Capítulo 09
Damon
no se movió, siguió abrazando a Elena mientras trataba de analizar lo que
acababa de ocurrir. Aparentemente, no era más que
un apasionado encuentro
sexual. De hecho, uno de los mejores que había
tenido en su vida.
Pero sabía que
significaba mucho más. No había
sido sólo sexo. De haberlo sido, su
corazón no se sentiría como en ese momento, lleno de emociones y de esperanza.
Le
acarició suavemente la espalda a Elena y le dio un tierno beso
en la cabeza. Después,
se separó de ella lo suficiente
para poder mirarla a los ojos. Vio mucho
dolor en ellos y fue cómo sentir
una bofetada. Parecía frágil y asustada.
Se
preguntó si estaría así por su culpa
o por lo que acababa de pasar. Esperaba que
no se arrepintiera de lo que
había ocurrido.
–¿En
qué estás pensando? Dime que no lo lamentas, Elena. Eso no lo soportaría –susurro
él con la voz cargada de emoción.
Ella
negó con la cabeza y suspiró aliviado.
Le acarició
la mejilla. La deseaba y quería volver con ella. Ya no le importaba lo que le había
hecho. Después de romper con Elena, había
tenido varios meses para analizar
su relación y se había dado cuenta de que también él había tenido parte
de culpa. Creía que había
trabajado demasiado y no se había
ocupado de ella como se merecía.
Por un
motivo u otro, las cosas se habían
torcido y estaba decidido a descubrir
las causas para no volver a caer en los
mismos errores.
Sin
poder resistirlo, le besó la frente y después los párpados. Plantó otro
beso más en la mejilla
y uno en la boca. Sintió que volvía a excitarse.
–¿Estás
cómoda de lado? –le preguntó él–. ¿O preferirías estar
encima?
Sin
esperar a que respondiera, la tomó entre sus brazos y la hizo girar hasta
tenerla sentada a horcajadas sobre él.
Era
increíble volver a estar así con ella. Cerró
los ojos para tratar de calmarse y respiró profundamente. No había podido evitar perder el control la primera vez y esperaba poder durar más y alargar así el placer
para los dos.
Elena
apretó los muslos contra sus caderas y
se levantó ligeramente antes de
volver a sentarse. Comenzó a
acariciarle las caderas. El embarazo
había engordado sus pechos, los pezones eran
más oscuros y grandes. Se le hizo la boca agua al verlos así, estaba
deseando saborearlos de nuevo. Jugó con ellos entre los dedos hasta
que Elena se quedó sin
respiración, sintió como los músculos
de su sexo se contraían y tuvo que
detenerse durante unos segundos
para no terminar antes de tiempo.
–Me
encanta tu cuerpo. Estás preciosa embarazada, Elena. No puedo dejar de tocarte,
me vuelves loco.
Le
regaló entonces una sonrisa que consiguió llegarle al alma.
Elena
tomó sus manos y se apoyó en ellas para levantar
levemente las caderas, como había
hecho unos minutos antes. Cada vez le costaba más no dejarse llevar.
–Me
vuelves loco –murmuró de nuevo.
Ella
volvió a sonreír. Sin soltarle las
manos, comenzó a moverse
lentamente, siguiendo el ritmo que marcaba su propio placer.
Se
miraron a los ojos y mantuvieron ese contacto visual durante todo el tiempo, hasta que
no pudo aguantar más.
Elena
comenzó a jadear, parecía estar a punto
de llegar al clímax. Él también estaba cerca,
pero esperó a que llegara ella antes.
Cuando lo sintió, la abrazó con fuerza y tomó entonces las riendas de los movimientos. La acarició
y la besó mientras le decía lo
bella que era. No tardó en alcanzar el orgasmo, fue un momento increíble.
Ella
se dejó caer sobre su torso y lo besó en el cuello.
Se dio cuenta de que no podía vivir sin ella, tenía que asegurarse de que no
volviera a dejarlo. Sentía que Elena le pertenecía, era su hijo el que
crecía en su vientre y vio con claridad
lo que tenía que hacer. Ella lo necesitaba y él estaba deseando
cuidar de ella.
Estaba dispuesto a olvidar el pasado
y esperaba que ella quisiera
retomar la relación. Después de todo, no era él quien la había traicionado.
–¿Te
apetece desayunar en la cama? –le preguntó él entonces.
–Me
encantaría. Además, creo que no podría moverme aunque quisiera –confesó
Elena.
Sonrió al oírlo. Nada le apetecía más que quedarse
en la cama con ella.
De hecho, esperaba poder convencerla para pasar así todo el día.
–Voy a
pedir que nos suban algo para
comer –le dijo él–. Ahora vuelvo –agregó mientras le daba un beso en la nariz.
Se
separó de ella y se sentó en la cama.
La miró por encima del hombro y vio que le había robado la almohada. No pudo evitar echarse a
reír. Era algo que siempre había hecho.
–No te
la voy a devolver –murmuró ella.
–No te
preocupes, no hay nada tan
importante para mí como el confort de mi chica –repuso él.
Elena
levantó las cejas al oírlo y se quedó mirándolo.
–¿Lo
soy? –le preguntó entonces ella.
–¿El
qué?
–Tu
chica –repitió Elena–. Necesito saber
qué significa lo que ha pasado.
¿Volvemos a estar juntos? No sé
muy bien qué es esto y no pienso dar nada por sentado.
Respiró profundamente al oírlo. Era un tema delicado. No quería echar a perder todo
lo que habían conseguido durante las últimas horas.
–Eso depende de ti –dijo él–. Creo que yo
te he dejado muy claro lo que quiero y hacia dónde me gustaría que
fuera la relación. Eres tú la
que tiene que decidir lo que quieres.
–Mi
cabeza me dice que sería una
idiota si aceptara tu proposición
–murmuró Elena.
–¿Y
qué te dice el corazón? Elena suspiró.
–Mi
corazón me dice que esto es lo que quiero. ¿Y qué te dicen
tus sentimientos, Damon? ¿De verdad quieres esto?
–Sí, Elena,
lo quiero. Lo deseo tanto que la
idea de que te vayas de mi lado me rompe el corazón.
–Pero
yo nunca me fui de tu lado –le dijo Elena.
–No
hablemos de eso, ¿de acuerdo? Pasara lo que pasara entonces, el hecho es que no
quiero que te vayas ahora. No
podría soportarlo.
–De
acuerdo –susurró ella.
Lo
dijo tan bajito que apenas lo entendió.
–¿De
acuerdo?
–Quiero
quedarme. No sé qué va a pasar, pero quiero intentarlo.
Sintió
un alivio tan grande al oír sus palabras
que se quedó sin aliento. Le entraron ganas de abrazarla con fuerza y no soltarla
jamás, pero se controló. No
quería asustarla.
–Vamos
a hacer mucho más que intentarlo –le prometió él–. Vamos a
conseguirlo, Elena. Esta vez, lo lograremos.
mm.. me molesta que el hable como si fuese la única victima¡ que ganas tengo de que se entere de lo que paso de verdad. quiero ver su cara¡ jaja gracias y espero el próximo¡ >^.^<
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