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BIENVENIDOS A TOD@S A ESTE BLOG, ESPERO QUE DISFRUTÉIS LEYENDO LAS ADAPTACIONES DE CRÓNICAS VAMPÍRICAS.

COMO SABÉIS LOS PERSONAJES NO ME PERTENECEN Y LAS HISTORIAS QUE ADAPTARÉ TENDRÁN EL NOMBRE DE LA AUTORA AL FINAL DE CADA HISTORIA


GRACIAS

21 febrero 2013

La Venganza es Dulce Capitulo 11


Secuestrada
Una vez en la calle la buscó, cuando la vio en una zona más oscura con alguien se extrañó y decidió acercarse, por si necesitaba ayuda.
Cuando vio quien era, Jimena le llamó la atención para que dejase en paz a Lisa.


Pero era demasiado tarde  Eric avisó a sus amigos, para entretener a Jimena, mientras él dormía a Lisa con cloroformo, ya que ella no paraba quieta un momento, después la metió en el maletero de su coche y salió a toda velocidad del aparcamiento del hospital. Los amigos de Eric una vez vieron que se marchaban en el coche, golpearon a Jimena y una vez la dejaron inconsciente se marcharon, antes de que los descubriesen.

Mientras tanto dentro del hospital, Diego y Fabi entran a ver a Luka. Diego nada más ver a su hermano se derrumba ante él llorando, como nunca en su vida había hecho.

Entretanto, Albert preocupado porque Lisa y Jimena no vuelven decide salir en su busca.

Una vez fuera, Albert ve a Jimena tirada en el suelo por un golpe en la cabeza. Rápido la entra al hospital y las enfermeras la atienden, intenta encontrar a Lisa pero no la ve por ningún lado hasta que girando una de las esquinas más retiradas de la entrada al hospital ve un objeto brillar en el suelo.

En ese mismo momento en otra parte de la ciudad los tres chicos pisan el acelerador de sus lujosos coches para llegar a una casa abandonada a las afueras del primer pueblo cercano de Anzio, Lisa sigue inconsciente y lo que no sabe es lo que va a pasar en ese lugar. Cinco minutos después los chicos llegan a ese lugar donde los fines de semana se ponen hasta el gorro de drogas y alcohol y dejan a Lisa en una de las habitaciones que utilizan como el lugar de "encuentro "entre los chicos de la fiesta.

Mientras tanto en Anzio dos padres muy preocupados buscan a una chica joven y a su hijo Diego para saber sobre el accidente de Luka y Albert acompaña a Jimena hasta la sala de curas para esperar a que despierte y preguntarle por Lisa

Momentáneamente, Luka aún en coma ve cada cosa que ha pasado toda esa noche y recordaba también como habían llegado a Italia por una beca y como conocieron a los chicos. Pero de pronto cuando todos los recuerdos terminaron, una luz lo cegó haciéndolo ver a una mujer, su ángel.

En el instante que iba a tocar su mano, la luz vuelve a resplandecer y ve como su hermano y sus amigos, sufren por él en la sala de espera.
Él nunca creyó en estas cosas, pero como se dice “hasta que no lo ves no lo crees”, eso mismo es lo que le sucedió a Luka.

La voz del ángel irrumpió en la visión de Luka y le confirmó, lo que él ya sabía, que todos sus amigos y su hermano, lloraban y se preocupaban por su estado.  Después de esas palabras el ángel desapareció y la luz del túnel también, quedando todo en oscuridad.

Después de eso Luka entró en un profundo sueño dentro de su inconciencia, donde se sucedían imágenes de sus amigos. En ellas estaba viendo sin saberlo lo que les estaba pasando en cada momento a su hermano y amigos.

En unas de esas imágenes vio como Lisa era metida en un maletero y como Jimena era golpeada en la cabeza.

En ese momento Luka deseaba con todas sus fuerzas despertarse y avisar a su hermano y amigos sobre lo que les estaba pasando a las chicas. Lo intentó nada más escuchar a Fabi y a Diego entrar en su habitación, pero él no podía hacer nada por mucho que quisiese despertarse. La última imagen de Lisa que vio fue la de esta atada de pies y manos en una habitación mugrienta.

Mientras esto sucedía en la habitación de Luka; Albert entraba corriendo al hospital con Jimena en brazos y el colgante de Lisa en su puño. Él no sabía lo que había pasado pero sí que Lisa estaba en peligro, ya que tenía la misma sensación que cuando en un barrio de Alemania, intentaron violarla. 

Las enfermeras se hicieron cargo de ella, Albert se quedó con ella para preguntarle por lo sucedido, pero aún seguía inconsciente. Por eso en un momento salió de la habitación y fue en busca de Stefan y Vane, para contarle lo sucedido.

En la cafetería del hospital; Vane y Stefan toman algo para tranquilizarse un poco y de paso hablar sobre todo lo que estaba pasando.

- Se sincera ¿por qué no has querido entrar a verlo?-le preguntó Stefan-

- Porque Diego necesita apoyo, y yo no sé si podría darselo

- Pero ¿quieres verlo?

- Si necesito saber si está bien, sé que el medico dice que saldrá de esta sin consecuencias y que despertara pero necesito verlo.

- ¿Hablo con el médico para que te deje entrar?

- No me va a dejar

- Déjame a mí y veras como sí.

Cuando Stefan y Vane volvieron a la sala de espera, Diego y Fabi ya estaban allí. Les preguntaron por cómo estaba Luka y después entraron a verlo. Cuando minutos después salieron de la habitación de Luka, Albert les estaba contando lo sucedido con Jimena fuera del hospital y sobre que no sabía dónde estaba Lisa. Vane preocupada por sus amigas fue a ver a Jimena, a la vez que pensaba en la desaparición de Lisa.

Media hora después de lo ocurrido Jimena despertó.
A la misma hora pero en una casa  abandonada de Anzio, Lisa despertó de los efectos del cloroformo. Primero se sintió desconcertada, pero cuando se dio cuenta de que no podía moverse, sintió pánico ya que estaba atada de pies y manos en un inmundo colchón y en el lugar donde antes había un cabecero enganchado.

De pronto se abrió una puerta dejando a la vista a Eric:

- Hola hermosa al fin has despertado-dijo Eric con voz pastosa-

- Suéltame-contestó Lisa asustada-

- No hagas eso o te dolerá-contestó acercándose a ella-

- No te acerques-lo amenazó-

- Jajaja me estás amenazando-dijo acercándose a su cara y tocándole una mejilla-te recuerdo que eres tú la que estás atada a una cama.

- ¿No te parece que ya has hecho el suficiente daño provocando el accidente de Luka?-dijo ahora algo cabreada-

- Así que te has dado cuenta-dijo con una gran sonrisa-fue fácil solo lo seguí y en un giro me puse en el carril de sentido contrario y lo deslumbré, después pum-dijo juntando sus manos-

- Casi lo matas-gritó con lágrimas en los ojos-

- Bueno pero está vivo ¿no?-dijo alzando las cejas-

- Lo has dejado en coma idiota-dijo ella furiosa-

El en respuesta le golpeó.

- No me vuelvas a insultar-dijo dándose media vuelta y agachándose a una mesa pequeña, no podía ver bien, pero creo que estaba absorbiendo algo por la nariz-

- Bien ya llegó el momento,  la gente ya está aquí y no creo que se oiga mucho-dijo empezando a quitarse la camisa-

"Oh no, lo iba a hacer, iba a hacerme suya"-pensó  aterrada-

- No te preocupes no te dolerá, bueno en realidad eso depende de tí, así que relájate y disfruta-dijo quitándose ahora los pantalones y los zapatos-

- No por favor-dijo temblando un poco-

- No te preocupes pronto entrarás en calor, toma esto te ayudará-dijo ofreciéndole una raya-

- No quiero

- Te he dicho que tomes-dijo tirándole del pelo con fuerza hacia esa asquerosa droga-respira vamos-gritó-

Con todo el dolor del mundo absorbió todo ese asqueroso polvo, haciendo que su paso por mi nariz, quemase no pude aguantar más y las lágrimas salieron de mis ojos.

- ¿Tienes miedo?-dijo riéndose-no me digas que eres virgen?-se burló-

Lisa no contestó.

- Contesta-bramó golpeando su mejilla-

- No, no te tengo miedo, sino asco-gritó-

El en contestación le volvió a golpear, haciendo que de su boca saliese sangre.

- Um sangre, me encanta-dijo relamiéndose y acercándose para chupar su labio-exquisita.

Empezó a moverse sintiendo como sus muñecas ardían por el roce de las cuerdas.

- Te voy a hacer mía ya-dijo subiendo a la cama dirección a su cuello el cual chupó, mordió y saboreó sin descanso-

Era tan asqueroso, volvió a moverse y entonces en un rápido movimiento el sacó una navaja del cajón de la pequeña mesita de noche.

- Empecemos-dijo desabrochando la camisa de un tirón-

- Por favor para-dijo jadeando por el efecto de las pastillas-

- Shhhh-le hizo callar con la navaja en los labios-pórtate bien.

Sin darse a penas cuenta el sacó sus bóxer, dejando a la vista su miembro, el cual masajeó delante suya.

- Chupa-le ordenó acercando su miembro a la boca-

En contestación apretó sus labios con fuerza.

- Te estoy diciendo que chupes-gritó amenazándole con la navaja-

Sin poderlo remediar abrió la boca y segundos después notó como su miembro embestía sin descanso su boca, cada embestida hacía que sus ganas de vomitar aumentasen, pero no se iba a rendir tan fácilmente así que en una de sus fuertes embestidas hizo el amago de masturbarlo sola y lo mordió. El alarido de dolor que salió de su boca fue enorme, incluso notó un sabor a sangre en los labios.

- Eres una *****-dijo golpeándole de nuevo-se terminaron los juegos, ahora verás lo que vas a gritar conmigo.

De una forma rápida bajó hasta la cintura y sin previo aviso rompió la ropa interior, las lágrimas descendían por sus mejillas como cascadas, por lo que venía ahora, esta vez ni Albert ni los chicos podrían salvarle a tiempo de que este desgraciado le violara.

Sin dilación alguna se posicionó entre las piernas y de una fuerte y dolorosa estocada le penetró, en respuesta gritó de dolor, nunca imaginó que su primera vez fuese así. Sus embestidas cada vez eran más fuertes y de mayor velocidad, el dolor que sentía cada vez que entraba y salía de ella era inmenso.

- Por favor para me haces daño-dijo llorando con pequeños alaridos de dolor-

- Ni se te ocurra abrir la boca-dijo apretando la navaja en su cara mientras seguía bombardeando su sexo sin ningún cuidado-

Ya no hacía esfuerzo alguno por ocultar las lágrimas, ya apenas veía nada, parecía que la droga estaba cumpliendo su cometido, de pronto notó otra vez como salía de su interior y gracias a Dios le dejó en paz, lo único que se escuchó antes de caer dormida fue.

- Nunca olvidaré esta experiencia preciosa, vuelvo en un rato-dijo besando los doloridos labios-

 Inconscientemente solo recordaba cada uno de sus movimientos encima de ella, como ese cabrón entraba y salía de su cuerpo sin reparo alguno, como se daba placer, sin siquiera pensar en nada más, unos minutos después o quizás horas la puerta volvió a abrirse y escuchó como ropa caía al suelo.

"Es que no había tenido suficiente, ¿venía a por más?"-pensó aterrada, su cuerpo empezó a temblar y entonces escuchó su voz-

- Hola preciosa, me ha dicho un pajarito que has disfrutado mucho montándotelo con Eric y vengo a probar si es cierto-dijo acariciando su sexo, eso le erizó la piel y llenó su cuerpo de grandes escalofríos-

- No por favor-dijo con un hilo de voz, pero era demasiado tarde Gabriel al igual que tiempo atrás hizo Eric le penetró de forma rápida y sin compasión-

- Vamos grita mi nombre preciosa-gemía aumentando la velocidad en la que entraba y salía de ella-

- Por favor para-volvió  a decir entre lágrimas-

Pero él no fue el peor, después de terminar Gabriel de disfrutar de un placer no correspondido, llegó Richard él fue el peor creo de los tres, primero le violó de la forma que a él le dio la gana y luego para disfrutar más aún le hizo un corte en la mejilla con la navaja que había dejado sobre la pequeña mesita, no sé cuantas veces más le violó, pero de pronto paró, pasaron horas hasta que la puerta se abrió otra vez, pero esta vez otra vez entró Eric.

- Vaya parece que Richard ha disfrutado mucho esta noche-dijo bastante tomado-incluso has disfrutado ¿verdad?

Lisa  no contestó, hacía rato que había desconectado de este mundo, ya le daba igual lo que hiciesen con ella, prefería la muerte a que alguno de ellos tres le volviese a tocar. Eric siguió hablando.

- Bueno Lisa llegó el momento de despedirte, ¿tienes algo que decir antes de que te inyecte esta potente droga y te dispare?-dijo riéndose-

"Qué pensaba drogarme otra vez y luego matarme, eso me asustó más aun"-pensó-

Abrió los ojos y vio como ponía cerca de la cama la pistola, Eric cogió algo de su bolsillo trasero y con unos pequeños golpecitos le mostró la jeringuilla, si pensaba que iba a ser fácil iba listo.

- Ah para Eric me haces daño-se quejó cuando apretó uno de sus pechos con los dientes y después le inyectó la droga en el muslo, antes de que terminase consiguió tirarle la jeringuilla, notaba como su cuerpo empezaba a temblar y a ver borroso, Eric volvió a levantarse eh intentó coger otra vez la jeringuilla para terminar su trabajo, las manos le sangraban, pero por nada del mundo se iba a dejar matar, con un impulso cogió la pistola de la cama, que más que una cama, era un colchón en el suelo y sin darle tiempo a nada disparó, no sé si le dio o no, solo cerró los ojos que le pesaban cien toneladas-


Después de eso se escuchó como la gente de esa casa corría de un sitio a otro y como alguien corría por el pasillo, dirección a la habitación, ya a penas se mantenía consciente, notaba como cada vez le costaba respirar más y eso le dolía, no sabía que pasaba a su alrededor, ya no.

Después de estar un rato vagando por la oscuridad noté como el colchón se hundía a su lado y entonces los escuchó.

-Lisa-dijo Stefan con la voz estrangulada-

Segundos después sus manos y pies se liberaron de su agarre, y algo frío cubrió su cuerpo, ya no oía nada y los ojos le pesaban demasiado para mantenerlos abiertos. Escuchaba como su corazón cada vez iba más lento y eso significaba que su fin estaba cerca, ya no volvería a ver a sus hermanos, ni  amigos, y menos aún vería a Diego, Dios mío sería tan duro para ellos, pero sobre todo para Diego, qué sería de él si Luka no saliese de esta, eso le estremeció, él no se merecía tanto sufrimiento.

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