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BIENVENIDOS A TOD@S A ESTE BLOG, ESPERO QUE DISFRUTÉIS LEYENDO LAS ADAPTACIONES DE CRÓNICAS VAMPÍRICAS.

COMO SABÉIS LOS PERSONAJES NO ME PERTENECEN Y LAS HISTORIAS QUE ADAPTARÉ TENDRÁN EL NOMBRE DE LA AUTORA AL FINAL DE CADA HISTORIA


GRACIAS

10 diciembre 2012

Doble Traición Capitulo 29


Peter POV
Cinco años es el tiempo que llevo alejado de casa y mi familia, debido a lo ocurrido con Alia en Francia decidí quedarme a su lado, ya que aunque yo no le hubiera hecho lo que le hicieron, me siento culpable.

Asique después de cinco años junto a ella y Jeremy volvía a casa, de Ellen nunca supe nada, además de que apenas tuve tiempo de pensar en mí, después de saber lo ocurrido con Alia. Mis padres sabían de mí por nuestras llamadas casi a diario y por los emails que mi padre me mandaba.


Ahora que ya había terminado mi carrera volvía a América para buscar trabajo y saber sobre Ellen, tal vez ahora que han pasado cinco años, pueda hablar con ella, aunque quizás el tiempo no solo la halla ablandado, sino que tal vez incluso tenía a otro hombre en su vida…y si eso era así por mucho que me doliese tenía que aceptarlo, ya que yo era el culpable de todo lo que ocurrió.

Al fin llegué al aeropuerto, Alia me esperaba con Jeremy sentados junto a la terminal. 

Estamos a 14 de Marzo de 2016 y hacía un frío espantoso aquí en Francia. A las diez subimos en nuestro avión, dirección a nuestro hogar, ya que San Francisco siempre será mi hogar, a las ocho de la tarde llegamos a Washington DC, tomamos un autobús dirección a San Francisco y de allí a casa de mis padres, ya que la de Alia llevaba cerrada desde que en navidades se fue a Francia hacía ya casi seis años.

Mis padres seguramente estarían trabajando, pero nos llevamos una sorpresa, cuando los encontramos en casa hablando por manos libres en el salón.

-Ellen, espero tengas suerte en tu viaje, te lo mereces.

-Gracias Esme

-De nada hija, anda pásame a mis dos demonios-dijo mi madre sonriendo-

-Drew, Alex poneros al teléfono son Esme y Justin-dijo su dulce voz-

-Ya vamos mamá-dijeron los dos niños-

El escuchar la palabra mamá a esos niños, hizo que mi corazón saltase, al fin escuchaba su voz otra vez y como supuse rehízo su vida con otra persona con la cual compartía a dos niños, lo que no entendía era ¿por qué llamaba a mis padres? y el ¿por qué ellos nunca me dijeron nada?
Las siguientes palabras que salieron por el teléfono me impactaron.

-Hola abuelita Esme y abuelito Justin.

-Hola mis niños, ¿cómo lleváis vuestro día de cumpleaños?

-Muy bien abuela, gracias por los regalos, siempre los llevaremos con nosotros.

-Me alegra que os haya gustado a los dos, ¿os han regalado muchas cosas?-preguntó mi padre ahora-

-Sí abuelo, mamá y Matt nos han comprado dos bicicletas, un escalectric para los dos y dice mamá que cuando lleguemos a Egipto nos espera otra sorpresa-dijeron los dos a la vez-

-Me alegra escuchar eso chicos, felicidades a los dos-dijo mi padre-


-Gracias abuelo, os queremos-dijeron los dos riéndose-

-Nosotros también os queremos, anda pasadme a vuestra madre-contestó ahora mi madre-

-Mamá, la abuela quiere hablar contigo-gritó uno de los niños-

-Alex no chilles hijo, te he escuchado.

-Adiós abuela-dijo el otro niño-

-Adiós Drew

En ese momento mis pies se movieron solos hacia el salón, Alia me siguió con Jeremy y fue entonces cuando el rostro de mis padres cambió.

-¿Esme me has escuchado?-dijo Ellen, al ver que mi madre no contestaba-

-Yo…si hija, ¿te importa que hablemos luego?

-¿Ocurre algo?-preguntó Ellen-

-No cielo, luego hablamos

-Vale, adiós Esme, Justin…-dijo Ellen antes de colgar-

-Peter, ¿cuánto tiempo llevas aquí?-preguntó mi padre-

-Lo suficiente, como para saber que Ellen tiene dos hijos-dije-

-Peter….lo siento -dijo mi madre bajando la mirada-

-Mamá, han pasado cinco años, ya me temía algo de esto. Ellen merece ser feliz con ese tal Matt y con sus hijos-dije tragando saliva-

-Pero me gustaría saber algo, ¿cuánto tiempo hace que lleváis en contacto con Ellen?-dije-

-Nosotros….desde Diciembre del….

-Tres meses-dije susurrando-

-No Peter, sabemos de ella desde el mes de Diciembre del año en el que murieron sus padres-contestó mi padre-

-¿Desde entonces? ¿Por qué no me dijisteis nada? Sabíais que me moría por saber de ella, sobre todo aquel día en el que os conté todo lo ocurrido con ella.-dije dolido-

-Hijo lo sentimos mucho, ella nos pidió que no te dijéramos nada, no estaba preparada, estaba demasiado dolida y si te decíamos dónde estaba, irías a buscarla y los dos sufriríais más-dijo mi madre-

-¿Y después?, han pasado seis años, creo que en este tiempo ya podíais habérmelo dicho, para poder por lo menos hablar con ella y solucionar las cosas-dije-

-Tú parecías estar mejor en Francia cuidando a Alia y a Jeremy, se te notaba feliz y no queríamos hacértelo pasar mal, pero ahora lo importante es que estáis aquí y espero que para quedaros-dijo mi madre-

-Tienes razón, pero que sepáis que esta conversación…-me cortó Jeremy-

-Peter, ¿esos niños quiénes son?-dijo señalando varias fotos que tenía mi madre puestas en la chimenea-

Cuando las vi me quedé congelado, en ellas aparecían dos niños muy parecidos a mí cuando tenía su edad, había fotos desde meses de nacidos hasta ya con unos cinco años más o menos.

-Yo no lo sé, ¿tengo un hermano mellizo y no lo sabía?-contesté-

-No, son…

-Peter son los hijos de Ellen, mira-dijo Alia tendiéndome una foto de los niños con Ellen-

-Pero eso no puede ser…ellos son.... mamá…-dije tragando saliva al pensar que tal vez esos niños eran mis hijos-

-Peter, nosotros…-dijo mi madre llorando-

-¿Qué?...son mis….mis…

-Tus hijos Peter, sí-contestó mi padre levantándose del sillón-

-Pero ¿Cómo? ¿Cuándo? ¿Por qué no me dijisteis nada?-dije incrédulo-

-El cómo, no creo que haga falta que te lo explique, Ellen lo supo el día de lo ocurrido con sus padres y el por qué no te dijimos nada, es porque Ellen nos pidió tiempo para poder decírtelo ella, no queríamos esto, pero o hacíamos lo que  Ellen  nos decía o ella se marchaba con los niños y Dylan del país-contestó mi padre-

-El desmayo-susurré recordando el día que ocurrió todo, ahora al saber que ella llevaba en su vientre a nuestros hijos, me hizo sentir más miserable-

-Peter…-dijo Alia temblando, mientras me abrazaba y lloraba en mis brazos-

-Tranquila Alia-dije aguantando las ganas de llorar-yo tengo la culpa de todo lo que me está pasando.

-No, no la tienes, ya has sufrido demasiado todos estos años culpándote por lo que pasó y ahora…esto, no te lo mereces Peter-dijo Alia abrazándome-

-Necesito hablar con Ellen, quiero saber de mis hijos y que me cuente ella misma por qué no me ha contado de su existencia en estos seis años-dije-

-Hijo ella se marcha a Egipto en dos horas-dijo Esme-

-¿Cuánto tiempo?-dije temiéndome lo peor-

-Cinco años, los niños como es normal se van con ella, nosotros viajaremos las próximas fiestas para verlos, junto con Dylan-dijo mi padre-

-¿Cinco años? es demasiado tiempo -dije casi gritando-

-Peter, Ellen no quería irse durante tanto tiempo, pero su profesor de la universidad, se la recomendó a un amigo que trabaja allí y no ha podido negarse, ya que oportunidades así ocurren una vez en la vida-dijo mi padre-

-Pero no puedo estar cinco años sin saber de ellos, sin estar dentro de sus vidas, ya he pasado seis años sin estar con ellos, no quiero estar más tiempo así-dije derrotado-entenderme.

-Hijo te entendemos pero viajar con nosotros a Egipto en las próximas fiestas, es muy peligroso ya que Ellen puede alejarlos de nosotros y no queremos eso-contestó mi madre-

-Mi hermana nunca haría algo así, por mucho que le moleste que él sepa de la existencia de los niños-dijo una voz profunda a mis espaldas-

-Dylan-dijo mi madre abrazándolo- Pensábamos que estabas en Boston con Ellen y los niños, antes de que saliesen a Egipto.

-Ya sabes que no me gustan las despedidas, asique… decidí venirme a haceros una visita-dijo-

-Nos alegra saberlo-dijo mi padre-

Dylan saludó a mi padre y después miró hacia donde estábamos Alia y yo con Jeremy.

-Dylan…-susurró Alia-

-Señorita York, Canterville-dijo a modo de saludo, después miró fijamente a Jeremy-

-Hola campeón, ¿cómo te llamas?-dijo Dylan-

-Jeremy-contestó mi ahijado-

-Encantado Jeremy, mi nombre es Dylan-dijo dándole la mano-

-Igualmente-dijo riéndose-

-Jeremy, ¿por qué no sales a jugar un rato al jardín?-le propuso mi madre-

-Vale-dijo corriendo al jardín-

-Voy con él-dijo mi padre-

-¿Queréis algo de tomar?-ofreció mi madre-

-Claro mamá

-Ahora vuelvo-dijo saliendo dirección a la cocina-

-A Drew y Alexander les gustará saber que tienen un medio-hermano-comentó Dylan-

-No son hermanos-contestó Alia-

-Claro-dijo Dylan con una sonrisa forzada-

-Espero que escuches a tu madre y no aparezcas por Egipto en las fiestas, mi hermana no alejará a los niños de ellos, pero….todo será muy tenso si apareces por allí y no te aseguro que Matt o yo podamos controlarnos al verte allí.

-Ahora estamos en la misma habitación y no me has golpeado-dije –

-No me tientes Canterville, que ganas no me faltan-contestó-

-Ya basta los dos, han pasado seis años de lo ocurrido y todos habéis sufrido por partes iguales, asique dejaros de comportaros como niños pequeños y hacerlo como dos adultos que sois-nos regañó mi madre-

-Creo que mejor me marcho Esme, mañana me paso por aquí si no tienes visitas.

-Dylan, por favor ya sois adultos y como tal tenéis que hablar, asique Justin y Jeremy se irán a Seattle, así podremos hablar tranquilos y solucionar esto de una vez.

-Mamá….

-Nada de mamá Peter, hasta que no halláis resuelto esto, no podréis seguir adelante.

Minutos después mi padre salió con Jeremy, mientras mi madre sacaba un blog para empezar la sesión en grupo.

-¿Esto es necesario?-se quejó Dylan-

-Sí, lo es.

-Peter, Alia, quiero que le contéis lo que ocurrió esa noche y lo que sentisteis a Dylan.

-Sin rechistar-dijo cuando nos vio que los tres íbamos a protestar-
Y así comenzó la terapia, nosotros le contamos a Dylan lo que de verdad pasó y él nos contó cómo se sintió aquel día. Al final de la sesión las cosas estaban más calmadas y pudimos preguntarnos por lo que de verdad queríamos saber del otro.

-Dylan, tú…-empezó Alia nerviosa, cuando el teléfono de Dylan, la interrumpió-

-Hola hermosa, ¿cómo estás?-dijo al teléfono-

-….

-Yo también te extraño, mañana si quieres puedes venir a mi casa de San Francisco y pasar el día juntos.

-….

-Claro mi duende, no te olvides de comprar las pastillas, no quiero más sustos-dijo riéndose-

-…..

-Está bien, hasta mañana, te  quiero-dijo cortando la llamada-

-Lo siento, no estamos acostumbrados a separarnos mucho tiempo-dijo sentándose- ¿qué querías preguntarme Alia?

-Yo… nada ya me quedó claro-dijo Alia con su mirada triste-

-¿Cómo se llama?-pregunté por Alia-

Ella me miró agradecida

-¿Quién?

-La chica…

- Se llama Phoebe, llevamos juntos cerca de tres años, nos conocimos en la universidad. Ella es diseñadora de moda y la dueña del gimnasio donde yo voy a entrenar, pienso pedirle que se case conmigo cuando vallamos a Egipto-dijo con una pequeña sonrisa-

-Vaya, vas en serio-dije incómodo-

-Sí, yo siempre voy en serio en mis relaciones-dijo mirando de reojo a Alia-

-Yo iba en serio contigo Dylan-contestó Alia dolida-

-Sí, claro

-Nunca me gustó Peter, solo quería hacer sufrir  a tu hermana porque siempre le tuve envidia-dijo sorprendiéndonos tanto a mí como a Dylan por lo que dijo-Desde pequeña mis padres me comparaban con ella y cuando crecí igual, asique cuando me vine a vivir aquí con mi nana, decidí demostrarle a todos que ella no era tan increíble como el resto creía, asique me uní a Carol, a Lauren y compañía para rebajar a Ellen, fingí ser amiga de ella siempre.

-¿Qué estás diciendo Alia?-dije anonadado-

-Estás bromeando-dijo Dylan impresionado-

-No, no estoy bromeando. Yo siempre fui una niña mimada y consentida asique me aprovechaba de ello, la vida me tuvo que dar una lección para entender que no todo el mundo se junta contigo por interés y que nadie es mejor que nadie, eso por aquel entonces no lo sabía, pero ahora sí lo entiendo muy bien, y me arrepiento completamente de todo lo que le hice a tu hermana.

-Eres….eres… me alegro de no tenerte ya en mi vida, porque me das asco-dijo Dylan cabreado-

-Dylan…-dije-

-Ni Dylan ni nada, mi hermana no le ha hecho daño a nadie, y ella va y la trata de la peor forma posible.

Dylan cabreado salió de la casa, dejándonos a Alia, a mi madre y a mí, solos en el salón.

-Alia ¿qué fue eso?-pregunté aún algo impresionado-

-La verdad, ese era mi verdadero yo, siento todo el daño que os hice a todos, la verdad, supongo que abrí los ojos demasiado tarde, espero me perdones Peter-contestó apagada-

-Yo, no tengo nada que perdonarte Alia, ya los dos hemos sufrido bastante, tu con lo que te pasó en París y yo el perder a mi familia, mamá me gustaría que me hablases de mis hijos-contesté-

-Claro, venid los dos aquí-dijo mi madre señalando el sofá frente a la televisión-la mejor forma de que los conozcas es viéndolos tú mismo-dijo antes de encender la tele y poner un DVD en el reproductor-

Nada más darle al play, salió el título de la película “Drew y Alexander Sweeney, sus primeras veces“.

La primera imagen que apareció fue la de mis pequeños de bebés, estaban en los brazos de Ellen y Dylan mientras entraban en una casa, cuando entraron al salón había un cartel que ponía bienvenidos a casa Drew y Alexander.

-Ese fue el día que le dieron el alta-dijo mi madre-

Después de esa imagen le sucedieron otras como el primer baño, el primer día en casa, el primer mes, sus primeros balbuceos, sus primeros dientes, la primera vez que empezaron a gatear, las primeras palabras, sus primeros pasos, su primer cumpleaños y por último su primer viaje a Boston.

-¿Ese tipo es Matt?-le pregunté a mi madre cuando terminó la película-

-Sí, él ha sido un gran apoyo para Ellen y los niños cuando se mudaron a Boston, es un buen chico-contestó mi madre-

-Entonces los niños piensan que él es su padre, si lleva todos estos años con ellos-dije angustiado-

-No, lo llaman Matt, al que de vez en cuando llaman papá es a Dylan.

-Nunca han preguntado por…mí.

-Solo tienen cinco años, ahora es cuando le pueden hacer ese tipo de preguntas a Ellen, cuando eran bebés e íbamos a visitarlos yo les hablaba de ti, Drew es igual que tú, desde el color de sus ojos hasta su personalidad, lo único que hay en él de Ellen es su sonrojo y el amor por la lectura, desde bebé le gustaba que su madre o su tío les leyese algún libro, sino lo hacían no podía dormir-dijo riéndose-

Yo sonreí, al menos algo era algo.

-Y Alexander…

-Alex es igual que su tío Dylan pero con el pelo y los ojos de Ellen, es un niño muy cariñoso, quiere con locura a su hermano y a Ellen, le encanta que Ellen le cante antes de dormir, el año pasado le regalamos un piano y según me dijo Ellen, raro es el día que no se sienta en él para tocar.

-Menos mal, pensé que ninguno de los dos le gustaría la música como a mí.

-Ya los verás, son muy parecidos a ti, sobre todo Drew es el más sobreprotector de los dos-contestó tocando mi cara a la vez que reía-

-Eso me deja más tranquilo-dije riendo a carcajadas-

-Hijo tal vez haya una manera de que veas a los niños sin que Ellen lo sepa-dijo mi madre algo nerviosa-

-¿De verdad?-pregunté emocionado-

-Sí, podrías venir con nosotros a verla a Egipto sin que Dylan se entere, los verás a la distancia y cuando pueda estar con ellos a solas iré a tu encuentro para que los veas, eso sí, no puedes decirles que eres su padre, porque entonces le preguntarán a Ellen y nos descubrirán.


-Mamá, no quiero que tengas problemas con Ellen, creo que podré soportar verlos en la distancia.

-Hijo…

-Mamá, si Ellen se entera pensará que la habéis traicionado, además quiero que sea ella la que me cuente sobre la existencia de mis hijos y la que me los presente.

-Tienes razón hijo, lo haré como dices-dijo con una pequeña sonrisa-

Minutos después mi padre y Jeremy llegaron a casa, comimos y hablamos de lo que pensábamos hacer ahora, que ya habíamos terminado nuestras carreras, y para terminar hablamos de Drew y Alex.
Después de hablar subí a mi habitación, cogí ropa limpia y me duché, cuando bajé Alia les estaba contando a mis padres, que mientras estudiaba, trabajaba también en un concesionario para poder pagar todos los gastos de Jeremy, ya que no quería que sus abuelos lo hicieran.

Al día siguiente fui al cementerio para visitar las tumbas de Bruce y Scarlet, las cuales estos años mis padres han cuidado.
Hablé con ellos todo lo que sabía de Drew y Alex, y les volví a pedir perdón por lo que le hice a sus hijos otra vez.
Cuando salía del cementerio, me encontré con Dylan.

-Peter…-dijo con una chica bajita y delgada a su lado-

-Dylan y….

-Phoebe, soy Phoebe, encantada de conocerte-dijo dándome un abrazo-

-Igualmente Phoebe-contesté cortado, nunca pensé que Dylan estaría con una chica así-

-¿Qué haces aquí, a todo esto?-preguntó Dylan-

-He venido a visitar a alguien.

-Ya sé, tú eres el que le cambia las flores a mis padres, ¿no?

-Sí, no quería molestaros por hacerlo-dije susurrando-

-No me molesta, me alegra que mientras nosotros no estuviésemos aquí, tú te ocupases de ellos, gracias.

-Es lo menos que podía hacer-contesté-

-Ya, bueno te dejamos voy a presentarles a mi chica, nos vemos.

-Hasta luego-contesté

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