Los días empezaron a pasar y hacía cosa de una semana, se me empezó a notar la tripa, las clases iban muy bien, estábamos a día 23 y en tres días tenía el examen de acceso a la universidad, aunque ya había decidido que si lo aprobaba, el primer año de universidad lo haría a distancia, hasta que los niños fuesen más grandes y no necesitase mucha ayuda.
Mis tíos y mis primas, me estaban ayudando mucho y este cambio de aires, me estaba ayudando poco a poco a curar mis heridas emocionales. Lo que más me gusta hacer en mis ratos libres, es salir a pasear con los hermosos perros, cerca de la playa, donde todos los días se ven orcas, ballenas y focas, muchas veces se nos acercaban y les daba algo de comer, pero los perros les ladraba y ahuyentaban a las pobres focas.
Dylan aunque lejos, me estaba apoyando mucho tanto en el embarazo, como animándome en los estudios, aunque por desgracia, en la próxima cita, tampoco podrá acompañarme, ya que la tiene saturada de trabajos en esa semana, le dije de cambiar la cita, pero se negó, asique Kate y Carmen me acompañarían esta vez.
Y al fin, el día del examen llegó, estaba muy nerviosa, es cierto que me lo sabía todo, pero los nervios me traicionaban, además, de que si aprobaba, la carrera que quería estudiar, estaba en Boston, lo que quería decir, que después del primer año estudiando a distancia, tendría que marcharme a Boston, un lugar nuevo para mí, y en el que no conocía a nadie.
Cuando llegué a la universidad esperé a que me llamasen y una vez miraron mi identificación, empezó el examen que sería entre hoy y mañana.
El primer examen fue de historia, mi favorito, después fue lengua, y por último idiomas, mañana tendría el resto entre la mañana y la tarde. A las dos cuando salí del examen, estaba psicológicamente agotada y físicamente también, asique después de comer me acosté, y más tarde empecé a hacer gimnasia para prepararme cuando llegue el parto, según me recomendó el doctor.
Después de hacer los ejercicios, volví a repasar la materia para mañana y a continuación decidí relajarme dándome un baño.
Ese día me acosté temprano, y como si solo hubieran pasado unos segundos llegó la hora de volver a la universidad para hacer el resto de exámenes, hoy tendría que quedarme todo el día en el campus, para no agotarme tanto con el viaje hasta casa de mis tíos.
Las horas pasaron como un suspiro y lo mismo que empecé nerviosa el primer examen, llegó la hora de volver a casa y esperar el resultado de los exámenes.
Cuando al día siguiente desperté, me abrigué y decidí salir a dar una vuelta con Dante y el resto de perros, ya no tenía que ir a clases hasta saber el resultado de los exámenes, que no estarían hasta la próxima semana, para ser exactos, no sabría nada hasta el día 22 de Septiembre y aún estábamos a 16…ojalá corriese más el tiempo.
Cerca del lago jugué con ellos como cada día, lanzándoles un palo, el cual luego traían. A nuestro alrededor las montañas ya empezaban a estar cubiertas por la nieve, no quería imaginar cómo estarían para navidad, pensé con un escalofrío.
A las nueve volvimos a casa y como cada día cenamos entre anécdotas y algún que otro chiste de tío Chaise.
Los días pasaron tranquilos, las temperaturas bajaron de forma considerable y era poco tiempo el que podía estar en la calle con los perros, por el frío que tenía, hoy ya había recibido la carta de la universidad con los resultados de los exámenes, pero tenía miedo de leer su contenido y aún descansaban en el bolsillo interior de mi abrigo. Me asomé por el balcón de mi habitación y otro día más vi el crepúsculo, según tenía entendido en un par de semanas el cielo estaría cubierto por la aurora boreal, un espectáculo digno de ver que duraría casi seis meses, coincidiendo con el nacimiento de mis bebés.
La puerta principal se abrió y escuché como mis primas se reían de algo, así que decidí bajar.
-Hola chicas, ¿de qué os reís?-pregunté con una sonrisa-
-De unos chicos…empezaron a seguirnos a las dos, no miraron por donde iban y cayeron en uno de los estanques donde pescan….-dijo Kate riéndose-
-Y tú Ellen, ¿ya has recibido la respuesta de los exámenes? Estamos a día 22 ya.
-Sí-contesté nerviosa-
-¿Y, has aprobado?-preguntaron-
-No lo sé, me da miedo ver los resultados-contesté-
-No me lo puedo creer dame, yo las miro y con lo que sea te digo-dijo Carmen quitándome el sobre de la mano-
Los dos juntas abrieron el sobre y segundos después estaban sobre mí riendo y abrazándome.
-Has aprobado, has aprobado-gritaron abrazándose-
-¿De verdad?-pregunté incrédula-
-Síiii-dijeron a la vez-ya puedes entrar a la universidad, pero antes tienes que ir a hablar con el director y los profesores para darles la buena noticia.
-Lo haré-dije feliz abrazándolas-
Era temprano aún, asique decidí llamar a mi hermano para darle la buena noticia.
-¿Diga?-contestó la voz cansada de mi hermano-
-Hola hermanito, ¿molesto?-pregunté-
-Ellen, no, no molestas pequeña, ¿ocurre algo, estás bien?-preguntó preocupado-
-Tranquilo, no pasa nada malo, te llamaba para ver si estabas bien y para decirte que he aprobado las pruebas de selectividad y que cuando quiera puedo empezar la universidad-dije feliz-
-¿De verdad?-dijo entusiasmado-
-Sí, puedo empezar este año si quiero, pero con el tema del embarazo…creo que no voy a empezar hasta el año que viene-dije, tocando mi barriguita-
-Sabes, podrías coger alguna asignatura ahora y así para el curso que viene que los bebés ya habrán nacido, tienes más tiempo para pasar con ellos-me aconsejó-
-Dylan, la carrera que quiero hacer está en Boston…miraré por si se puede hacer a distancia, si se puede, haré el primer año a distancia, así cuando pase a segundo, ya puedo ir a clases, porque los bebés ya tendrían casi dos años.
-Me parece muy bien, ya que necesitarás ayuda el primer año al menos, con las dos niñas.
-Dylan aún no se saben si son niñas-me quejé-
-Pero seguro cuando vaya contigo a la próxima ecografía si se ven, y entonces verás que tengo razón.
-Lo que tú digas, bueno te dejo, es tarde y estoy cansada, adiós
-Adiós peque-dijo colgando-
Cuando esa noche me fui a dormir, los recuerdos de aquel fatídico día asaltaron mi mente haciendo que otra vez se metiesen en mis sueños, en forma de terribles pesadillas.
Eran las tres de la mañana, cuando me desperté gritando.
-Ellen, cariño, ¿estás bien?-me preguntó Paige-
-Sí, solo fue un mal sueño-contesté con la voz pastosa-
-¿Qué soñaste?-me preguntó abrazándome-
-Soñé, que estaba en mitad de una carretera en Phoenix, una luz me cegó y entonces vi el coche de mis padres chocar contra un camión que iba en la otra dirección, corrí hacia ellos, pero por mucho que lo hacía, nunca los alcanzaba. Después de eso, despierto en el hospital de San Francisco y me dan la noticia de que han muerto.-contesté llorando-
-Tranquila, Ellen, tranquila-dijo sobándome la espalda-todo está bien, ellos seguramente están contigo y con Dylan protegiéndoos, sobre todo a ti, que llevas a sus nietos en tu vientre, y es por ellos sobre todo Ellen, que debes luchar. Anda, duérmete un poco es muy temprano todavía y mañana tienes que averiguar lo de tus clases a distancia en la universidad.
-Tienes razón, gracias Tía Paige-dije besando su mejilla-
-De nada hermosa, descansa.
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