Hola

BIENVENIDOS A TOD@S A ESTE BLOG, ESPERO QUE DISFRUTÉIS LEYENDO LAS ADAPTACIONES DE CRÓNICAS VAMPÍRICAS.

COMO SABÉIS LOS PERSONAJES NO ME PERTENECEN Y LAS HISTORIAS QUE ADAPTARÉ TENDRÁN EL NOMBRE DE LA AUTORA AL FINAL DE CADA HISTORIA


GRACIAS

29 diciembre 2012

Final Opción 02


Estos capítulos se sitúan, después de que Matt y Ellen se enteran de que van a ser padres y comprar la comida para la barbacoa.

Después de comprar la comida para la barbacoa Matt y yo volvimos a casa, Drew y Alex jugaban con Dylan y Alice a ¿quién es quién?, dejamos las cosas en su sitio y nos unimos a ellos.

A las diez decidimos cenar y una vez los niños acostados, le contamos a mi hermano y a Alice de que mañana Esme, Justin y Peter también venían a la barbacoa, después nos fuimos a la cama.
A la mañana siguiente cuando desperté, saludé a Matt y juntos bajamos a desayunar.


-Buenos días-saludamos-

-Buenos días-contestaron los cuatro-

-Chicos os importa ¿si voy ahora al cementerio?-pregunté-

-Claro que no, nosotros mientras prepararemos la barbacoa-dijo mi hermano-

-Mamá yo quiero ir contigo-dijo Drew-

-Claro, ¿Alex, Matt os apuntáis?

-No me quedo a ayudarles si no te importa-dijo Matt-

-Yo también me quedo mamá-contestó Alex-

-Vale, entonces nos vemos luego-contesté despidiéndome de todos-

Una vez en el coche, salimos dirección al cementerio, pero antes decidí ir a comprar unas flores para mis padres, asique cuando llegamos al cruce donde  estaba la floristería, paré en doble fila compré las flores y continuamos nuestro camino, una vez se puso el semáforo en verde aceleré y de la nada noté como algo se estrellaba  contra mi coche.

Busqué con la mirada a Drew, y lo vi con su cabeza echada en el cristal inconsciente, intenté moverme para ver como estaba, pero un fuerte dolor en la cabeza me hizo perder el conocimiento.
Tiempo después un pitido a mi lado y la voz de mi hermano me hizo abrir los ojos.

-Parece que está despertando-dijo la tranquila voz de Justin-

Al escuchar su voz, recordé el accidente y a Drew inconsciente, además de mi bebé, así que abrí de forma rápida los ojos y toqué mi tripa.

-Ellen, hermanita-dijo la voz de mi hermano abrazándome-

-Dylan, ¿Drew y el bebé están bien?-pregunté asustada-

Mi hermano me separó de él y cuando lo vi, me quedé en shock, era como si hubiera vuelto al día en que mis padres murieron, cinco años atrás.

-Dylan, ¿qué te a pasado, por qué pareces un chico de 18 años en vez de 23 años, que es la edad que tienes?

-¿De qué estás hablando Ellen?-dijo mi hermano alucinado-

-¿Ellen, estás bien?-me preguntó un Justin más joven-

-Tú también-contesté susurrando-

-Ellen, dime lo último que recuerdas-dijo Justin-

-Yo….Yo, Drew y yo decidimos ir al cementerio para que conociese a sus abuelos, pero antes paramos para comprarles unas flores, cuando el semáforo se puso verde aceleré y un coche impactó con el nuestro, antes de perder el conocimiento vi a mi pequeño inconsciente contra la ventanilla-dije llorando-

-Ellen, ¿quién es Drew y el bebé, por el que has preguntado antes?-preguntó Justin-

-Justin ¿como puedes preguntar eso?, Drew es mi hijo y el de Peter, es decir tu nieto y tiene cinco años, íbamos los dos en el coche para ver la tumba de mis padres, mientras Alex, Matt, Alice y Dylan, preparaban todo para la barbacoa, que habíamos organizado, para al fin decirle a Peter que teníamos dos hijos, Drew y Alex. Y el bebé, es mi hijo y el de mi marido Matt.

-¿Drew y Alex, Alice, Matt y el bebé?-preguntó impresionado Justin-

-Sí, ¿Drew y el bebé están bien?- volví a preguntar-

-Ellen hija, verás no existen ningún Drew, Alex, Alice o Matt y bueno lo del bebé….¿tienes sospechas de estar embarazada? Pensé que tanto Peter como tú usabais protección.

-Justin, Peter y yo dejamos de estar juntos hace cinco años, cuando mis padres murieron en un accidente de coche.

-Ellen, nuestros padres murieron anoche, cuando te lo dijeron por teléfono perdiste el control del coche, y nos chocamos contra un árbol, yo salí ileso pero tú sufriste un fuerte golpe en la cabeza. Y Ellen aparento 18 años porque es la edad que tengo.

-No, no puede ser, entonces ¿todo lo que he vivido ha sido un sueño? Matt, Alice, los mellizos e incluso mi bebé-dije acariciando mi tripa-

-Sí Ellen parece ser que eso es lo que te a pasado, nadie conoce a esas personas y no tienes ningún hijo.

-Pero, fue tan real…recuerdo que después de pillar a Phoebe y a Peter engañándonos yo me desmayé, después el doctor me dijo que estaba embarazada , me marché con nuestros tíos a Juneau y cuando estaba de ocho meses tú me ayudaste a traer al mundo a los mellizos en la bañera de su casa con la ayuda de Justin. Luego al curso siguiente nos fuimos a estudiar a la universidad tú a Nueva York y yo a Boston con Matt.

-Ellen todo fue un sueño, si crees que puedes estar embarazada te haré unas pruebas, Peter, Esme y Phoebe pronto llegarán para saber como estáis, asique descansa hasta que yo vuelva.

Aún sorprendida por lo que había pasado intenté descansar, no podía quitarme de la cabeza a Drew y a Alex, y eso me estresaba bastante, porque si lo que me había dicho Justin era cierto entonces mis bebés no existían. Esa idea me puso triste y no pude evitar llorar.

-Ellen cariño, lo siento tanto-dijo Esme abrazándome cuando llegó a mi lado-

-No existen, no fue real -gemí entre sus brazos-

-¿Cómo, de qué hablas mi niña?-dijo Esme acariciando mi pelo-

-Drew y Alex, mis bebés-susurré-

-Lo siento tanto cariño, ya me contó Justin, y sabes yo también soñé hace tiempo con dos hermosos pequeños que se llamaban así, pero cielo solo fue un sueño. Intenta relajarte, Dylan, Phoebe y Peter, están muy preocupados por ti.

-Peter…me engañó con Phoebe -dije mirando por la ventana-

-¿Qué? No Ellen, mi hijo está totalmente enamorado de ti, tal vez en un principio estaba algo obsesionado con ella, pero después de que me pidió ayuda, no ha vuelto a ocurrir, cielo de verdad intenta descansar, estoy segura de que te sentirás mucho mejor después, pero primero será mejor que te despidas de tu hermano, de Phoebe y de Peter.

-Tal vez tengas razón, solo una pregunta más ¿a qué día estamos?

-15 de Septiembre de 2010, le diré a los chicos que pasen.

-Ellen, lo siento-dijo Phoebe abrazándome-

-Gracias Phoebe -dije con lágrimas en los ojos-

-Ellen amor, lo siento mucho-dijo Peter besándome la frente-

-Peter…¿puedo hacerte una pregunta?

-Claro amor

-¿Me quieres?-dije mirándolo a los ojos-

-¿Qué? claro que te quiero hermosa-dijo abrazándome-

-Gracias, solo necesitaba saberlo-dije susurrando-

-Te quiero-me dijo al oído-

Poco después Justin entró en la habitación, hizo salir a todos para hacerme una analítica y me aseguró que todo estaría bien.
A la mañana siguiente me dieron el alta y al fin pude volver a casa, el entierro era por la tarde y los resultados de la analítica no estarían hasta finales de la próxima semana.

Nada más llegar a casa, el aroma de mis padres llegó a mi nariz, las lágrimas se derramaron por mis mejillas, recordando al fin la noticia de la muerte de mis padres. Unos brazos me rodearon con fuerza en ese mismo instante, su olor me dijo que era Peter.

-Estoy contigo Ellen, yo también soñé lo que tú hace tiempo y no pienso cometer los mismos errores, que en él, por eso no te pienso engañar con Phoebe, Te amo y esa es la única verdad-dijo besándome-

-Yo también te amo, gracias por estar aquí.

-Vamos a descansar, no tienes buena cara.

-Sobre eso…tengo algo que decirte Peter, pero mejor subamos a mi habitación-dije abrazada a él-

Una vez en mi habitación, decidí contarle a Peter sobre mis sospechas.

-Peter, yo…creo que estoy embarazada, creo que pasó en la prefiesta de mi cumpleaños.

-¿Em…embarazada?-dijo nervioso-

-Eso creo, tu padre me ha hecho una analítica para salir de dudas, los resultados estarán a finales de la semana que viene.

-Embarazada, si es cierto que estás embarazada, ¿qué piensas hacer?

-¿A qué te refieres? ¿Quieres que me deshaga de él?-dije con lágrimas en los ojos-

-Yo, no lo sé, tú empiezas ahora el último año de instituto y yo estoy en la universidad, además hijos podemos tener más adelante… y…

-Vete, no sé cómo eres capaz de pensar siquiera algo así-dije desconsolada-

-Ellen, entiéndelo, es lo mejor, ¿qué sabemos nosotros sobre bebés? Para mí lo más importante ahora es mi carrera, cuando los dos terminemos los estudios ya formaremos una familia.

-Lárgate, no quiero seguir escuchándote y menos aún verte-dije abriendo la puerta de mi habitación-

-Ellen….por favor sé sensata apenas tenemos 17 y 18 años tenemos tiempo de….

-Lárgate Peter, me has decepcionado y da por hecho de que la persona que te dará hijos en un futuro lejano, no seré yo, ahora vete y no vuelvas-dije cerrando la puerta a sus espaldas-

Por un momento pensé que recapacitaría, pero no lo hizo, bajó las escaleras y después salió de mi casa. Dándome a entender de que nuestra relación al final si había terminado.

Triste, me tumbé en la cama de mis padres, lloré por ellos y por mi fallida relación con Peter y me juré que si daban los resultados positivos, yo sola me encargaría de ellos, porque algo en mi interior me decía que Drew y Alex, estaban en camino.

A las ocho de la tarde, algo más relajada, Dylan y yo salimos dirección al cementerio para despedirnos de nuestros padres.
Según nos dijo su abogado, mi tutor legal ahora era Dylan a no ser que él prefiriese que nuestros tíos o los Canterville tomasen ese lugar.

Yo, no sabía que hacer, ahora que ya no estaba con Peter, se me haría raro estar a diario con ellos, además de ser incómodo, tal vez si hablaba con Dylan podría marcharme un tiempo a Juneau con nuestros tíos.

El funeral como en mi sueño pasó en forma de neblina, una vez nos despedimos de nuestros padres, salimos del cementerio seguidos por los Canterville y Phoebe , que en estos momentos iba abrazada a mi hermano, dirección a casa.
Una vez los coches aparcados, entramos al salón en silencio, yo me senté en el alfeizar de la ventana y miré al exterior.

-Chicos, Esme y yo hemos estado hablando, y creemos que lo mejor para vosotros, es que os vengáis a vivir con nosotros.

-Así es, tanto Peter como tú ya empezáis la universidad y para que Ellen no esté sola…

-He decidido marcharme con los tíos a Juneau-dije cortando a Esme-

-¿Qué, pero Ellen y si los análisis dan positivos….? Ese bebé sería mi nieto y no me gustaría que estuvieses tan lejos, además, ¿qué hay de tu relación con Peter?

-Peter ya me ha dejado bastante claro cuales son sus prioridades, así que nuestra relación llegó a su fin, si me disculpáis me voy a descansar-dije conteniendo las ganas de llorar-

Cuando salí del salón dirección a mi habitación, escuché los murmullos de todos ante la noticia, además de preguntarle a Peter las razones de la ruptura de nuestra relación. No sé que les contestó, pero supongo que lo mismo que me dijo a mí y por mucho que lo convencieran  de que solucionase lo ocurrido, no lo aceptaría, ya que al obligarlo en un futuro todo lo que le ocurriese me lo echaría en cara y al bebé lo odiaría por ello también, y por eso, si que no pasaría.

Me cambié la ropa, salí de mi habitación y decidí pasar la noche en la cama de mis padres, mañana tenía que volver a clases y no sabía si podría soportar las caras de lástima de mis compañeros o la espera por los resultados, asique decidida me tumbé en la cama y pensé en el posible resultado que me daría el test de embarazo que me compraría mañana.

El ruido del despertador de mi hermano, me despertó miré la hora y vi que apenas tenía quince minutos para asearme, vestirme, tomar algo para desayunar y salir dirección a clases.
Cuando bajé dirección a la cocina vi a Dylan y a Esme desayunando.

-Buenos días-saludé-

-Buenos días cielo ¿a dónde vas?-me preguntó Esme-

-A clases-contesté extrañada, por su pregunta-

-Ellen es Domingo, hasta mañana no tienes clase.

Ante su respuesta me paré impresionada.

-Entonces, será mejor que me cambie de ropa-dije algo desilusionada, ya que tendría que esperar otro día para hacerme la prueba-

Cuando bajé de nuevo a la cocina tenía un plato con el desayuno y un vaso de zumo, Esme estaba terminando de limpiar las cosas de su desayuno y Dylan hablaba con alguien por teléfono, asique en silencio empecé a desayunar, mientras pensaba en mi sueño.

Me quedé tan ensimismada recordando, que no escuché la puerta principal abrirse, hasta que Esme saludó a Peter a mis espaldas.

-Buenos días hijo-dijo Esme saludándolo-

Lo miré de reojo y continué removiendo las cosas del plato de forma distraída, hasta que una nota pegada en la nevera llamó mi atención, me levanté de prisa de la silla y fui dirección a la nevera, la tomé y despacio la leí.

Chicos en la nevera tenéis la comida, nos vemos mañana para ir al concurso. Ellen cielo llevas unos días rara y creo saber lo que ocurre. Si tienes dudas, ayer compré algo para resolver el problema, utilízalo y con lo que sea nos cuentas a tu padre y a mí, ocurra lo que ocurra nosotros estaremos contigo.
Os queremos Mamá y Papá.

Intrigada por lo que decía mi madre en la nota, decidí subir a su cuarto de baño a ver lo que había comprado, salí de la cocina sin decir nada. Una vez en su habitación tomé aire y entré al baño, una vez en él abrí el pequeño armarito de la habitación, y allí estaba, un test de embarazo.
Nerviosa abrí la caja, saqué las instrucciones y me hice la prueba, una vez hecha me senté en su cama para esperar el resultado. Unos momentos después de sentarme el colchón se hundió a mi lado, cuando miré, Peter estaba ahí.

-¿Qué haces aquí?-preguntó incómodo-

Suspiré y decidí contestarle.

-Mi madre compró un test de embarazo, estoy esperando el resultado.

-¿Puedo quedarme?-dijo mirándome-

-Si quieres-contesté mirándolo a los ojos-

Peter no contestó simplemente me tomó la mano y nos tumbó en la cama. Estaba tan ensimismada, que cuando la alarma de mi móvil sonó, me asusté, hasta que recordé que la había encendido para ver el resultado de la prueba.
Ante tal sobresalto me senté deprisa en la cama, cuando todo a mi alrededor empezó a dar vueltas.

-¿Ellen, Estás bien?-preguntó Peter tomándome de la cintura-

Cerré los ojos, tomé aire y asentí.

-Voy a mirar el resultado-dije poniéndome de pie-

Al entrar al baño suspiré y miré el resultado del test, cuando lo vi, una sonrisa aparecía, al igual que en mi cara, ya que Drew y Alex, pronto estarían conmigo.

-¿Qué salió?-preguntó Peter nervioso-

-Estoy embarazada-dije abrazándolo con ímpetu-

Nada más escuchar esas palabras Peter se tensó.

-¿Sigues queriendo que me deshaga de ellos?

-Ellen…entiéndeme, la universidad  empieza mañana y pronto nos tendrán llenos de trabajos y exámenes, no creo que sea buena idea, ya que no podré saber como estás, me agobiaría y tú estarías mal, porque no te presto atención. Además este es tu último año de instituto y si tienes al bebé perderás el año. ¿Estás dispuesta a dejar la fiesta de graduación y el conocer gente nueva por esto?-dijo señalando mi vientre-

-Sí Peter, y lo voy a hacer, son nuestros hijos, parte de nosotros y de nuestro amor, ya los amo y no pienso deshacerme de ellos.

-Ellen, sabes que yo también tengo que ver con esto y mi decisión ya te la he dicho, termina con esto ahora y cuando terminemos nuestra carrera o al menos yo la mía y tenga un trabajo, tendremos todos los hijos que quieras.

-Nunca pensé que fueses tan egoísta, te das cuenta que solo hablas de ti, de verdad te quedaría la conciencia tranquila sabiendo que por tu culpa dos bebés iguales a ti no vivirán nunca.

-Aún no tienen vida, asique no, no me sentiría culpable.

-Te odio Peter y si me obligas a hacerlo, nunca te lo perdonaré-dije llena de rabia-

-Prefiero que me odies, a que si sigues con el embarazo arruine tu vida, lo hablé con tu hermano y él está de acuerdo, así que te ha conseguido una cita para mañana. Por desgracia yo no podré acompañarte, pero cuando todo termine quiero que me llames, Ellen esto es lo mejor que podemos hacer te lo prometo-dijo besándome en la frente antes de salir de la habitación.

Cuando salió de la habitación rompí a llorar y deseé, nunca haber despertado de ese maravilloso sueño. El resto del día lo pasé encerrada en mi habitación sin querer ver a nadie, entre sueños o mejor dicho pesadillas vi como mis hijos desaparecían de mi vista y por mucho que corría no lograba alcanzarlos.

Cuando desperté a la mañana siguiente, la cara la tenía tirante y los ojos hinchados, Phoebe me acariciaba los brazos, mientras me daba palabras de aliento que no servían para nada. En clase todo fue confuso, no recuerdo nada y realmente no me importaba ya que me sentía morir.
Al terminar las clases esperé a Phoebe y de allí fuimos dirección a esa dichosa clínica, cuando paró en frente de esta, un escalofrío recorrió mi columna vertebral.

-Ellen, no tienes por qué hacerlo, ya convenceremos a Peter y a tu hermano de que lo mejor es que tengas al bebé, y tal vez si no te sientes con fuerzas cuando nazca, podrías darlo en adopción.

-Vamos a llamar a Esme, ella seguro que sabe lo que puedes hacer.

Puse el móvil en manos libres y esperé a que Esme contestase.

-¿Ellen, dónde estáis os estamos esperando para comer?-preguntó Esme-

-Esme yo…yo no puedo hacerlo por favor, ayúdame no quiero hacerlo-dije llorando-

-Ellen… ¿qué ocurre, qué no quieres hacer?-preguntó Esme intentando tranquilizarme-

-Dylan y Peter me pidieron cita para deshacerme de los bebés pero yo no quiero, Esme quiero a mis bebés y me da igual todo lo demás, por favor ayúdame.

-No me lo puedo creer ¿cómo han podido hacer algo así sin consultarnos a Justin y a mí? Volved a casa las dos, yo me encargaré de solucionar todo.

Después de cortar la llamada, Phoebe arrancó dirección a casa de los Canterville. Cuando llegamos el coche de Peter ya estaba allí, lo que me puso nerviosa, una vez dentro de la casa, escuchamos una pelea entre Justin, Peter y mi hermano.

-Me alegra que ya estéis aquí, Peter y Dylan hace unos minutos que llegaron, están con Justin. Ven Ellen, tenemos que hablar-dijo Esme-

Nos sentamos en el salón y tranquila, empezó el interrogatorio.

-Hija, no sé que decirte, nunca pensé que Peter y tu hermano hiciesen algo tan…inmoral.

El caso es que os entiendo a los dos ya que Justin y yo pasamos por lo mismo cuando teníamos vuestra edad. He pensado que Peter y tu hermano se queden en casa de tus padres hasta que piensen en todo esto, ya que estoy segura que ambos están sorprendidos aún por la noticia. Tú y Phoebe os quedaréis aquí con nosotros, así estarás más tranquila y con un médico al lado para ver como va todo-dijo con una sonrisa-

-Esme si no es mucho pedir preferiría quedarme en mi casa y que ellos se queden aquí, mañana hablaré con el director y le contaré mi situación, si puedo estudiar desde casa y solo ir para los exámenes finales, lo haré.

A la mañana siguiente, como le dije a Esme hablé con el director, nada más llegar al instituto, cuando le dije de mi estado se sorprendió muchísimo, pero sorprendido por mi decisión decidió que yo al estar más avanzada en clases y tal me podría presentar en dos semanas a las pruebas para la universidad. En un principio me sorprendí, pero acepté ya que así adelantaría un año y de esa forma tendría más tiempo para mis bebés cuando naciesen. Me dio los apuntes de lo que me tenía que estudiar para el examen y me dejó volver a clase por última vez.

Una vez en clases, todo siguió con normalidad, hasta que a la hora del almuerzo Justin apareció para llevarme al hospital para hacerme una revisión.

Nada más entrar a la consulta, un compañero de trabajo de Justin me hizo preguntas sobre mi menstruación y el resultado del test de embarazo, después  me dijo que me tumbase en la camilla, para hacerme una ecografía. Minutos después de pasarme por la tripa el aparato, el doctor confirmó lo que ya sabía.

-Bien señorita Swan, está usted embarazada de dos meses ya, y bueno es algo inusual, en chicas de tu edad, pero esperas mellizos.

Ante su respuesta sonreí ya que al fin se cumplió lo que tanto quería Drew y Alex ya estaban en camino.

-Vaya no me lo esperaba-dijo Justin, después de que saliéramos de la consulta-

-Es fantástico, al fin ocurre algo como en mi sueño.

-¿Qué se ha cumplido de ese sueño?-preguntó Justin intrigado-

-Drew y Alexander-contesté-

-¿Esos son los nombres que te gustaría ponerles, si fuesen niños?-me preguntó Justin-

-Sí-contesté feliz-

Después de salir del médico Justin me llevó a mi casa, estuvo un rato conmigo y después se fue a casa.
Una vez sola, subí a mi habitación me cambié de ropa y bajé a preparar la comida para que estuviese lista cuando llegase Phoebe .

Mientras cocinaba, no podía dejar de reírme por la noticia que me había dado el médico, solo faltaba para ser realmente feliz que tanto Peter, como mi hermano recapacitasen sobre mi embarazo y disfrutasen ellos también conmigo estos momentos y realmente esperaba que ocurriese pronto.

Minutos después llegó Phoebe a casa, le conté lo de los bebés y me felicitó riéndose y haciendo planes ya para comprarle cosas, también ella esperaba que mi hermano y Peter reaccionaran pronto sobre el embarazo.

Y así pasaron varios días, ni mi hermano ni Peter vinieron a vernos ni llamaron, hablamos con Esme y Justin, y nos dijeron que dejásemos que las cosas siguiesen su curso y que ellos diesen el primer paso, y eso hicimos.

Hoy ya era nochebuena y sería después de tres meses, la primera vez que estaríamos los seis juntos. Yo ya estaba de cinco meses y ayer ya me confirmaron el sexo de los bebés, Esme y Justin no sabían nada porque quería que fuese una sorpresa para todos, sobre todo cuando recibiesen de regalo un marco con todas las ecografías de los bebés.

Phoebe ayer empezó a salir otra vez con mi hermano y se le veía muy feliz, yo le pregunté si preguntaba por mí y me dijo, que no directamente, pero que sí le preguntaba por lo que hacíamos juntas.
Conociéndolo según dijo Phoebe , estaba deseando de verme y saber el sexo de los bebés, aunque yo no estaba tan segura de eso.

A las ocho Phoebe salió de casa ya que había quedado con mi hermano y yo decidí terminar de envolver los regalos, ya que hasta las diez, Justin no venía a recogerme para ir a su casa para celebrar la nochebuena.

A las nueve y media, subí a mi habitación cogí un vestido premamá rojo y me preparé para cuando llegase Justin. A las diez menos cuarto llegó Justin, lo saludé me puse el abrigo y partimos rumbo a su casa.

Cuando llegamos, el coche de mi hermano ya estaba allí y según me dijo Justin, Peter y Esme, también estaban ya en casa. Una vez aparcado el coche, cogí los postres que había hecho y entramos a casa.

-Ya estamos aquí-avisó Justin tras dejar las cosas en la cocina-

-Hola amor-contestó Esme ya vestida para la ocasión-

-Hola Ellen cariño, estás maravillosa. Por cierto ya me ha dicho Justin que aún no se sabe el sexo de los bebés.

-En realidad, si se sabe, lo que pasa es que le dije al doctor que no le dijese nada a Justin, porque quería que fuese una sorpresa también para él-dije riéndome-

-Esme, ¿qué más pongo….?-preguntó mi hermano cuando miró mi vientre-

-Ellen…-susurró mi hermano-

-Hola-saludé sonrojada-

-Chicos iros al salón y os ponéis al día, nosotros nos encargamos de poner el resto-propuso Esme-

Nerviosa, salí dirección al salón, seguida por mi hermano, una vez allí miré por la ventana, sin saber que decir.

-Te ves bien-dijo mi hermano rompiendo el hielo-

-Sí, lo estoy….

-Ellen, yo…lo siento peque no tenía que haber hecho eso-continuó él-

-Está bien Dylan, sigues…pensando lo mismo-dije acariciando mi tripa de forma inconsciente-

-No, todo lo contrario, ahora que veo lo feliz y hermosa que estás, me alegro de que no lo hicieses.

-Oh Dylan-dije abrazándolo-Te he extrañado tanto.

-Yo también-dijo riéndose al notar el movimiento de los bebés contra él-

-¿Te gustaría, sentirlos?

-Claro.

Lo tomé de la mano, lo guie hasta el sillón, nos sentamos y entonces puse su mano sobre mi vientre de 5 meses. En ese instante Drew y Alex saludaron a su tío por primera vez.

-Son…

-Sí Dylan, tus sobrinos-dije con una amplia sonrisa-

Dylan emocionado, siguió pasando su mano por mi vientre y se reía cada vez que los bebés pateaban la zona donde se encontraban sus manos. Sin darnos cuenta Phoebe entró en el salón y nos echó una foto.

-Me alegra que al fin todo se haya solucionado entre vosotros-contestó ella abrazándonos-

-Yo también-contesté-

En ese mismo instante, vi a Peter bajar por las escaleras, se veía más delgado y con ojeras, pero con esos pantalones de pitillo negros y la camisa remangada hasta el codo, se veía realmente apetecible. Una vez terminó de bajar las escaleras, miró en nuestra dirección parando su mirada en las manos de mi hermano que descansaban en mi vientre.

-Hola-saludó algo incómodo-

Ante el sonido de su voz, no pude evitar que un escalofrío recorriese todo mi cuerpo y que un calor interior se extendiese hasta mi centro. Así que sin poderlo evitar me levanté del sillón y disculpándome fui a refrescarme un poco al baño.

-Odio estas hormonas-dije mirándome en el espejo-

Abrí el agua fría y me humedecí la nuca, el cuello y los brazos. Una vez hecho esto asumí que había extrañado a Peter más de lo que pensaba.
Salí del espacioso baño y volví dirección al salón, pero antes de llegar a la esquina, escuché a mi hermano hablando con Peter.

-Te alegras de que no lo haya hecho ¿verdad?

-Sí, pero ahora no sé como acercarme a ella, ya la has visto, nada más verme se a marchado y realmente la extraño demasiado-dijo Peter-

Sus palabras llenaron de calor mi pecho y no pude evitar derramar lágrimas de tristeza y de amor a la misma vez. Tristeza por que los dos estábamos sufriendo y amor por saber que él también me extraña después de todo. Si todo salía bien esperaba que esta noche Peter y yo la pasásemos juntos hablando de nuestros hijos.

-Ellen cielo ¿te encuentras bien?-me preguntó Esme al verme llorar-

-Sí, solo son las hormonas-dije con una sonrisa-¿ya vamos a cenar?

-Sí ve yendo hacia el comedor, yo aviso a los demás.

-Claro

Dejé el pasillo y fui dirección al comedor que estaba una habitación más abajo que el salón. La decoración de este era magnífica, nada más entrar había una mesa amplia para doce comensales, a la izquierda junto al ventanal estaba un gran árbol de navidad lleno de regalos, en frente de la mesa había varios sillones decorados con mantas rojas y pequeñas botas bordadas, justo al frente de los sillones estaba la chimenea adornada con los típicos calcetines navideños, esperando a llenarse de chucherías con el nombre de cada uno de nosotros y en un rincón junto a la chimenea, estaba el piano de Peter adornado con fotos familiares. El techo estaba adornado con bombillas y guirnaldas, y debajo de cada puerta estaba el muérdago.

-Bien ya estamos todos-dijo Esme seguida por el resto-

-Vamos a sentarnos pero antes, Ellen dinos ya el sexo de los bebés, no puedo más con la impaciencia-contestó Justin-

Ante tal explosión de Justin, no pude evitar reírme.

-Está bien Justin, os lo diré…

-Y bien…-apremió mi hermano-

-Son dos niños-dije emocionada-

-Ahh eso es maravilloso, vamos a tener dos nietos hermosos-dijo Esme eufórica-

-Felicidades Ellen-dijeron Phoebe y mi hermano a la vez-

-Lo mismo os digo a todos, felicidades.

Después de las felicitaciones, Justin empezó a repartir la cena, mientras mi hermano nos contaba sus partidos de fútbol en la universidad. 

Después de la muerte de nuestros padres Dylan había perdido mucho peso, pero lo había ganado en músculos, si antes era guapo de apariencia por su altura y su espalda ancha, ahora estaba muchísimo mejor, era como comparar a Ian Somerhalder (antes)  y a Kellan Lutz(después). Yo también había cambiado en estos meses y no solo por el embarazo, sino porque además estaba más segura de mí misma y he madurado desde entonces.

Volviendo a la cena, Esme y Justin comentaban lo hermosa que sería la próxima Navidad cuando Drew y Alex ya estuviesen con nosotros, y sobre los regalos que le harían entonces.

A la hora del postre todos se sorprendieron al verme comer, ya que por qué no admitirlo, parecía un porcino comiendo, mi hermano empezó a enfadarse porque yo me lo estaba comiendo todo y tenía razón. Había hecho los postres favoritos de Peter y Dylan en cantidad,  porque después de cenar siempre me daba ganas de comerlos, pero parecía que no había hecho suficiente.

-Yo, lo siento-dije avergonzada-

-Mmmmm por una vez me has ganado comiendo hermanita…pero seguro que no lo harás mañana desayunando tortitas-me retó-

-¿Estás seguro de lo que dices Dylan? Tu hermana se podría comer hasta una vaca desde hace dos semanas.

Miré ceñuda a Phoebe por lo que dijo, pero Peter intervino antes de que yo estallara en llanto.

-Dylan tú comes por glotonería y Ellen porque tiene que alimentar a dos bebés además de así misma, así que no lo compares. ¿Quieres el mío?

Miré de sus ojos al plato y de este de vuelta a sus ojos, iba a aceptarlo cuando Justin se interpuso.

-No Peter ya ha comido suficiente, si come más le dará ardor toda la noche y no podrá descansar-le advirtió Justin-

-Cierto-dijo sonrojado-

-Ellen, ¿el médico está controlando tu dieta y tu peso?

-Sí todo está bien y como dijo Phoebe solo llevo dos semanas teniendo tanta hambre-dije avergonzada-

-Entiendo, a partir de ahora te controlaremos los dos la comida, para que no comas más de lo necesario y así evitar problemas en el futuro.

-Mm claro.

-Bien pues, ¿os apetece que cantemos algunos villancicos?

-Sí, vamos allá-contestó Esme emocionada- Ellen siéntate frente a la chimenea, mientras Peter prepara el piano.

Me senté en el sillón me tapé con la manta y esperé a que todo estuviese listo para empezar a cantar. Al parecer pasó demasiado tiempo para mí, porque de pronto me quedé dormida.

Cuando desperté ya era de día, estaba en una habitación de invitados y un brazo sobre mi cintura me advertía con seguridad que era Peter. Giré en su dirección con cuidado de no despertarlo y cuando al fin lo vi, mi corazón estalló de alegría; Peter seguía dormido,  su rebelde flequillo tapaba sus ojos y no sabía si apartárselo o dejarlo donde estaba por temor a despertarlo.

Cuando al fin había tomado la decisión de apartarle el flequillo de los ojos, Peter abrió sus hermosos ojos verdes.

-Buenos días-lo saludé apartándome-

-Buenos días, siento si te a molestado que duerma aquí; solo quería sentir como se movían-contestó algo apenado-

-¿Los sentiste?

-No, parece ser que han estado todo el tiempo durmiendo.

-Cuando suelen moverse más es cuando llevo un rato despierta.

-¿Me podrías avisar cuando ocurra? Me gustaría sentirlos.

-Claro….voy a ducharme-dije entrando al baño que había en el dormitorio-

Mientras me duchaba pensé que tal vez Peter y yo podríamos solucionar las cosas, no sé si quería a mis hijos pero al menos curiosidad tenía por ellos.

-¿Ellen va todo bien?-preguntó de pronto la voz de Peter-

-Sí ya salgo-contesté saliendo de la ducha-

Una vez vestida salí a la habitación.

-Siento haber tardado mucho-contesté-

-No pasa nada, solo temí que te hubiera pasado algo, el momento que he ido a cambiarme.

-Tranquilo, todo está bien.

-Entonces, bajemos a desayunar.

Una vez en la cocina, saludamos a todos, desayunamos tortitas con chocolate, caramelo o miel, después fuimos a abrir nuestros regalos.

-¿Quién quiere empezar?-preguntó Justin-

-Si no os importa, me gustaría empezar a mí

-Claro Ellen, adelante.

-No es algo económicamente muy caro, pero es muy valioso sentimentalmente y estoy casi segura que os gustarán-dije mordiéndome la lengua-

Le entregué los regalos a cada uno y como imaginé, sus reacciones no tardaron en aparecer.

-Oh es hermoso Ellen, lo pondré encima del piano junto al resto y según te hagan ecografías las vamos añadiendo, las dos más grandes las dejaremos para cuando nazcan los bebés y la central pues podríamos poner una foto tuya con Peter. ¿Te parece bien?-preguntó Esme emocionada-

-Por supuesto Esme, el resto si queréis también podéis hacer lo mismo con las vuestras.

-Ellen….gracias por darme este hermoso regalo-contestó Justin-

Yo solo lo miré con una sonrisa divertida en contestación.

-Dylan, Peter a vosotros he preferido regalaros la camiseta de vuestro equipo favorito de fútbol, a Drew y Alex se las he comprado iguales que las vuestras y cuando nazcan si queréis…podéis grabarle su nombre.

-Es fantástico nuestro regalo, gracias hermanita.

Y a Phoebe le regalé una camisa con el lema de Friends for ever igual a la mía.

Una vez terminamos de entregarnos los regalos, la mayoría decidieron salir a dar una vuelta para aprovechar la nieve; yo preferí quedarme en la casa, la nieve y yo no éramos muy buenos amigos. Así que me entretuve doblando la ropita de bebé que me regalaron y accesorios para la higiene de los niños cuando nacieran.

Estaba terminando de guardar todo cuando Peter entró al salón con una humeante taza de chocolate en las manos.

-Toma, esto es para ti-dijo entregándome la taza-

-Gracias Peter, estaba deseando de llevarme algo caliente a la boca-dije sonriéndole-

-De nada….esto Ellen….quiero pedirte disculpas por lo que te he hecho sufrir desde que supimos que estabas embarazada. Espero estar aún a tiempo para arreglar lo nuestro y pasar lo que queda de embarazo juntos, ya sea aquí o en tu casa, solo…necesito estar a tu lado para olvidar estos horribles meses separados.

-Tranquilo Peter, te perdoné en el instante que te interesaste por ellos. Solo te pido una cosa

-Lo que quieras-dijo abrazándome al fin-

-Prométeme que por muy mal que estén las cosas lo solucionaremos juntos.

-Te lo prometo, no volveré a tomar decisiones precipitadas en nuestra relación, ¿algo más?-dijo mirándome a los ojos-

-Sí, bésame antes de que me lance sobre ti-dije mordiéndome los labios-

Ante mi petición, Peter me tomó de la cintura; para acercarme más a él, y con delicadeza, me besó de forma dulce y profunda. Había pasado tanto tiempo desde la última vez, que no pude evitar gemir en su boca.

-Te amo-susurró separando su boca de la mía-

-Yo también te amo-dije sonriendo-

Fue en ese mismo instante, cuando Drew y Alex decidieron moverse.

-Eso ha sido….

-Sí, nuestros hijos dándote la bienvenida-dije besándole otra vez-

Después de unos cuantos besos más y unos arrumacos, nos abrazamos frente al fuego, mientras nos susurrábamos palabras de amor el uno al otro. Peter no dejaba de acariciar mi vientre y de reírse cada vez que nuestros hijos golpeaban bajo su mano.

Y así fue como nos encontró nuestra familia.

-Chicos-susurró emocionada Esme-

Miramos en su dirección y les sonreímos, antes de darle la noticia que estaban esperando.

Ese día fue el comienzo de nuestra nueva relación, una relación más madura y menos egoísta que la anterior.
Ahora, sólo esperábamos que nuestros hijos estuviesen con nosotros para ya sí ser completamente una familia.

La felicidad a partir de esa navidad fue creciendo día a día;Peter y yo vivíamos junto con mi hermano y Phoebe en la que fue la casa de nuestros padres. En 

Febrero Phoebe nos sorprendió a todos con la noticia de que estaba embarazada de dos meses y bueno después de la exagerada reacción de mi hermano, no pudimos evitar hacer planes para el próximo verano.

 El 14 de Marzo, Drew y Alexander Canterville Sweeney vinieron al mundo sorprendiéndonos a Peter y a mí solos en casa, todo salió bien gracias a Justin por supuesto. 
Drew era idéntico a Dylan pelo moreno, ojos azules y el lunar Sweeney en la espalda; Alex por el contrario tenía los hermosos ojos verdes de su padre y el pelo alborotado y rizado de color castaño como él. Según Esme el pequeño era igual a su padre cuando era bebé, hecho que confirmó con fotos.

Una vez terminado el primer año en la universidad, disfrutamos de nuestros hijos y en Agosto todos juntos, decidimos ir a visitar a mis tíos en Juneau, la buena temperatura nos permitió bañarnos en la esplendida playa.

En Septiembre después de nacer Jeremy mi hermoso sobrino, de ojos marrones y pelo rizado y castaño como su tía; nos marchamos a la universidad de Nueva York para decepción de Justin y Esme.

18 años después Drew, Jeremy,Tom y yo  nos marchamos a estudiar  a Alaska, los cuatro compartiríamos un piso cerca de la universidad y viajaríamos a ver a nuestra familia en navidades y verano. Todos extrañaríamos a nuestros padres y hermanos, sobre todo Drew y yo, que dejaríamos a Bruce solo con las mellizas. Jeremy seguramente extrañaría a Luz mi prima pequeña y Tom tanto a tía Alice como tío Matt y a la pequeña Luna su hermana.

Por desgracia los abuelos Cheise y Paige murieron hace tres años, y ya solo nos quedaban nuestros abuelos Justin y Esme que hacía cinco años que se mudaron a Chicago con nosotros, a la casa familiar que construyó tío Dylan. Mamá trabaja con tío Matt en el museo, además de dar clase en la universidad, papá y tía Phoebe siguen trabajando en el hospital y en una consulta privada que formaron hace 8 años. Bruce tiene 15 años y según mis abuelos es igual a mi abuelo Bruce y las diablillas de Diane y Lizz son las niñas de 10 años más guapas y listas del barrio.

Cuando llegamos a Alaska los cuatro prometimos lo mismo, que pasase lo que pasase, siempre estaríamos juntos y que nunca, nos pelearíamos por una chica.

                                                           FIN

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