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BIENVENIDOS A TOD@S A ESTE BLOG, ESPERO QUE DISFRUTÉIS LEYENDO LAS ADAPTACIONES DE CRÓNICAS VAMPÍRICAS.

COMO SABÉIS LOS PERSONAJES NO ME PERTENECEN Y LAS HISTORIAS QUE ADAPTARÉ TENDRÁN EL NOMBRE DE LA AUTORA AL FINAL DE CADA HISTORIA


GRACIAS

17 diciembre 2012

Doble Traición Capitulo 31



Ellen POV


Dos días después de enterarme sobre mi viaje a Egipto, decidí reunirme con mi hermano Dylan para contarle la noticia. Matt me había hecho el favor de quedarse con los niños, por lo que solo estaríamos Dylan y yo.

Cuando nos encontramos en la cafetería de Central Park nos sentamos y nerviosa le conté lo que me dijo mi profesor de arqueología. Para mi sorpresa Dylan lo aceptó y solo me pidió perdón por no estar el día que nos fuésemos, ya que odiaba las despedidas.

Yo lo acepté y con todo resuelto, pasó el tiempo, el día de nuestra marcha a Egipto sería en unas horas…Matt ya estaba con nosotros en el aeropuerto, Phoebe también nos acompañaba, ya que quería despedirse de nosotros en persona. Dylan se marchó a San Francisco para visitar a nuestros padres y también a los Canterville, que habían aceptado mi marcha con tristeza, por tener que pasar cerca de cinco años separados.

Les pedí a todos que nos visitasen para las fiestas y todos aceptaron encantados, asique solo estaríamos separados unos meses…


-Ellen tener cuidado ¿vale?-me dijo Matt-


-No te preocupes, estaremos bien, quien me preocupa eres tú-dije-


-Yo estaré bien si vosotros lo estáis-dijo riendo-


-Vale, te echaré de menos, no tardes en visitarnos-lo abracé-


Después de Matt, Phoebe se acercó a nosotros para despedirse.


-Ellen, espero que todo os valla bien, os vamos a extrañar muchísimo-dijo Phoebe abrazándome-


-Y yo a vosotros, Phoebe ¿puede pedirte un favor?-pregunté-


-Claro


-Cuida de mi hermano, ya sé que se hace el fuerte pero es como un niño pequeño, no nos hemos separado el uno del otro desde lo de mis padres y temo que haga alguna tontería-dije-


-Ellen, ¿cuándo no hace tonterías tu hermano?, no te preocupes, cuidaré de él-dijo en broma-


-Gracias por ser así, Dylan ha sufrido mucho estos años y me alegro que te encontrase  a ti, ahora lo veo feliz.


-Gracias, tú también mereces ser feliz, buen viaje-dijo abrazándonos-


-Adiós chicos-dije tomando de las manos a Drew y a Alex-


El vuelo lo pasamos realmente tranquilo, aunque al ser un viaje tan largo Drew y Alex no paraban de moverse, algo normal en niños de cinco años que nunca habían hecho un viaje tan largo en avión.

Después de 16 horas de viaje llegamos a Abu Simbel, Drew y Alex estaban agotados de tantos vuelos, pero seguro les encantaría este lugar, una vez cogidas las maletas fuimos a la salida del aeropuerto, donde nos esperaba según dijo Alistair, Benjamin, mi compañero de trabajo.


Nada más salir, un chico joven de ojos verdes y piel tostada, se acercó a nosotros y se presentó como mi compañero, montamos en su coche y de allí, nos llevó a la que sería nuestra casa durante los próximos cinco años.

Nada más terminar de ver nuestra casa, los chicos salieron a la terraza a jugar, mientras yo colocaba nuestras cosas en su sitio.


La casa tenía solo una planta, pero era lo suficientemente amplia para cuando todos viniesen de visita, además teníamos piscina con vistas al río y a algunos restos arqueológicos, que estaba deseando ver. La casa además de piscina, tenía 2 dormitorios, 3 cuartos de baño, 4 cuartos sin amueblar, comedor, cocina americana, salón, 3WC independientes y mucho más espacio libre. La casa no tenía lujos como solíamos tener en casa, pero al menos teníamos un lugar donde vivir.


-Mamá, ¿dónde vamos a dormir nosotros?-preguntó Alex-


-Pues la verdad es que tenemos que comprar vuestra habitación y la mía, ya que las camas de aquí no están muy bien-contesté-


Llamé a Benjamin y en una hora fue a recogernos, para ir a comprar camas nuevas, y comida. Después de tener las camas, juntos fuimos a los grandes bazares que habitaban las calles, lugares dónde los ladrones de tumbas solían vender reliquias de la arqueología de Egipto.


Cuando terminamos de comprar, volvimos a casa y ahora sí descansamos por el resto del día, después de comer algo llamé a Dylan, Matt y a los demás para contarles como había sido el viaje y como era nuestra casa. Mi hermano dijo que estaba deseando que llegasen las fiestas para venir a conocer esto, y ante eso no pude evitar reír, me dijo que había visitado a nuestros padres y supongo que por eso lo notaba raro al teléfono.


-Dylan, ¿estás bien?-pregunté-


-Sí, tranquila, solo que es la primera vez que pasaré la noche solo en casa de nuestros padres, desde que murieron-contestó-


-Seguro ¿qué es eso?


-Sí tranquila, y bueno creo que mejor te dejo, quiero que descanses, el día a tenido que ser muy largo para vosotros.


-Sí lo ha sido, no te preocupes por los niños llevan un rato durmiendo, cuídate Dylan y si ocurre algo no dudes en avisarme, adiós.


-Adiós.


Cuando al fin conseguí dormirme, eran cerca de las tres de la mañana, menos mal que no empezaba a trabajar hasta la próxima semana, sino estaría agotada. Mañana según me dijo Benjamin iríamos a hacer turismo por los restos arqueológicos de aquí, y ya pasado mañana visitaríamos el Nilo, Keops, Kefrén y Micerino y por la tarde visitaríamos el Valle de los Reyes y la que iba a ser la escuela de Drew y Alex.

Menos mal que de aquí a Luxor, que es donde trabajaría, solo había una distancia de dos horas en coche y el colegio desde mi trabajo, estaba a media hora de distancia.


A las diez llegó Benjamin a por nosotros, para empezar nuestra visita turística, empezando por el obelisco inacabado de Asuán, seguido por su presa, el museo de Nubia, los jardines de la Fira. Después de parar a comer cruzamos a la otra orilla y visitamos el Mausoleo de Aga Khan y la tumba de la Princesa, después visitamos la Isla Elefantina dónde vimos el museo de Asuán y el Templo de Knum.


Después de ese largo día echando fotos y viendo monumentos, volvimos a casa.


Y al fin el gran día llegó, hoy empezaba a trabajar en el Valle de los Reyes y Drew y Alex, empezaban la escuela, asique Benjamin nos recogió temprano y salimos  hacia Luxor.

Una vez los niños en la escuela, nos fuimos al trabajo, nada más llegar, vimos como las pequeñas carpas ocupaban gran parte de una zona, para poder proteger las piezas y a nosotros del fuerte Astro Rey.

Al hacer tanto calor aquí, todos íbamos con camisetas de manga corta o de tirantes, pantalones largos o piratas ligeros, botas y sombreros. El agua embotellada no podía faltar y después de organizar todo lo que necesitaríamos, empezamos con nuestro trabajo, por eso ahora tanto Benjamin como yo, nos dirigíamos dentro de las tumbas más importantes de Egipto para hacer fotos y tomar muestras de las pinturas de las tumbas…las cuales se estaban empezando a estropear, debido al cambio de aire a cuando estaban selladas.

Mi trabajo consistía en fotografiar todo y después apuntar en mi libreta los jeroglíficos que estaban más dañados para después intentar restaurarlos o traducirlos, que era el trabajo de Benjamín.

Según me contó Benjamin a la hora de la comida, no quedaban muchas trampas en esas tumbas debido a los saqueadores que las habían activado, hacía muchos años. Pero también dijo que tenía que tener cuidado con serpientes y escorpiones que muchas veces entraban en ellas. Después de comer volvimos al trabajo, dónde esta vez tuve que limpiar con brocha y otros materiales, restos de vasijas y otras cerámicas que habían en uno de los pasillos menos transitados de las tumbas, pasillos que estudiaríamos en los próximos meses.


A las cinco de la tarde terminamos nuestro trabajo en el Valle y nos dirigimos a la universidad, a estudiar nuestro trabajo, a las siete concluimos y al fin pude ir a recoger a mis hijos de la escuela. Seguramente todas estas horas separados, sería lo que peor llevaría, una vez que Drew y Alex, ya estaban en sus asientos partimos hacia nuestra acogedora casa.


Nada más llegar preparé la merienda a los chicos y de allí me fui a la ducha, ya limpia de arena y sudor, me senté con mis hijos y les pregunté por su primer día de clase.


-¿Qué tal en la escuela chicos?-dije comiendo un helado-


-Aburrido, hablan raro y no nos enteramos de lo que dicen-contestaron los dos-


-Lo sé, yo tampoco entiendo lo que me dicen, pero tenemos que aprender, vamos a estar aquí cinco años-dije abrazándolos-


-Pero mamá, ¿y si se nos olvida hablar en nuestro idioma?-preguntó Drew-


-No se os olvidará, porque cuando lleguemos aquí hablaremos inglés en cada momento, además los abuelos y los tíos, seguro llaman seguido para ver, cómo nos van las cosas aquí.

 Pronto llegó Abril, Drew y Alex ya entendían más las clases en Árabe y como les prometí hacía un mes, cuando llegábamos a casa, no dejábamos de hablar en inglés. Yo al igual que ellos también aprendí muchas cosas en este idioma y descubrí que este trabajo me gustaba más de lo que nunca pensé, estaba deseando que llegase verano, para enseñarle todo esto al resto de familia en especial a Justin que le fascinaba este mundo. Lo malo de mi trabajo, eran las interminables horas al sol durante todo el día y el poco tiempo que disfrutaba de mis hijos, problema que intentaba  solucionar los fines de semana, pasando tiempo los tres junto con Benjamin, el cual, se había convertido en un gran amigo, además de compañero.

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