Despedida de soltera Vs Boda
Mel POV
Después
de nuestro día juntos, volvimos a casa con los demás algo más
relajados
para soportar a Lucy con la preparación de nuestra boda. Cuando
llegamos
a casa nuestros hijos se lanzaron a nuestros brazos.
-Mamá, papá
-Si-corearon a la vez-
-Ya era hora que llegaseis ¿no?
-Hermanita no te enfades vale
-¿Cómo queréis que no me enfade si solo queda un mes para vuestra boda?
-Lucy solo nos hemos tomado un descanso
-Sí claro un descanso, anda que no sabéis vosotros dos nada-contestó Emer-
-Emer lo que hagamos en la intimidad o no, no es asunto tuyo.
-Sí, claro ¿cuántas camas habéis roto?
-Emer deja de decir esas cosas, no te das cuenta de que hay niños pequeños-se
quejó
Esme-
-Lo siento
-Bueno chicos pues vamos a cenar y mañana seguimos con los preparativos de
la
boda
Los días siguientes fue otra vez un no parar y antes de darnos cuenta solo
quedaba
una semana para la boda. Y hoy era la gran fiesta de despedida de
solteros,
los chicos se irían a la casa de mis padres y las chicas a la casa de
campo,
mientras Calvin y Esme con los pequeños se quedaban en la gran
mansión.
-Bien chicas ¿estáis listas?
-Sí
-Bien pues ahí vamos
-Mamá te tengo que poner esto
-Chicas ¿qué vais a hacer?
-Ya lo verás
Oh no, ¿habían contratado a un stripper? Dios mío, espero y esté confundida pensé-
Cuando menos me lo esperé unas manos grandes cogieron las mías y
empezaron
a recorrer su musculoso cuerpo, su aliento bajó hasta mi cara y de
pronto
una luz me cegó, poco a poco abrí los ojos y vi a un chico en tanga
realmente
musculoso, pringado de aceite, mientras tiraba de mi mano para
bailar
conmigo, nada más verlo me sonrojé.
-Eres preciosa lo sabes, ¿verdad?
-Esto, estoy por casarme ¿sabes?
-Eso no importa, seguro que conmigo disfrutas más en la cama
-Perdona te han contratado como entretenimiento, no para tirar los tejos a mi
madre
-¿Tu madre?
-Sí así es
-Esto
lo siento, yo no lo sabía.
-Bueno pues creo que será mejor que te marches, tú trabajo se da por
terminado
-Muy bien amargadas
-Pero será
-Tranquilas chicas podemos hacer otra cosa, además yo no quería a un stripper
Al final la noche la pasamos jugando y riendo además de las chicas dar
consejos
para tenerlos en cuenta en la cama, después claro está de que Rose se
fuese
a la cama, cerca de las cinco de la mañana nos fuimos a dormir y una
hora
después, yo a escondidas llamé a Zack.
-Hola
-Hola preciosa, ¿me has extrañado?
-Cómo me preguntas eso, claro que te he extrañado y bueno ¿qué tal tu noche?
-No querrás saberlo
-Anda suéltalo ya
-Los chicos contrataron a una stripper y me metió mano, al final la tuvimos
que
echar porque me quería llevar al cuarto, cuando se fue al fin a las cuatro,
les
canté las cuarenta a los chicos
-Asique meterte en la cama con otra, pues a mí me han vendado los ojos me
han
traído a nuestra casita de campo y un stripper me ha empezado a meter
mano
y a tirarme los tejos, también lo hemos tenido que echar de casa.
-¿Qué un tío te ha metido mano y tirado los tejos? Espero no encontrarme con
ese....ese...capullo,
porque si lo veo le meto una paliza.
-Lo
mismo digo si me encuentro con esa guarra.
-Bueno cariño te tengo que dejar que estoy agotada, ¿vale? te quiero
-Que descanses preciosa y yo también te quiero
Nada más tocar la cama caí rendida, cerca de las doce y media de la mañana
nos
despertamos y recogiendo y limpiando un poco todo salimos dirección a la
mansión.
Cuando llegamos todo estaba a oscuras y en un silencio sepulcral, nos
miramos
y antes de que terminásemos de entrar una voz de hombre detrás
nuestra
nos hizo gritar, haciendo que tanto los niños como Calvin y Esme se
despertasen.
-Dios John nos has asustado
-¿Qué pasa? ¿Estáis bien?-dijeron el resto de los chicos detrás nuestra
preocupados-
-Sí estamos bien, solo que el imbécil de John vino por detrás nuestra y nos dio
un
susto de muerte.
-¿Qué ocurre?-preguntaron Calvin y Esme en las escaleras con los hijos de
Lucy
y Rachel en brazos-
-Nada mamá John que es idiota y nos ha asustado
-Hey ya he pedido disculpas
-Bueno entrar no u os vais a quedar ahí todo el día
Cuando todos entramos cerré la puerta y unos brazos fuertes rodearon mi
cintura.
-Hola preciosa
-Hola guapo vamos a desayunar que tengo hambre.
-Jajaja si vamos a alimentarte que no quiero que mueras por inanición.
La mañana la pasamos riéndonos de lo ocurrido en la noche anterior y como si
nada,
pasó la semana.
Hoy era mi gran día y a diferencia de los demás días me desperté la primera
debido
a un gran retortijón que me dio el estómago, haciéndome vomitar.
-Mel es hora de...
-¿Cuándo te has despertado?
-Hace rato, no podía dormir más estaba muy nerviosa
-Anda siéntate que voy a empezar a peinarte y maquillarte que en dos horas
tenemos
que estar en la iglesia
-Claro, ¿los niños ya están vestidos?
-Sí Esme los ha vestido ya-dijo rizándome más el pelo y poniéndome unas
flores
para adornarlo-
-Bien ahora viene Rachel y te maquilla, yo mientras voy a terminar de
vestirme
-Vale
-Tranquila, todo saldrá bien, a mientras ve poniéndote la ropa interior.
-Si se le puede llamar ropa interior-dije en un susurro, como pude me puse las
mini
braguitas y el corpiño, pero este sin atar ya que yo sola no podía, me
guardé
los ligeros para ponérmelos después de que me quite la liga y esperé a
que
llegase Rachel para atar el corpiño y maquillarme-
-Bien ya estoy aquí, guau Mel estás increíble te juro que si fuese lesbiana te
violaría
ahora mismo.
-Muy
graciosa Rachel
-Jajaja no te avergüences estás preciosa en serio, bien date la vuelta y te
termino
esto.
Me di la vuelta y tomando un poco de aire me ató el corpiño.
-Bien, ponte esta bata para no mancharte la lencería y yo mientras te maquillo,
vas
a estar preciosa, con el vestido que te ha hecho Lucy.
-¿Seguro que tú y Emm no habéis tenido relaciones estos días?
-No estoy en cuarentena, ¿recuerdas?
-Pues estás tan emocionada que parece que sigues embarazada
-Bien chicas ¿cómo vais?-preguntó Lucy entrando con un precioso vestido de
lentejuelas
y mangas anchas precioso-
-Casi he terminado, solo me falta ponerle esta sombra en los ojos y lista, toda
tuya
-¿Puedo verme?
-No, cuando estés terminada entonces
-Vale
-Bien ¿preparada para ver tu precioso vestido?
-Sí
Poco a poco fue abriendo la bolsa donde estaba mi vestido, cuando lo vi me
quedé
impresionada, el vestido era precioso, blanco con un bordado sencillo,
cola
de un tamaño normal, con una especie de cinturón haciendo de corpiño en
color
azul y la zona del pecho de pedrería, me encantó.
-¿Te
gusta?
-Estás de broma me encanta Lucy
-No llores o estropearás el maquillaje
-Lo siento
-A ver déjame que te lo ponga, ya está ahora te abrocho los botones y lista
para
ponerte los accesorios.
-Chicas quiero verme por favor
-Nada de eso
En ese momento alguien llamó a la puerta.
-¿Sí?
-Chicas soy yo, ¿puedo pasar?
-Claro mamá
-Oh Dios mío, Mel estás preciosa.
-Gracias Esme
-Bueno venía a darte algo que quiero que te quedes, tú madre me lo regaló en
una
de las fiestas de año nuevo hace mucho tiempo y me dijo que cuando
llegase
el momento se lo regalase a la mujer de Zack, quién iba a decirle a ella
que
serías tú
-Gracias
-Bien
Mel ya tienes algo azul en el vestido, algo viejo esta tiara para la frente
y
los pendientes, algo nuevo el vestido, algo prestado mi pulsera del día que
me
casé y algo regalado el colgante de Rachel.
-Oh gracias chicas
-Ah por cierto el ligero no te lo has puesto asique me lo das y luego cuando mi
hermanito
te quite la liga con los dientes, vamos al baño y te ayudo a ponerlas
Yo solo asentí.
-Bueno chicas yo me voy ya, que tengo que salir dirección a la iglesia con
Zack
-Mamá ni se te ocurra darle pistas a mi hermano de cómo va Mel, tiene que
ser
sorpresa
-No te preocupes Lucy, no le diré nada
-Bueno ya estás lista, no te verás hasta que bajemos al salón, asique mientras
terminamos
a las chicas, tú relájate
-Ahora venimos, ah le diré a Rose que venga a hacerte compañía cuando
termine
de arreglarla.
-Vale, hasta luego
Cada minuto que pasaba más nerviosa me ponía, estaba mirando por la
ventana,
cuando alguien llamó a la puerta.
-¿Si?
-Mamá ¿puedo pasar?
-Claro hija pasa
-Vaya mamá estás preciosa, pareces una princesa medieval
-Gracias
hija, tú también estás preciosa
Estuvimos un tiempo solas y cuando menos me lo esperé volvieron a llamar a
la
puerta.
-¿Quién es?
-Soy Calvin, ¿puedo pasar?
-Pasa abuelo
-Hola cariño estás muy guapa
-Gracias abuelo, tú también estás muy guapo
-Calvin
-Vaya Mel estás guapísima
-Gracias
-Las gracias te las tengo que dar yo, por hacer feliz a mi hijo y darme estos
cuatro
maravillosos nietos y también por elegirme como tu padrino en vez de
a
alguno de tus hermanos.
-No creo que pudiese elegir entre alguno de mis hermanos para ser mi padrino
el
día de mi boda, ya que si elegía a uno los otros dos podrían enfadarse,
además
tú has sido todo este tiempo como un padre para mí.
-Gracias hija será mejor que vayamos bajando ya vamos con retraso y Zack
matará
a Lucy como no llegues en cinco minutos
-¿Ya se han ido?
-Sí solo quedamos nosotros dos
-¿Lista?
-Lista
Salimos de mi habitación y bajamos las escaleras hasta el hall.
-Mel, Lucy me dijo que no te habías visto y que cuando llegáramos aquí que
podías
verte, asique adelante
-¿De verdad?
En respuesta asintió
-Sabes, creo que esperaré a verme luego no quiero hacer esperar más a Zack
-Como quieras, ¿vamos?
En apenas quince minutos llegamos a la iglesia y entrábamos a ella haciendo
que
todos los invitados se levantasen, nada más entrar puse mi mirada en el
altar
y allí al final me esperaba él, mi amor desde niña, el padre de mis hijos y
mi
mejor compañero Zack Clayton, con su sonrisa torcida y su espectacular
traje
azul grisáceo que cortaba el hipo.
Cuando llegamos al altar Calvin depositó mi mano sobre la de Zack y allí fue
donde
se encontraron nuestros ojos y nos encerramos en nuestro pequeño
mundo,
donde solo existíamos él y yo, apenas prestamos atención, hasta que el
sacerdote
preguntó.
-Zack Clayton ¿quieres a Melisa Waldorf como tu legítima esposa en la salud
y
en la enfermedad, en la riqueza y en la pobreza, hasta el fin de vuestros días?
-Sí quiero
-Y tú Melisa Waldorf ¿aceptas a Zack Clayton como tu legítimo esposo en la
salud
y en la enfermedad, en la riqueza y en la pobreza hasta el fin de vuestros
días?
-Sí quiero
-Pues
por el poder que me ha sido otorgado, yo os declaro marido y mujer,
puede
besar a la novia
En ese momento Zack se acercó a mí despacio y me besó con toda la ternura y
amor
que sentía.
-Te amo señora Clayton
-Y yo a ti señor Clayton
En menos que canta un gallo estuvimos rodeados por nuestra familia y en
especial
por nuestros cuatro hijos dándonos la enhorabuena, este iba a ser el
día
más feliz de mi vida.
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