
misma mañana tomar un avión hacia Oregón y luego tomar mi coche y volver con
mis padres a Coos Bay.
-Hola
¿me deja su billete por favor?
-Claro
aquí tiene.
-Asiento
21 A, aquí señor-dijo la azafata señalándome un asiento junto a la ventanilla-
El
viaje ya lo había hecho varias veces y estaba un poco cansado, así que me puse
un antifaz para poder dormir y relajarme, y empecé a pensar en Melisa.
¿Qué
sería de ella y de mi viejo amigo John? Seguro que Melisa es preciosa, estaba
pensando en eso cuando una voz hermosa me bajó a la Tierra.
Estaba
regañando a alguien diciendo que se callara, que me iba a despertar ese comentario
me hizo gracia y dije que estaba despierto, me quité el antifaz y con una
sonrisa le pregunté si era la primera vez que montaba en avión, ya que la veía
muy nerviosa, y no me confundí era la primera vez que montaba en avión,
entonces le ofrecí mi asiento para que observase las vistas por la ventanilla,
hablamos un rato más y luego disculpándome dije que iba a dormir
que
estaba cansado.
Cuando
desperté acabábamos de llegar a Coos Bay y con una sonrisa en mi cara baje del
avión. Otra vez había soñado con Melisa, ya sé que suena estúpido pero aunque
no sabía cómo era ella ahora aparecía en mis sueños, ella parecía un ángel,
pero poco a poco esa imagen fue sustituida por la chica que conocí en el avión,
ella tenía algo que hacía que me acercase a ella y me
abriese
como no lo hacía con nadie, como si la conociese de toda la vida.
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