Ellen POV
23 de Diciembre, hoy al fin vería a Dylan, después
de tres meses sin vernos, era lo único que pasaba por mi cabeza, el cómo
estaría él de verdad, también quería darle la noticia de que iba a ser tío de
dos hermosos niños.
Sí, al fin hace unos días se dejaron ver y el médico
dijo que serían dos hermosos niños. Por eso tenía tantas ganas de ver a Dylan,
quería enseñarle su sorpresa, que era nada más y nada menos que ver de primera
plana a sus sobrinos, ya que convencí al doctor de que nos dejase un ecógrafo
portátil, aunque la sorpresa no sería solo para él, sino también para el resto,
ya que en la última ecografía fui sola y dije que los bebés no se dejaban ver,
asique seguro se emocionarán tanto como yo, cuando lo supe.
Cada día era más increíble que el otro, a mis veintidós
semanas ya notaba los movimientos de mis bebés y ver el amanecer con la aurora
boreal, era algo que nos gustaba y tranquilizaba a los tres. Los estudios los
llevaba muy bien y estaba segura, de que al menos, aprobaría dos de las tres
asignaturas, asique se podría decir que
voy bastante bien. Paige y Chaise, junto a Kate y Carmen, desde el primer día
han sido mi gran apoyo, sobre todo Paige, que aún cuando tengo pesadillas, me
acompaña en la tranquila habitación. La
habitación de los niños ya está terminada es otro lugar donde paso mucho tiempo,
imaginando como serán.
Por otro lado me sentía nerviosa, había decidido que
les iba a contar a Justin y a Esme que estaba embarazada, lo que no sabía aún
con seguridad es cuándo lo haría. Sé que cuando ellos lo sepan, le contarán a
su hijo y no creo estar preparada todavía para eso.
Yo seguía divagando sobre los pros y contras de
contarles a los Canterville, cuando unos enormes brazos, me levantaron en el
aire.
-Hola hermanita-dijo mi hermano riéndose-
-Em…mett, bá..ja..me…no puedo respirar-dije-
-Lo siento, estás bien-dijo acariciándome la
espalda, algo preocupado-
-Sí estoy bien-dije abrazándolo-Dylan….estás….estás..
-Sí peque-dijo riéndose-
-Estás más delgado, y se nota que te has matado en
el gimnasio, estás más musculoso.
-Claro, tengo que proteger a mis tres señoritas-dijo
tocando, mi abultado vientre-
Yo solo sonreí
-Estás hermosa, Ellen.
-Tú también estás muy guapo, pero tienes que comer
más, esparrago-dije sacándole la lengua-
-Vale, mama osa-dijo revolviéndome el pelo-
-Dylan-dije cruzándome de brazos-
-Te quiero-dije besando su mejilla-
-Estás tan hormonal-dijo burlándose de mí-
-Pues más vale que no me enfades-dije riéndome-
-Entendido
-Ven quiero enseñarte algo-dije tomándolo de la
mano-
-Vale, espera y cojo el equipaje primero.
Esperé a que cogiese la maleta y así subimos a la
planta de arriba.
-¿Qué quieres enseñarme?-preguntó, cuando llegamos
al piso de arriba y paré delante de la puerta de los bebés-
-Solo quiero que veas esta habitación-dije abriendo
la puerta-
-Oh Dios mío…me gusta, aunque los colores son algo
neutros-dijo pensativo-
-Lo sé, quería darte una sorpresa igual que a los
demás, ven vamos a bajo-dije cogiendo su mano-
-Espera, voy a dejar esto en la habitación-dijo
entrando en mi habitación, dónde días atrás, habíamos puesto otra cama para él-
Cuando ya había terminado de hacer las cosas,
volvimos al salón donde ya nos esperaba dentro de una caja, el ecógrafo
portátil.
-Venid todos-dije sentándome en el sillón con la
caja en mis piernas-
-¿Qué es eso?-preguntaron todos-
-En la última ecografía ninguno pudo acompañarme,
asique le pedí al doctor que me dejase el ecógrafo, para que vieseis todos a
los bebés, me costó convencerlo, pero gracias a mis hormonas, lo conseguí, me
enseñó a manejarlo y hoy que ya estamos todos juntos, veremos el sexo de mis
bebés-dije ahora encendiendo el ecógrafo a la luz-
-No me lo puedo creer, voy a ver a mis sobrinas-dijo
mi hermano poniéndose a mi lado-
Cuando estaba todo listo, me tumbé en el sofá, eché
el gel en mi vientre y con cuidado empecé a pasar el pequeño ecógrafo por mi
tripa. Pronto el latido de los corazones de mis pequeños, inundaron el salón,
yo ya estaba llorando por la emoción, al igual que Dylan.
Cuando vi las piernas de uno de los bebés, presioné
en mi vientre para que las moviera y así poder ver su sexo y como acto reflejo,
mi pequeño así lo hizo.
-Oh, es un niño-dijeron a coro los cinco-
Yo solo sonreí y fui a por mí otro bebé, cuando vi
sus piernecitas, volví a presionar y al igual que su hermano, enseñó sus
vergüenzas.
-Dos niños-susurró mi hermano-
-¿Decepcionado?-pregunté mirando en su dirección-
-Bromeas….es fantástico, ya que me ayudarán a alejar
a todos los tipos que se acerquen a ti y
además, los enseñaré a jugar fútbol-dijo feliz-la próxima vez estoy seguro será
una linda niña como tú.
-No creo que haya próxima vez-susurré para mí-
-¿Has dicho algo?-preguntó mi hermano, moviendo el
ecógrafo entusiasmado por mi vientre-
-Nada, solo que estos peques y yo, tenemos
hambre-dije sonrojándome-
-Pues vamos a comer-dijo apagando el ecógrafo,
limpiando mi tripa y después besando esta-
-Gracias-dije con lágrimas en los ojos-sabes…serás
la persona más importante para ellos y lo más parecido a un padre que tendrán.
-Y será siempre así, hasta que tú me eches a patadas
de tu vida, no llores peque, no me gusta verte triste.
Después de nuestra pequeña charla, nos fuimos a
comer, Dylan contó todo sobre su día a día en la universidad y nos dio la
noticia, de que si todo salía bien, el segundo cuatrimestre estaría en la
universidad de aquí, lo que quería decir, que mis pequeños tendrían a su tío
aquí desde antes de venir al mundo.
Pronto llegó fin de año y con él, el momento al que
más temía, la llamada a Esme y Justin.
Tomé aire, y aprovechando de que todos estaban
fuera, marqué el número que tantas veces había marcado, tiempo atrás.
A los tres pitidos, descolgaron el teléfono, los
nervios me hicieron un nudo en la garganta y apenas pude contestar.
-Casa de los Canterville, ¿Quién llama?-dijo la voz
de él, lo que me hizo tragar saliva-
Al fondo escuché como alguien le pedía el teléfono.
-¿Quién es, Peter?-preguntó Esme-
-No lo sé no contesta
-Déjame ver
Se escuchó como el teléfono cambiaba de manos y
después la voz de Esme.
-¿Diga?-preguntó-
Yo suspiré.
-¿Hay alguien ahí?-preguntó Esme-
-Ho…hola Esme-dije en apenas un susurro-
-Ellen…. ¿eres tú?-preguntó emocionada-
-Sí, soy yo
-Cielo, me alegra tanto escucharte, ¿cómo estáis?
-Bien, Esme…yo…llamaba para felicitaros las fiestas
y para deciros que estamos bien-dije acariciando mi vientre-
-Me alegra que te acuerdes de nosotros cariño, aquí,
todos os echamos mucho de menos, espero que a partir de ahora te pongas en contacto
con nosotros más a menudo-me dijo-
-Lo intentaré, Esme…tengo algo que contaros a ti y a
Justin, pero…no creo que por teléfono sea la mejor forma-dije nerviosa-
-¿Ocurre algo malo, cielo?-preguntó algo preocupada-
-No, todo está bien…solo, me gustaría saber, si
podríamos quedar un día los tres, después de las fiestas.
-Claro, no hay problema solo dame la dirección y Justin
y yo iremos encantados.
-No, esto…Dylan se pondrá en contacto con vosotros
para deciros donde nos vemos, por favor no le digáis nada a….
-No te preocupes, iremos Justin y yo solos, ¿de
verdad todo está bien?
-Sí, todo está bien-contesté, cuando escuché la
puerta principal abrirse-Esme tengo que dejarte, nos vemos.
-Adiós hija y felices fiestas para vosotros
también-contestó Esme antes de colgar-
Mi hermano vio como colgaba el teléfono y se
preocupó.
-¿Ha pasado algo malo?-dijo tomando mis manos-
-No, solo he hecho lo que tanto temía, he hablado
con Esme, le he dicho que quería hablar con ella y Justin, han aceptado, asique
solo esperarán a recibir noticias tuyas, para saber dónde y cuándo encontrarnos.
Siento haberte metido en esto-dije apenada-
-Ellen…en tu estado no puedes viajar a Foster City,
¿quieres que vengan aquí? Y si le dicen dónde estás, a él.
-No vendrán a Juneau, podemos quedar en Petersburg,
el viaje no es tan largo y así si le dicen a él, no dará conmigo-contesté-
-Ya veremos lo que hacemos…son seis horas de viaje
entre el coche y el ferri.
-Ya lo sé, pero podría descansar en el bar del
centro comercial-contesté-
-Está bien, les mandaré una carta, con todo lo que
tienen que hacer, pero no la mandaré hasta mañana, para que así pidan los días
en el trabajo si es necesario.
-Gracias hermanito.
No hay comentarios:
Publicar un comentario