Vuelta a casa
Melisa POV
Dos
días después de despertar los médicos decidieron darme el alta y eso me alegró
ya que estaba deseando de volver a casa, desde el día que discutimos Samuel no
volvió a visitarme al hospital y eso la verdad me dolió.
John
me fue a recoger al hospital y después fuimos a desayunar a una cafetería cercana,
ya que solo eran las nueve de la mañana.
-John,
¿cómo está Sam?
-Melisa,
yo sé que lo que te dijo en el hospital te dolió y sé también que estuvo mal,
pero creo que por lo que más se cabreó al igual que yo, es que no nos dijeses
nada cuando podríamos haberte ayudado buscando nosotros también un trabajo.
-John
siento habéroslo ocultado pero como la mayor que soy, yo soy la que tiene que
hacerse cargo de esto, además no pienso dejar que vosotros dos descuidéis los
estudios para meter dinero en casa-dije tomando un sorbo de café-
-Melisa
soy mayor de edad y puedo compaginar los estudios con un trabajo por horas,
como en el taller de nuestro barrio
-John…-me
quejé pero él me cortó-
-John
nada, Melisa hablaré con el dueño y le diré que me deje trabajar con él unas
cuantas horas a la semana y por supuesto los fines de semana completos.
-John
sé que no te voy a convencer pero si decides trabajar, los fines de semana los
dejas libres para salir a divertirte con tus amigos y no se hable más-dije
antes de que protestara-
-Vale,
como quieras y ahora volvamos a casa Samuel estará despierto y querrá verte.
-Claro
vamos.
En
cinco minutos llegamos al piso y como dijo John, Samuel ya estaba despierto.
-Lo
siento, perdóname Mel de verdad no te quería decir eso, por favor perdóname-dijo
Samuel abalanzándose sobre mí mientras lloraba-
-Sam
por favor no llores, quien lo siente soy yo no debí pegarte no soy quien para
hacerlo-dije acariciándole la mejilla-
-Sí
puedes pegarme tu para mí eres como mamá.
-Eso
no lo digas nunca más, me has oído nunca seré mamá, mamá está muerta.
-Yo,
no digo que seas mamá porque nunca lo serás, pero tú eres la que cuida de
nosotros y te siento como mi segunda madre-dijo disculpándose-
-Lo
siento, siento haberte gritado, es solo que nunca podre ser como ella, chicos
ya os han dado las vacaciones de verano y había pensado en irnos unos días por
ahí fuera.
-¿De
verdad?
-Si
queréis claro.
-Por
mí no hay problema hermanita.
-Bien
pues pensar el sitio donde queréis ir y luego me decís.
-Claro,
ahora hermanita siéntate en el sillón y descansa, yo me encargo de la comida.
-Tú-dijimos
Samuel y yo a la vez-si claro.
-He
que las pizzas de tele pizza están geniales-dijo y los tres empezamos a reír en
carcajadas.
-Vale,
mientras esperamos a que lleguen, voy a bajar al videoclub, y hacemos tarde de
cine.
-Buena
idea
-Ahora
vuelvo.
-Entonces
hermanita, ¿me perdonas?
-Claro
que sí enano-dije revolviéndole el pelo-
Dos
minutos después de irse John llamaron a la puerta y eso era raro, ya que el videoclub
estaba a quince minutos.
-John
¿qué pasa se te han olvidado las llaves?-dije mientras abría la puerta-
En
ese momento un chico y una chica me empujaron y entraron a la casa.
-¿Qué
queréis?-dije levantándome del suelo-
-Por
tu culpa nuestro amigo Jason está en la cárcel y tu amiguita Anne nos debe
dinero y nos dijo que tú lo pagarías-
-Qué,
estáis locos si pensáis que os voy a dar algo de dinero-dije
enfrentándome
al chico de piel tostada-
-Mira
niña o nos das el dinero o tu hermanito muere, me oyes-me amenazo la pelirroja-
-Ni
se te ocurra tocar a mi hermano-dije acercándome a ella-
-No
te tengo miedo niñita-dijo mientras me cogía del pelo-
Gracias
a las clases de defensa personal, me la quite de encima pero el hombre y ella
se pusieron de acuerdo para atacarme, yo estaba acostumbrada a defenderme de
varias personas, pero con el brazo en ese estado no.
-Dejad
a mi hermana en paz-dijo Samuel, mientras le tiraba cosas a esos dos-
-Sam
llama a la policía rápido-dije mientras seguía quitándome de encima a la dichosa
pelirroja-
En
ese momento llego John, me despisté y la pelirroja me golpeo.
-Tú
ni se te ocurra tocar de nuevo a mi hermana, Melisa detrás.
Me
di la vuelta a tiempo para esquivar el golpe del chico y darle una patada en sus
partes nobles.
-Z***a-dijo
dándome una cachetada-
Iba
a darle otro golpe, cuando la policía llego, los detuvo y se los llevaron.
-Sé
dónde vives z***a y tengo gente que puede terminar con tu vida y la de tus
hermanos, así que mira tú espalda-me amenazó saliendo por la puerta-
-Chicos
gracias por avisar y será mejor que os marchéis de aquí, los contrabandistas
conocen gente y no es de extrañar que sepan donde vivís-nos dijo el policía-
-Gracias
agente-dije mientras John me ayudaba a levantarme-
-¿Estás
bien?
-Sí
-Te
ha partido el labio, y ¿dónde vamos ahora?-dijo-
-No
lo sé chicos, pero mañana como muy tarde nos vamos de aquí, asique preparar
vuestras cosas.
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