Cena con los Sullivan
No sabía qué
hora era, pero tenía unas ganas horribles de ir al baño, me levanté de la cama
desorientada y cuando vi el reloj me alarmé, eran las cinco de la mañana y a
primera hora tenía una reunión con mi jefe para hablar sobre la nueva sucursal
que quiere abrir en Roma, de la cual quiere que yo me haga cargo.
Sin mirar a
la cama me vestí despacio, ya tenía toda la ropa excepto mis bragas que no las
encontraba, asique sin perder más el tiempo salí de aquel lugar, no iba a negar
que lo de anoche fue fantástico pero yo no era así y nunca se volvería a
repetir.
Cuando
llegué a casa, me di una ducha relajante y dormí lo que pude ya que nada más
cerrar los ojos recordaba lo ocurrido en aquel lugar, con ese maravilloso
chico.
Estaba al
fin dormida cuando unos golpes rápidos llamaron a mi puerta, tapé mis ojos por
la claridad y al ver que eran las diez de la mañana grité. Llegaba tarde a la
reunión con mi jefe y no me iba a dar tiempo a ir a los juzgados a por
información de uno de mis clientes.
Me vestí sin
mirar si la ropa estaba bien puesta o no, la puerta de al lado estaba cerrada y
eso me alivió Tessa estaba en casa.
La puerta
seguía sonando y corriendo la abrí sin ni si quiera mirar mi aspecto, ante mí
estaba Jared con cara preocupada.
-Hasta que
abres-dijo algo enfadado-sabes la hora…..-empezó pero se calló-
-Lo
siento-me disculpé-
-¿Qué te ha
pasado en el cuello y la cara?-preguntó entrando a la casa-
Extrañada y
asustada me miré en el espejo quedándome horrorizada ya que los moratones que
me hizo Tayler en la cara aún se veían y en mi cuello tenía un chupetón en un
lado y la señal de unos dedos en el otro lado.
-¿Claire…?-dijo
Jared-
-Me dejas un
momento, me termino de arreglar y nos vamos-dije nerviosa-
-Espera
¿Quién te ha hecho esto Claire?-dijo tomándome del brazo con cara de
preocupación-
-Esto…nada
importante, lo de la cara fue que en Alaska me di un golpe con un mueble y lo
del cuello, pues no sé habrá sido el gato de Tessa-dije esperando que me
creyera-
-Claire…sabes
donde están mis……hola-dijo Tessa algo avergonzada, al ver a Jared-
-Hola, soy Jared
Sullivan-dijo mi amigo saludándola-
-Tessa Stuart
-Encantado
En ese
momento de distracción decidí escapar hasta mi habitación y tapar las señales
de mi rostro, cuando salí Tessa no estaba, y Jared me esperaba, con la frente
arrugada, bastante serio.
-¿Nos vamos?
-Sí llegas
tarde al trabajo-me dijo-da gracias a que le dije a nuestro jefe que no te
encontrabas muy bien y que yo vendría a ver como estabas. Por cierto Claire
somos amigos y quería que supieras que puedes confiar en mí y en los demás.
-Gracias Jared-contesté-
Cuando Jared
aparcó en su plaza de garaje del bufet, subimos a nuestra planta, él se fue a
su despacho y yo fui a hablar con nuestro jefe.
-Buenos días
señorita Evans, espero y esté mejor
-Si señor
solo fue un molesto dolor de cabeza nada más
-Bien pues
entonces te cuento, en dos meses quiero que tú y Felix os marchéis a Roma para
sacar adelante por lo menos durante el primer año la primera red del bufet
allí.
-No hay
problema jefe estaré allí
-Bien pues
entonces no te molesto más Claire, puedes retirarte.
Fui a mi
despacho y me enfrasqué durante todo el día en mis casos, o al menos eso
intentaba ya que las imágenes con el chico enmascarado me asaltaban la cabeza
cada vez por tres.
A la hora de
comer, me fui con Tessa a un italiano y me preguntó por cómo fue mi noche.
-Vamos Claire
cuéntamelo todo-dijo emocionada-
-Tessa lo de
anoche fue una locura
-Ya pero lo
disfrutaste verdad-dijo guiñándome un ojo-
-Sí lo
admito disfruté mucho, él chico fue un encanto
-Lo sabía,
sabía que ese chico era perfecto para ti.
-Claro, por
cierto Tessa, me puedes decir ¿cómo sabías del lugar?
-Bueno, ya
sabes que estudié en Londres y demás ¿verdad?
-Ajá
-Pues en la
universidad según tu popularidad unas especie de sectas te entregaban una
tarjeta con una dirección, en la cual por trabajar unas horas ganas mucho
dinero, y bueno yo tuve problemas de dinero y no encontraba trabajo por lo que
un amigo mío me habló de ese lugar y decidí probar, al principio me daba
vergüenza yo era virgen sabes….y él había pasado un mal trago con una chica,
asique bueno el fue con el que perdí mi virginidad, había dos clubs uno para
chicas y otro para chicos, y bueno de vez en cuando nos juntábamos todos y
nos…ya sabes nos acostábamos entre nosotros.
El chico de
anoche es Felix, lo conocí en el club donde trabajaba mi amigo y con el tiempo
pues empezamos a gustarnos y siempre que llegaba la cita entre los dos clubes
nosotros nos acostábamos, Felix es el mejor amigo del chico enmascarado con el
que pasaste la noche Claire.
-Quieres
decir…que tú eras una ¿prostituta?
-Bueno no en
ese sentido, ya que yo solo tenía sexo con Felix o con mi amigo cuando él no
estaba, solo era algo físico nada más.
No me lo
podía creer pero bueno, seguimos hablando las dos largo y tendido, hasta que a
las ocho de la tarde Derek me llamó para ir a cenar a casa de los padres de Jared
por su puesto dijo que llevase a Tessa conmigo.
A las nueve
y media llegamos a la casa de Esme y William, y para mi desgracia Brian también
estaba allí.
-Hola Claire,
cuánto tiempo sin verte-dijo Esme abrazándome, al igual que William-
-Lo mismo
digo, a os presento a Tessa Stuart mi amiga
-Encantada Tessa,
pero venga pasad
Entramos y
allí estaba mi tormento Brian Sullivan y vestía unos pantalones vaqueros
repe-gados, con una camisa blanca remangada por los codos que parecía un chico
de anuncio.
Cuando vio a
Tessa sus ojos se iluminaron y algo en mi interior se removió.
Después de hacer
todas las presentaciones y demás cenamos entre risas y gracias de mi hermano Derek,
Tessa y Brian no se dejaron de sonreír en ningún momento y eso por un lado me
molestó.
Esa noche se
me estaba haciendo eterna y por si fuera poco hacía un mes que habían cerrado
el programa que yo hacía en la radio, por lo que tenía mucho tiempo libre por
las noches, asique pasé casi toda la noche bebiendo y así terminé quedándome a
dormir en casa de los Sullivan, estaba por ir al baño cuando al pasar por la
habitación de Tessa escuché pequeños susurros y de pronto un gemido y el nombre
de Brian saliendo de la boca de mi amiga.
Con rabia
salí sin hacer ruido de la casa de los Sullivan terminando en una explanada
alejada del bosque de los Sullivan y allí lloré como hacía tiempo no lo hacía,
algo por lo que realmente no sabía por qué me sucedía.
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