Dulce espera (2012)
Los días y
semanas pasaron, y sin apenas enterarme por el trabajo y demás pasaron otros
tres meses y medio.
Eran finales
de Mayo y ya faltaban dos semanas para estar de nueve meses, Anthony nacería
para principios o mediados de Junio, según dijo mi ginecóloga.
Hoy hacía un
día cálido y paseaba por la Piazza Navona dirección a
Via dei Coronari lugar dónde en esta época hacían la Mostra dell´Antiquariato o fiesta de antigüedades, aproveché esta fiesta para comprar cosas para la habitación del bebé, aún me parecía raro que dentro de poco tendría un pequeño entre mis brazos, por el cual debería de preocuparme en darle la mayor atención y cariño del mundo en los próximos años.
Via dei Coronari lugar dónde en esta época hacían la Mostra dell´Antiquariato o fiesta de antigüedades, aproveché esta fiesta para comprar cosas para la habitación del bebé, aún me parecía raro que dentro de poco tendría un pequeño entre mis brazos, por el cual debería de preocuparme en darle la mayor atención y cariño del mundo en los próximos años.
Seguía sin
saber nada de mi familia y no me atrevía a llamarlos por si Tayler me
localizaba, Michelle me estaba ayudando mucho con el embarazo y nuestra amistad
era muy fuerte. No tenía coche asique volví andando a casa pasando antes por el
centro comercial, ya que el olor a Kebab de uno de sus restaurantes, me abrió
el apetito.
Cuando
llegué a casa me tumbé un rato a descansar en el sofá y sin apenas darme cuenta
me dormí.
Estaba en
una cama enorme con cortinas de seda iguales que las que salen en las películas
de la realeza en la Edad Media, había un chico sentado en la cabecera de la
cama con su espalda desnuda sobre ella, sus brazos los tenía cruzados y parecía
que estaba completamente desnudo, miraba en mi dirección mientras yo me
acercaba a su posición con paso firme y corto, miré su perfecto dorso, su
mentón y me detuve en sus labios que me llamaban a gritos, me relamí por la
anticipación y sin mirarlo a los ojos lo besé, sus manos pronto estuvieron
rodeando mis caderas para profundizar más el beso, como acto reflejo me puse a
horcajadas sobre él notando en ese instante su erguido miembro contra mi sexo,
lo que me hizo gemir sobre su boca, poco a poco subió sus manos a mis muslos
subiendo a su paso mi pequeño camisón.
Sus labios
bajaron a mi cuello, el cual mordió y lamió a su antojo, sus manos se movieron
hasta mi desnuda intimidad, con dos de sus dedos abrió mis labios, mientras la
otra mano acariciaba mi clítoris se movió un poco y cuando creyó oportuno me
embistió de forma brusca, ante ese acto gemí y aún con sus dedos abriendo mis
labios me penetró de forma cada vez más rápida, nuestros gemidos, cada vez eran
más altos, al igual que los gritos.
-Más-gritaba
yo subiendo y bajando por su longitud, la cual resbalaba por mis jugos-
-Claire, me
vuelves loco-decía el enmascarado-
-Más fuerte
por favor, quiero sentirte más profundo-dije aún más rápido, ya que estaba a
punto llegar al culmen-
-No te
corras aún-me pidió-
-No
puedo-dije con lágrimas en los ojos por el inmenso placer-
-Sé que
puedes cariño, hazlo-dijo saliendo de mí-
Las lágrimas
salían de forma atropellada de mis ojos, por la separación, mi sexo estaba
hinchado y quería explotar. El enmascarado se puso de rodillas, se puso a mis
espaldas y me penetró desde atrás haciéndome gritar de placer, sus embestidas
cada vez eran más rápidas y profundas y me estaban llevando camino al infierno
por el calor que sentía en mi bajo vientre.
-Mmmmm, me
voy a correr, vente conmigo por favor…-jadeé con otra rápida y profunda
estocada-
-Te dije que
disfrutarías conmigo Claire.
-Déjate de
tonterías Sullivan y termina de follarme-grité, cuando Brian dio su última
estocada en mi interior, haciéndome tener el mayor orgasmo de mi vida-
Antes de
terminar mi orgasmo, volvió a penetrarme a la vez que metía uno de sus dedos en
mi ano, provocando que mi orgasmo se alargase más aún.
-Te amo
Tras ese
erótico y a la vez extraño sueño me desperté sudando, seguía teniendo tripa y
seguía tumbada en el sofá de mi casa en Roma, me sentía húmeda por lo que toqué
mis braguitas y las noté empapadas.
Decidí irme
a dar una ducha de agua más o menos fría para quitarme el sudor y el calentón
ya que el recuerdo del sueño me ponía mala.
Tiempo atrás
le comenté sobre mi apetito sexual a mi ginecóloga y me dijo que era normal y
que era mejor saciarme ya que si no me pondría de mal humor y terminaría
frustrándome, que es como estoy ahora.
Varias veces
había pensado en contratar a alguien pero esa idea desaparecía pronto, ya que estaba
embarazada y me daba un poco de vergüenza, y las simples caricias de mis dedos
y un consolador ya no me sacian, mi cuerpo necesitaba más.
-Claire ya
estoy aquí, ¿y a que no sabes, quién vino conmigo?
-Ya
salgo-dije poniéndome ropa cómoda-
Al salir vi
a Michelle y a su lado a Felix, al verlo mi cuerpo se puso en llamas, ahora
veía lo bueno que estaba este chico, asique no pude evitar morderme el labio.
-Claire, ven
tenemos algo que decirte-dijo Michelle avergonzada-
-Hablar-dije-
-Felix se
quedará aquí hasta que nazca tu bebé
-¿Y el bufete?
-Está Ángela
y los otros chicos-dijo Felix- verás Claire, Michelle me contó lo de tu
problemilla con tus locas hormonas que te traen de cabeza…
Yo me
sonrojé por la vergüenza.
-Claire es
lo más normal del mundo y por eso estoy aquí, el tiempo hasta que nazca el bebé
quiero darte lo que tu cuerpo te pide, sin compromisos tú te relajas y obtienes
lo que tu cuerpo desea y yo tengo techo hasta que nazca el bebé y sexo gratis
como quien dice…no me mal interpretes vale, yo no voy haciendo esto con todo el
mundo, lo quiero hacer porque te conozco y eres mi compañera y amiga, y lo que
pase en este piso entre los dos, no saldrá de aquí.
-Yo…..no
sé-dije sonrojada-
-Claire
mírame
Alcé mi cabeza
y lo miré a los ojos
-Solo te voy
a hacer un favor vale, asique déjate llevar-dijo acercándose a mí de forma
lenta-
-Felix,
Michelle….
-Shhhhh… me
dijo que nos dejaría a solas, asique no te preocupes, relájate y disfruta-dijo
besándome por encima de mis senos, lo que me hizo gemir-
-Ahh
-Vamos a tu
cuarto-dijo tomándome de la cintura-
Entramos a
mi habitación y cerró la puerta con pestillo, me empezó a desnudar despacio y
yo a él, bastante nerviosa y avergonzada.
Cuando
estábamos en ropa interior me tumbó sobre la cama y empezó a besar mi cuello y
lamer y masajear mis senos por encima del sujetador.
-Mmmm,
más-dije en un jadeo-
Sus manos se
metieron por detrás de mi espalda y me quitó el sujetador, nada más quedar mis
pechos al aire, Felix los lamió, mordió y succionó, mientras el otro recibía
gratas caricias.
Después su
mano derecha bajó hasta la cintura de mi tanga y liándolo en uno de sus dedos
lo rompió, ese acto me hizo gemir su nombre.
-Felix…..mmmm
Sus labios
bajaron de mis pechos a mi abultado vientre y de ahí empezó a besar el interior
de mis muslos lo que me hizo tensarme.
-No tienes
por qué hacer eso-dije con la voz entrecortada-
-No te
preocupes por nada, solo relájate y disfruta de mis caricias-dijo mordiendo mi
clítoris mientras introducía dos de sus dedos en mi interior-
-Dios-gemí,
mientras sus dedos embestían cada vez más rápido en mi interior-
Sus dedos
siguieron dándome placer hasta que me corrí en su boca, lamió mi sexo para
limpiar mis jugos y se levantó de la cama, cogió sus pantalones y sacó una caja
de preservativos, le quité el que tenía en la mano y lo tumbé en la cama, el
iba a protestar pero lo callé.
-Tú me has
dado placer y ahora yo te lo voy a dar a ti
-Claire no
es necesario que tú
-Shhhh no
quiero seguir entonces si los dos no lo disfrutamos-dije abriendo el
preservativo, bajando su bóxer y deslizando de forma firme y despacio el
preservativo en su erecto pene-
-Mmmm-gimió-
Puse mi mano
en su verga y empecé a moverla de arriba abajo con lentitud y cuando sus
caderas empezaron a moverse aumenté la presión y la velocidad haciendo que se
corriese en poco tiempo.
Se quitó el
condón, se puso otro y cogió un cojín, me hizo levantar las caderas y una vez
obtenida la posición se masturbo entre mis piernas mirándome y cuando su pene
estaba completamente erecto se posicionó entre mis piernas y poco a poco me
penetró, haciéndome gemir como nunca.
-Oh Dios
estás realmente estrecha y húmeda-dijo moviéndose en mi interior-
-Ahhh-gemí
alto, cuando sus embestidas aumentaron de velocidad-
Quince
minutos después llegamos al orgasmo juntos, exhausta me quedé dormida y
relajada.
Pronto pasó
otra semana, Felix solo tuvo que volver a saciarme tres veces más en la semana
y hoy me sentía realmente molesta ya que apenas había dormido, porque el niño
no había dejado de moverse en toda la noche además de que había ido hoy más
veces al baño que en todo el embarazo.
A las diez
salimos Michelle y yo, habíamos quedado con Felix para dar una vuelta por el
parque, asique cuando terminamos de vestirnos subimos al ascensor y dos plantas
antes de llegar a la planta baja el ascensor se paró a la misma vez que sentía
un fuerte dolor en mi bajo vientre.
-Ah-me
quejé-
-Claire
tranquila seguro pronto vuelve la luz-dijo Michelle-
Le iba a
decir que no era eso, cuando sentí otro dolor como el anterior y tiempo después
noté como algo líquido bajaba por mis piernas.
-Michelle…
-Claire
seguro ya han llamado para que arreglen el ascensor-dijo hablando deprisa por
los nervios, ya que era algo claustrofóbica-
-¡!Michelle¡!-grité-
-Creo que
acabo de romper aguas-dije a regañadientes ya que me había llegado otra
contracción-
-Oh Dios
mío, Oh Dios mío-decía Michelle dando vueltas por el ascensor-
-Michelle
para me estás poniendo histérica con tanta vuelta –dije ante otra contracción-
-Llama a
Felix y dile lo que ha pasado…-susurré-
-Aquí no hay
cobertura
-Pues llama
a emergencias, porque Anthony va a salir ya-dije llorando de impotencia-
-Tranquila Claire,
seguro alguien nos escucha-dijo Michelle-
-Maldita
sea, no funciona el ascensor-se escuchó decir a una mujer-
-Ahh-grité
ante otra contracción-
-Hola ¿hay
alguien ahí?-preguntó la señora-
-Hola, sí
señora, mi amiga y yo nos hemos quedado encerradas en el ascensor y encima se
ha puesto de parto, podría por favor llamar a emergencias, aquí no hay
cobertura-dijo Michelle tomándome de la mano-
-Oh Dios mío
¿cuánto tiempo lleva con las contracciones?
-Quince
minutos ya
-Bien debe
quitarse la ropa interior y tú mirarle a ver cómo va todo, tal vez debas
ayudarla a traer al mundo a su bebé
-¿Qué?-grité
ante otra contracción-
-Cada cuanto
son las contracciones
-Cada cuatro
minutos-le dije a Michelle-
-Cada cuatro
minutos
-Pues vas a
tener que sacar tú el bebé
-¿Cómo lo
sabe?
-Soy
madrona, intentaré ponerme en contacto con el portero que tiene las llaves del
ascensor para abrirlo y ayudaros ¿vale?
-Lo que sea,
pero por favor dese prisa-grité por otra contracción-
Minutos
después noté una fuerte presión en el vientre lo que me hacía gritar.
-Michelle,
va a salir-dije llorando-
-Espera voy
a ver-dijo mirando bajo mi falda-
-C…Claire….veo…la
cabeza del bebé
-Ahhh…como
duele-me quejé-
-¿Dónde está
esa mujer?
-Ahhh-grité
con otra contracción a la vez que empujaba-Michelle, olvídate de eso y ayúdame,
tú sacarás a mi hijo
-Claire pero
yo no sé…
-Ah-dije
apretando los dientes-recuerda las películas que vimos y hazlo
-Está bien,
respira y en la próxima contracción empuja con todas tus fuerzas.
Y eso fue lo
que hice.
-Claire sus
hombros ya están fuera amiga-dijo Michelle llorando-solo un poco más y estará
en tus brazos
En la última
contracción empujé con todas mis fuerzas y fue entonces cuando escuché la voz
de la mujer y el llanto de mi bebé.
-Oh mira Claire-dijo
Michelle con mi hijo en brazos- toma
Cansada,
sudada y feliz recibí en mis brazos al pequeño Anthony Evans.
-Es
precioso-dije llorando y besando su cabecita-
-Chicas
siento el retraso pero no encontraba al portero, los chicos de emergencias ya
están aquí y por lo que he oído el bebé ya nació, ¿habéis cortado el cordón
umbilical?
-No-contestó
Michelle-
-Bien pues
busca unas pinzas y unas tijeras en tu bolso y ponlo en el cordón del pequeño.
Michelle
cogió unas tijeras que yo llevaba en el bolso sin estrenar y después de liar el
cordón umbilical de mi pequeño lo cortó, y fue en ese momento cuando el
ascensor volvió a funcionar.
-Chicas ya
funciona el ascensor, os esperaremos en la planta baja
Cuando el
ascensor paró en la planta baja dos chicos de emergencias me cogieron en brazos
y me tumbaron en una camilla, me subieron a la ambulancia y ya instalada
pusieron a mi pequeño en mi regazo, donde dormía tranquilo, Michelle llamó a
Felix contándole lo ocurrido y salimos dirección al hospital.
Mientras me
curaban y examinaban si todo estaba bien, revisaban a mi pequeño y me pedían
mis datos y los de él.
No sé a qué
hora nos subieron a los dos a planta, donde nos esperaban Michelle y Felix
abrazados.
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