Hola

BIENVENIDOS A TOD@S A ESTE BLOG, ESPERO QUE DISFRUTÉIS LEYENDO LAS ADAPTACIONES DE CRÓNICAS VAMPÍRICAS.

COMO SABÉIS LOS PERSONAJES NO ME PERTENECEN Y LAS HISTORIAS QUE ADAPTARÉ TENDRÁN EL NOMBRE DE LA AUTORA AL FINAL DE CADA HISTORIA


GRACIAS

20 septiembre 2012

Regalo o Castigo Capitulo 30


Tiempo
Mel POV
Desde el día de la fiesta mi relación con Zack era un poco tensa por mi parte
porque no sabía que hacer tenía miedo de lo que pudiese pasar y de que al
final él terminara sufriendo por mi culpa. 


Cuando en la fiesta bailamos, me
sentí como en una nube y deseaba ese beso, pero había algo en mí y lo sigue
habiendo que me dice que me aleje de él, que no le haga daño y eso me está
“matando”, John sigue sin dirigirme la palabra y ya ha pasado un mes desde la
fiesta, por ello los Clayton y mi hermano Sam han discutido bastante con él,
pero las cosas creo que incluso están peor.

Mi amiga Lucy cada día está peor, organiza cualquier excusa para salir de
Coos Bay, ya sea para ir a la playa o para ir a disfrutar un día de compras y sol
a un pueblo vecino, Rachel y yo también hemos congeniado muy bien y
siempre vamos juntas a todos lados, Esme me trata como una madre al igual
que Calvin, Emer es como un niño pequeño y un poco celoso cuando Rose y
Aarón van a la casa Clayton, Janick como siempre me hace sentir agosto y no
siente lástima por mí como el resto de Coos Bay, que me miran con tristeza y
me hablan como si fuese el fin del mundo, cuando pasa todo esto necesito
desconectar y la mejor forma es correr por el bosque junto a mi perrita Luna.

Muy a menudo viajaba hasta la playa para ver a mis “hermanos” pero solo
veía a Sam, hablaba con Andy y Emily, Trisa y yo nos empezamos a conocer
y nos dimos cuenta que teníamos muchas cosas en común, Sara me contó su
historia con mi padre y en sus ojos se podía ver el amor que aún le profesaba,
aunque la verdad nunca entendería su relación y menos la de mis padres sino
se amaban, lo que tampoco entendía si mi padre no amaba a mi madre ¿cómo
es que después de mi vinieron John y Sam?, todo esto era una historia bastante
liosa y que me producía dolor de cabeza. También me habló lo poco que
conoció a mi hermano Mathew o Matt como Sara le llamaba cariñosamente,
que mi padre nunca lo conoció pero que siempre le mandaba algún regalo
hasta que cumplió los dos años que fue cuando desapareció, dice que aún
mantiene su habitación como aquel día y que lo único que llevaba el día que
desapareció fue una cadena que mi padre le regaló el día de su segundo
cumpleaños con las iniciales grabadas de “WA”.

Con esas historias y demás me entretenía día tras día para no pensar en mi
enfermedad, deje todos los tratamientos con el apoyo de los Clayton pero no
de mis hermanos y eso me hacía sentir mal, desde el momento que dejé todos
los tratamientos y medicinas he tenido varias recaídas pero ninguna como la
 que tuve hace ya un mes en la que casi muero. Matt me dio la gran noticia de
que meses atrás lo operaron y que no dejaron rastro alguno de su cáncer de
pulmón y eso me encantó al fin una buena noticia después de mucho tiempo,
ya que lo mío eran una noticia mala detrás de otra aun peor, desde mi pérdida
de peso, hasta la caída completa de mi pelo, la poca fuerza que tenía, todo eran
inconvenientes y aunque los Clayton y mis “hermanos” no dijesen nada, sabía
que sufrían por mí.

Por eso se me ocurrió la fantástica idea de apuntarme a una beca de estudios
durante un año y medio en el extranjero, dónde ellos podrían hacer su vida
normal sin preocupaciones y yo hacer la locura más grande de la historia, ser
el conejillo de indias de unos médicos Europeos que habían descubierto que
con las células madre podrían hacer que la parte de mi médula que aún no está
afectada “que es poca” se regenere por completo completamente sana, aunque
esa operación no costase nada por ser una prueba, había un riesgo de
quedarme en la sala de operaciones bastante elevado y como se comprenderá
esto no lo sabe nadie, ni el mismísimo Calvin, ya que me lo prohibiría por
completo. 

Y mientras yo esperaba los resultados tanto de si habían aceptado
operarme y si me habían dado la beca de estudios, los Clayton buscaban por
todos lados a mi hermano Mathew para que me salvase la vida, algo que creo
ya no serviría de nada.

El único que sabe de esta locura, es el doctor Brown que fue el que me dio la
idea y el que se encargó de mandar a los médicos Europeos mi historial
médico y él nunca se lo diría a Calvin.

-Entonces ¿quedamos en eso no?

-Por mi vale y tú ¿qué dices Mel?

-!!Mel!!

-¿Qué, qué decías?

-Lo sabía Mel estás en la inopia

-Lo siento estaba pensando en mis cosas ¿de qué hablabais?

-Nada ya lo sabrás espero que hallas estado pensando en mi hermano y no en
lo que tú ya sabes.

-Sí claro, estaba pensando en él

-¿En quién estabas pensando?

-En Orlando Bloom, me encanta su nueva película y es tan guapo, verdad
chicas.

-Creo que se han ido.

-Serán...

-¿Qué dices?-pregunto alzando una ceja-

-Nada Zack

-Claro-contestó él, no me había creído nada, si por algo soy mala mentirosaanda
vamos-dijo cogiéndome de la mano, algo que se había vuelto una
costumbre para él y que no me desagradaba-¿entonces os vais a venir?

-¿Perdón?

-Pero no decíais que hoy nos contestabais si veníais o no al viaje.

-¿Qué viaje?-pregunté, ¿Mel dónde hemos estado todo este rato?, me pregunté
a mi misma-

-Mel, ¿estás bien?

-Sí, es solo que una pregunta, ¿ayer fuimos al cine?-pregunté,¿ cuánto tiempo
habría estado en mi mundo, sin enterarme de lo que ocurría a mi alrededor?

-Mel, ¿te estás quedando conmigo no? Al cine fuimos la semana pasada.

-¿Qué?-grite, había estado en mi mundo de yupi y sin saber que pasaba a mi
alrededor desde la semana pasada, “el esto hay que arreglarlo y la única forma
es ir a un loquero “decía mi vocecilla interna-

-Mel, ¿de verdad estás bien?-dijo poniéndose delante de mí, mirándome
directamente a los ojos, eran tan bonitos, tan profundos, lo quería tanto “Mel
ya deja de hacer tonterías y vuelve al mundo real”, dijo mi mente-”Mel”-gritó
Zack mientras pasaba la mano delante de mis ojos-

-¿Qué? ¿Por qué gritas?-dije yo gritando mientras le detenía la mano-

-Llevo hablándote cerca de cinco minutos y no reaccionas, ¿qué quieres que
haga? ¿Mel de verdad me estás preocupando, estás bien? si no es así hablaré
con mi padre y los demás y dejamos el viaje para otro momento.

-Pero ¿de qué viaje hablas?

-Mel me estás asustando, la semana pasada estuvimos hablando sobre el viaje
a Los Ángeles para recordar viejos tiempos y pasar allí las vacaciones de
navidad en vuestra antigua casa, Mel maldita sea reacciona.

-Yo, yo lo siento-dije zafándome de su agarré y adentrándome en el bosque-

-Mel, Mel a dónde vas está anocheciendo, Mel ¿qué te pasa?-preguntó
mientras con su mano derecha acariciaba mi mejilla-

-Necesito estar sola, por favor.

Entré en el bosque bajo la oscuridad de la noche, no entendía nada de lo que
había pasado minutos antes, era como si desde el día del sueño, no hubiera
estado presente tal vez Calvin se confundió en los resultados y algo no andaba
bien en mi cabeza después de haber estado a punto de morir.

 Seguí adentrándome en el oscuro bosque sin darme apenas cuenta estaba
acercándome a la playa, ya que empecé a ver la luna llena, esa imagen me
recordaba tanto a aquel escalofriante sueño que me dio ganas de salir
corriendo y no volver, pero como soy tan cabezona me quedé no sabía qué
 hora era, pero estoy segura que era tarde, iba a regresar a casa de los Clayton
cuando un aullido se escuchó en el bosque.

-Lobos

Mi sangre empezó a ir más deprisa por mi cuerpo y sin pensarlo dos veces
corrí hacia el lugar de donde yo había venido. Conforme más corría más se
escuchaba el aullido, seguí corriendo y tropecé “hay mi madre mi sueño se
está cumpliendo “pensé, intenté levantarme pero me había hecho daño en el
pie y no podía andar, se escucharon pisadas cerca de mí por puro instinto
gateé en sentido contrario y entonces hay estaba mi pesadilla, un enorme lobo
negro gruñendo y con la boca llena de sangre delante de mí.

-Ahhh-grité con todas mis fuerzas para que me escucharan, pero no sé si
llegarían a tiempo-

Seguí retrocediendo, mientras que el lobo avanzaba a mi posición “esto no me
podía estar pasando a mí”. El lobo se agazapó y salto sobre mí, arañándome en
el brazo que cubría mi cara, le da una patada y aunque me dolió a mí por
partida doble “por el arañazo y por el pie” el lobo retrocedió unos pasos. Otra
vez se agazapó más cabreado aun y volvió a saltar sobre mí, pero esta vez no
tuvo tanta suerte, ya que como en mi “sueño” un enorme lobo blanco de ojos
azules, lo atacó. Mientras el lobo blanco luchaba contra esa bestia yo retrocedí
unos pasos, pero pronto paré cuando con mi mano toque una pata peluda,
asustada volví a gritar y entonces escuché un disparo y el animal a mi espaldas
calló sobre mí, poco a poco mi corazón empezó a relajarse y mis ojos a
cerrarse poco a poco.

Un ruido extraño y un lametón en la cara me despertaron.

-Luna ¿dónde estás? ¡¡Luna!!

-Hola pequeña

-¿John has visto a Mel?

-No, ¿por qué?

-Lleva desaparecida desde anoche

-¿Qué? y ¿por qué no me avisaron?

-Porque pensamos que irías y dejarías tus tonterías de una maldita vez.

-Tenemos que buscarla ya

Y entonces algo peludo y pesado se derrumbó sobre mí, cuando vi lo que era
grité.

-Ahhh

Luna empezó a aullar lo que ahogó mi grito.

-Es Luna, Luna ven bonita vamos

-Ve y tráelos aquí.

Minutos después se escucharon pasos en mi dirección.

-Luna ¿a dónde nos llevas?

Unos segundos después apareció otra vez mi perrita.

-Hola bonita ¿has traído ayuda?

-Se ha ido por ahí

-¿Qué es esto?

-Esa pulsera es de mi hermana.

-¿Qué?

Los pasos se escucharon cada vez más rápidos y yo como no, ahora empezaba
a temblar de frió seguramente incluso tendría fiebre.

-!!Mel!!

-Dios Mel ¿estás bien?

-Sí, auch-me quejé cuando me cogieron el brazo herido y apoyé el pie torcido
en el suelo-

-Mel ¿qué te pasa?

-¿Ahora te importa?

-Chicos no es momento de discutir vale, déjame verte el brazo

-Dios, ¿pero qué te ha pasado en el brazo?

-Un lobo me atacó y al poner la mano delante me aruñó

-Mel, no tiene buena pinta esto debería mirarlo mi padre y el tobillo es solo un
esguince.

-Maldito frío

-¿Frío?-preguntó Sam acercándose a mí y tocándome la frente-

-Zack está ardiendo, vayámonos de aquí

-Si venga vamos

-¿Tú no vienes?

-¿Puedo?

Yo asentí con la cabeza, mientras Zack me llevaba en brazos hacia el coche,
para ir al hospital.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Post Relacionados

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...