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BIENVENIDOS A TOD@S A ESTE BLOG, ESPERO QUE DISFRUTÉIS LEYENDO LAS ADAPTACIONES DE CRÓNICAS VAMPÍRICAS.

COMO SABÉIS LOS PERSONAJES NO ME PERTENECEN Y LAS HISTORIAS QUE ADAPTARÉ TENDRÁN EL NOMBRE DE LA AUTORA AL FINAL DE CADA HISTORIA


GRACIAS

22 octubre 2012

Doble Traición Capitulo 17


Peter POV
Mi nombre es Peter/imbécil Canterville, llevaba saliendo dos meses con la hermosa Ellen Sweeney, mi Ellen, pero como dije, soy un imbécil y la cagué de la peor forma posible. Me acosté con su mejor amiga y novia de mi mejor amigo, asique ahora tenía que patearme por perder a dos personas importantes en mi vida. Si hubiese dejado mi entrepierna metida en el pantalón, no tendría que estar ahora así, sufriendo en mi habitación por la chica a la que había perdido y no quería saber nada de mí.



Aún recuerdo como empezó todo hace unos años, cuando yo tenía 13, Alia siempre ha sido una chica muy guapa, y vamos yo era un preadolescente y me encantaba verla, sobre todo después de haber visto junto a Dylan unas películas de mayores en un ciber. Ese día fue mi perdición, cuando vi a esa chica cabalgando a un tío mientras apretaba sus pechos y demás, me empalmé, pensando en Alia tuve mi primera eyaculación y después le siguieron muchas más. A los 15 la espiaba para verla desnuda en los vestuarios junto con Dylan, a los 17 quería que mi sueño se hiciese realidad acostándome con ella, pero todo se fue a la mierda cuando Dylan empezó a salir con ella.

Intenté de todas las formas posibles no pensar en ella de esa forma, pero ya no podía, estaba frustrado porque al final no conseguí lo que quería y luego vi mi escape, cuando Ellen empezó a mostrar sus atributos, en un principio solo quería acercarme a ella y llevarla a la cama para ver si así se me pasaba la frustración, pero todo se jodió cuando empezamos a conocernos y me di cuenta que éramos muy parecidos, tanto que me empezó a gustar pasar tiempo con ella, en verano ya estaba loco por Ellen, aunque no había logrado sacar de mi cabeza el sexo con Alia, asique para sacarla de mi cabeza y cambiarlas por la persona que quería, empecé a salir con Ellen, cada día con ella fue increíble, pero las noches eran mi perdición ya que siempre soñaba con Alia y yo teniendo sexo duro en cualquier lugar de mi casa.

Cuando Ellen y yo llevábamos un mes juntos Alia organizó una pre-fiesta de cumpleaños para Ellen, no tenía ojos nada más que para mi chica, pero al ver a Alia con un mini-vestido y a Dylan restregándose en la pista, me empalmé y para olvidar esas imágenes empecé a beber, tiempo después terminé en mi habitación acompañado por Ellen, que me pedía que descansase la borrachera, la vi tan hermosa que empecé a besarla en la ducha y terminamos acostándonos, recé porque ella no me hubiese escuchado, ya que cuando llegamos al culmen grité el nombre de Alia, al ver que no dijo nada, la abracé y juntos nos fuimos al mundo de los sueños.

Cuando desperté al día siguiente, la cabeza me dolía horrores y me sentí mal por haber gritado el nombre de Alia cuando me acosté con Ellen, y me sentí peor aún cuando tarde, me di cuenta que Ellen perdió la virginidad conmigo, asique cuando la vi cubriéndose el cuerpo mirando fuera de la habitación, no pude evitar tomarla de la cintura y hacerle el amor como se lo tenía que haber hecho anoche, dándole placer y pensando en ella.

El tiempo siguió pasando y mi relación con Ellen iba a las mil maravillas ya no pensaba tanto en el sexo con Alia, pero los sueños aún me traicionaban, asique cansado de esto y queriendo estar con Ellen en todos los sentidos, decidí pedirle a Alia un favor.

-Alia, después de que Dylan nos deje en tu casa, quiero pedirte un favor-dije nervioso-

-Claro Peter, nos vemos luego-dijo entrando a clase-

Las horas se me hicieron eternas, Ellen me había preguntado si pasaba algo, pero negué con la cabeza. Cuando al fin terminaron las clases estaba que me subía por las paredes, asique mandé todo al diablo y me acerqué a Alia.

-Alia, ya no aguanto más, necesito hablar contigo-dije a su lado-

-Está bien, hoy Dylan no puede llevarme a casa, porque tiene que ir con Ellen a Foster City, asique por el camino hablamos o ¿prefieres ir a tu casa?-me preguntó-

-En mi casa es mejor, ya que luego hemos quedado los cuatro-dije abriendo el coche-

Nos despedimos de nuestras parejas y subimos a mi coche, cuando aparqué en mi casa, di gracias por solo estar nosotros dos, así podría terminar con mi problema hoy mismo. Cuando entré en casa miré la cocina y el sofá del sillón, decidí que sería mejor en el salón y allí nos dirigimos.

-Peter, estás raro, ¿qué mosca te ha picado?-preguntó cruzándose de brazos-

-Alia, necesito tu ayuda, ya no puedo más con esto y de verdad amo a Ellen-dije revolviendo mi pelo-

-Suéltalo, ¿de qué se trata?

-Alia desde que era un crío me has puesto cachondo y siempre tengo fantasías contigo, amo a Ellen, pero cuando estoy con ella íntimamente tu imagen me pasa por la cabeza y no soporto hacerle eso a ella, de verdad la quiero, antes de salir con ella quería acostarme contigo, pero empezaste a salir con Dylan y todo se fue al traste, por favor estoy seguro de que si sacio ese deseo contigo, estaré perfectamente con Ellen y tu imagen desaparecerá de mi mente.

Por favor tengamos sexo aquí y ahora, es la mejor oportunidad, estamos solos y ellos no lo sabrán nunca.

-Peter me alaga lo que dices, pero ¿estás loco? Estoy con tu mejor amigo y tú con Ellen, asique olvídate de esa locura-dijo levantándose-

-Por favor Alia, yo amo a Ellen, pero creo que esta es la única solución de que tu imagen desnuda teniendo sexo duro conmigo, se valla de mi cabeza para siempre.

-No sé Peter, nos pueden pillar-dijo mordiéndose el labio-

-Alia, sé que tú también tienes curiosidad, hagámoslo y luego lo olvidamos por favor-dije agarrando sus manos-

-Maldita sea-dijo dando un pisotón-está bien ¿dónde?

Suspiré porque al fin la había convencido.

-Lo mejor será dejarnos llevar-dije-

-¿Aquí?-preguntó incrédula-

-Podemos empezar los juegos preliminares aquí y terminar en la habitación-dije algo ronco-

-Está bien, terminemos cuanto antes-dijo lanzándose a mis labios, a la vez que empezaba a abrir mi camisa-

Nuestras ropas poco a poco fueron desapareciendo, cuando solo nos quedaba la ropa interior, la tomé en brazos y subí a mi habitación, me adentré en mi cuarto de baño y allí en la ducha lo hicimos, cuando terminamos, me quité el preservativo, nos lavamos y empezamos a vestirnos.

Bajamos al salón por el resto de ropa y cuando estábamos terminando de abrocharnos Alia la camisa y yo los pantalones, la puerta se abrió, dejando delante nuestra a Ellen y Dylan.

En un principio sus caras fueron de sorpresa, pero después la decepción y el odio cubrió los ojos del que fue mi mejor amigo, Ellen estaba pálida y las lágrimas cubrían su hermoso rostro, de pronto se desplomó, llegué a tiempo de que chocase con el suelo y la sostuve.

-No la toques-gruñó Dylan-

-Dylan…-susurró Alia con lágrimas en los ojos-

-Sois una basura-dijo saliendo con Ellen dirección a su coche-

Yo seguía estático, todo se había ido por el retrete.

-Alia…lo siento-dije abrazándola-

-Me odia-dijo llorando-

-A mí también-dije empezando a llorar-siento haberte metido en este lío, porque después de todo, no sentí nada, no podía dejar de pensar en Ellen, mientras lo hacíamos.

-Todo esto es tu culpa-dijo golpeándome-

-Lo sé, te juro que lo sé, pero Alia tú no tienes la culpa la tengo yo, hablaré con él y le explicaré todo.

-Te matará y también tengo culpa, porque accedí a tu petición. Lo que más me duele de esto es que hemos dañado a dos de las personas más buenas que conozco.

-Lo sé y aunque sea lo último que haga, haré que me escuchen.

-¿Vamos al hospital?-le pregunté-

-Claro, pero primero quiero ir a casa a cambiarme de ropa-contestó-

Me cambié de ropa, la otra la tiré a la basura y salimos dirección a casa de Alia, minutos después salió de su casa y se montó en mi coche.

Cuando llegamos al hospital, preguntamos por Ellen, cuando íbamos a buscar la habitación, vimos a Dylan echado en la puerta mientras hablaba con un doctor.

-Sí, solo hay que esperar los análisis para ver cómo está.-le dijo el doctor a Dylan.

-Dylan-dijo Alia-

-¿Qué hacéis aquí?-contestó cabreado-

-Queremos saber cómo está Ellen-dije-

-No es vuestro problema, largaros de aquí.

-Dylan, osito, lo siento yo no, solo…

-No me interesa Alia, nos habéis engañado, traicionado y a los dos.

-Dylan por favor, déjame explicarte-dije con voz contenida-

-No, largaros de aquí, ya nos habéis hecho demasiado daño a Ellen y a mí. Dejadnos en paz, no quiero veros aquí, y tampoco os acerquéis a mi hermana.

-Dylan….

-Largo-casi gritó, aquel que quería como a un hermano-

Tomé a Alia de los brazos y la hice que se levantase del suelo, salimos  a la fría noche y nos sentamos en un pequeño parque.

-Mañana lo intentaremos otra vez-dije en susurros-

-Nos odian, no nos van a escuchar-contestó abrazándome-

-Alia nos conocen, seguro que cuando estén más tranquilos nos escucharán y si para que nos perdonen, tenemos que ponernos de rodillas y suplicarles, lo haremos. Amo a Ellen y no la voy a dejar escapar.

A la mañana siguiente mi madre me despertó temprano.

-Peter hijo voy a casa de Ellen y Dylan-dijo con ojos tristes-

-¿Ocurrió algo?-dije levantándome rápido de la cama-

-No lo sé, Dylan me pidió que fuera a su casa, por lo visto Ellen está enferma.

Yo solo asentí.

-¿Puedo acompañarte?

-Dylan, me dijo que prefería que fuese yo sola hijo, cuando sepa que ocurrió, te mando un mensaje y vas a su casa.

-Claro-contesté cerrando los ojos, aguantando las lágrimas-

-No sé qué pasó ayer con vosotros hijo, pero todo tiene solución excepto la muerte, ¿vale?, asique descansa un rato, no has parado de llorar en toda la noche.

Iba a decirle que estaba bien, pero me interrumpió.

-No te voy a pedir que me cuentes nada ahora, solo quiero que sepas, que estoy aquí para ti siempre. Cuando estés preparado, sé que me contarás lo ocurrido-dijo besando mi frente-descansa.

Cuando escuché la puerta de la casa cerrarse y el coche irse, de nuevo las lágrimas salieron de mis ojos, tiempo después me quedé dormido. Cuando desperté ya era algo tarde, y mi madre me había mandado un mensaje para que fuese a recogerla, asique me vestí y salí rumbo a mi coche, pero al abrir la puerta me encontré con Alia a punto de llamar, con cara larga y ojeras ocultas por las gafas y el maquillaje.

-Alia…voy a por mi madre a casa de Ellen, ¿vienes?

Ella solo asintió y se sentó conmigo en el coche, el viaje hasta la casa de Ellen fue en absoluto silencio, cuando llegamos, paré el coche cerca de la entrada y esperé a que mi madre saliera.

Mientras esperaba, miré a las ventanas por si veía a Ellen, y entonces la vi en el salón, aún en la distancia podía imaginar el dolor en sus ojos y la tristeza en su rostro, se levantó del sillón y cerró la ventana, nos había visto.

Segundos después la puerta se abrió y por ella salió mi madre seguida de cerca por Dylan, se veía realmente mal y eso me hizo sentirme peor, cuando nos vio giró la cabeza, y besando y abrazando a mi madre, volvió a entrar en su casa, cerrando también las cortinas de la cocina. Aún seguía parado  mirando a la ventana, cuando mi madre tocó mi rostro.

-Vámonos hijo, quieren estar solos-dijo con voz apagada-

-¿Cómo está?-susurró Alia-

-Tiene anemia y la noticia que le dieron anoche la tiene mal.

-¿Qué noticia?

-Scarlet y Bruce murieron ayer en Phoenix.

Alia empezó a llorar, seguro por lo mismo que yo, no solo nos habían pillado ayer medio a vestir, sino que sus padres murieron cuando seguramente volvían para San Francisco….

De forma automática dejé a Alia en su casa y después continué hasta la mía, cuando entré a casa miré con desdén hacia el salón y de forma veloz entré a mi habitación.

Al día siguiente fue el entierro, cuando desperté leí la nota de mi madre, diciendo que iba al cementerio con Dylan y Ellen y que nos veíamos allí.

Cuando llegué al cementerio Ellen y Dylan estaban junto a mi madre y a otro matrimonio que no conocía, para no hacerlos pasar peor rato, decidimos ponernos cerca de Jonathan y Sam, que nos miraban con interrogantes en la cara. Cuando menos lo pensamos Ellen se fue con el matrimonio y después de despedirse Dylan de sus padres se marchó, dejándonos solos al señor Newman el padre de Jonathan, a mi madre y a mí. Billy al poco rato se fue y yo decidí quedarme un poco más.

-Mamá, ve tú, ahora te alcanzo-dije dándole mis llaves-

-Claro hijo.

Cuando se fue, hablé.

-Siento el daño que les he hecho a Ellen y Dylan, no fue mi intención, solo quería resolver mi problema, aunque ahora sé que no fue buena idea. Espero ganarme poco a poco otra vez a Ellen y a Dylan, y con el tiempo volver con Ellen, la echo mucho de menos. De verdad lo siento, adiós-dije dirección a la salida del cementerio, en ese mismo momento empezó a llover-

Corrí, subí al coche y salimos dirección a casa. Dos días después del entierro de los padres de Dylan y Ellen, empecé la universidad, busqué a Dylan con la vista en el edificio de arquitectura, pero no lo veía, el día se me hizo eterno, ya que estaba deseando de ir a casa de Ellen para hablar con ella y pedirle perdón.

Cuando llegué a San Francisco pasé por el instituto y allí vi a Alia llorando, por lo que me bajé del coche y fui a ver qué ocurría.

-Alia… ¿qué ocurre?-dije abrazándola-

-Se han ido….se han ido-dijo llorando sobre mi hombro-

Ese dato me sobresaltó.

-¿Quiénes se han ido?-dije temiéndome lo peor-

-Ellen y Dylan-dijo sollozando-ayer no vino a clase por lo de sus padres, pero hoy el director anunció que después del entierro de sus padres, Ellen tuvo que irse con unos parientes, y si Ellen se ha ido, Dylan también.

No podía ser cierto, la mujer que amo, se había ido del pueblo.

-Alia tranquila, seguro se han ido a arreglar unos papeles sobre el testamento, y pronto volverán.

-No, no lo harán, ya aquí no tienen nada, nosotros los engañamos.

-Tranquila Alia, si eso es cierto, entonces nosotros seguiremos como amigos….-ella me interrumpió-

-Gracias.

-No me las des, todo lo que ha pasado, ha sido por mi culpa.

Los días y las semanas fueron pasando, pronto pasaron dos meses, como costumbre, empecé a visitar a los padres de Ellen y Dylan, y de allí volvía a casa con Alia la cual, se había mudado con nosotros.

Pronto llegó Diciembre y con ello unas fiestas en soledad, ya que Alia se había marchado a Francia con sus abuelos, y mis padres estaban de viaje y no llegaban hasta fin de año, aún no habíamos dado con Dylan y Ellen, realmente los extrañaba mucho a los dos.

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