Hola

BIENVENIDOS A TOD@S A ESTE BLOG, ESPERO QUE DISFRUTÉIS LEYENDO LAS ADAPTACIONES DE CRÓNICAS VAMPÍRICAS.

COMO SABÉIS LOS PERSONAJES NO ME PERTENECEN Y LAS HISTORIAS QUE ADAPTARÉ TENDRÁN EL NOMBRE DE LA AUTORA AL FINAL DE CADA HISTORIA


GRACIAS

07 agosto 2012

Regalo o Castigo Capitulo 05


Próximo Destino
Melisa POV
Nos montamos en el taxi y seguimos el coche de Héctor, en cinco minutos habíamos salido del centro de la zona residencial de Los Ángeles, para entrar a la parte de la ciudad donde vivían las personas más ricas del país y del extranjero, mirara donde mirara todo lo que nos rodeaba eran grandes mansiones, con amplios césped, enormes piscinas y lujosos coches.

Dos minutos de entrar a ese barrio Héctor se detuvo delante de una enorme mansión blanca, con grandes jardines y una gran pista de tenis, además de un lugar preparado en invierno para patinar, al lado de la puerta había un letrerito que ponía “Familia Waldorf”.


-Guau, ¿aquí es donde vivíamos?-preguntaron, mientras yo pagaba el taxi-

-Sí aunque, no la recuerdo tan imponente.

-Jolín, aquí tuvimos que armar unas movidas grandes, cuando éramos pequeños.

-No, yo me encargaba de que no hicierais nada de eso-dijo una mujer mayor, acercándose a nosotros-

-¿Nana?

-Sí mi niña, soy tu nana-dijo abriéndome los brazos-

-Oh como te he extrañado.

-Yo también os he echado de menos mi niña, te pareces tanto a tu madre.

-Eso me han comentado.

-Bueno chicos pasad y os enseño vuestra casa y a tu vieja amiga Melisa.

-¿Mi vieja amiga?
-Sí, la perrita que te regalaron tus padres, días antes de iros a esas dichosas vacaciones.

-¿Y dónde está?

-¿Te acuerdas de su nombre?

-Sí

-Pues llámala, seguro que te reconoce.

-!!Luna¡¡-grite-

Nada más gritar su nombre una preciosa Huskie siberiana, blanca con una mancha en forma de luna en su oreja derecha, corría hacia mí. Cuando llegó a mi lado me puse de rodillas y la acaricie, mientras observaba sus preciosos ojos azules.

-Hola preciosa, cuánto tiempo sin verte.

-¿Esa perra es tuya?

-No, es nuestra y se vendrá con nosotros.

-Bueno muchachos entrar que os enseñe la casa.

-Esto, id vosotros, yo voy a dar una vuelta por aquí.

-Vale.

Empecé a andar por el camino de arena que había por el césped, mientras Luna me seguía rodeé la casa y empecé a recordar momentos felices de mi infancia con mis padres.

“Flash Back”

Año 1997, yo tenía 9 años, era verano y como todos los días John y yo, salíamos corriendo a la piscina con nuestro padre Charles, mientras que nuestra madre cuidaba de Samuel que por entonces tenía dos años, ese día celebramos el comienzo de nuestras vacaciones de verano, papá contrató payasos e invitó a nuestros vecinos y a sus hijos, que tenían nuestra edad.
 Ese día me lo pasé genial, tenía a mi mejor amiga Lucy a mi lado y siempre jugábamos a las princesas, salimos de mi habitación después de jugar un rato y fuimos con las coronas a la piscina, pero como siempre mi hermano John y su amigo Zack nos empujaron a la piscina, mi madre como siempre le regaño al igual que la madre de Zack y le obligaron a pedirnos perdón, nosotras enfadadas le dijimos que no le perdonábamos hasta que no hiciesen lo que
nosotras queríamos.

 Ellos a regañadientes aceptaron y como éramos muy malas, pues les hicimos vestirse de princesitas y hacer un desfile de moda,
iban hasta maquillados.

Zack y mi hermano se mosquearon mucho y se querían vengar pero no funcionó, el amigo de mi hermano tenía mi edad pero se comportaba como un niño pequeño, por eso se llevaba tan bien con John, cuando estaban los dos juntos, siempre me hacían rabiar pero mis venganzas y las de mi mejor amiga Lucy eran peores. Lucy era la hermana melliza de Zack y siempre inventábamos algo para fastidiar a nuestros hermanos. Pero esa felicidad se fue cuando después del verano Zack y Lucy junto a su hermano mayor, se marcharon de la ciudad.

“Fin Flash Back”


-Qué te pasa mi niña, ¿por qué lloras?

-Eh! Nada recuerdos-dije limpiándome las lágrimas-

-Les echas de menos ¿verdad?

-Todos los días y ahora más, nana ¿tú sabías que mi madre estaba embarazada de mellizos?

-Sí mi niña, tus padres estaban muy felices con la llegada de los mellizos y tu mamá estaba entusiasmada, porque decía que sería una niña y un niño.

-¿Cómo podía estar tan segura si solo estaba de tres meses cuando murió?

-Porque tu madre siempre ha acertado estas cosas, cuando se quedó embarazada de ti, ella sabía que ibas a ser una niña y lo mismo pasó con tus hermanos, era como un don para esas cosas,-incluso dijo que tú algún día le darías tres o cuatro nietos maravillosos aunque ella no los conociese.

-¿Cómo? ¿Ella sabía que iban a morir?

-No, pero ambos sabían que algo iba a cambiar en su vida y que tú te tendrías que hacer cargo de tus hermanos, por eso me dijo días antes, que quería llamar a su abogado para hacer cambios en su testamento para incluir a los mellizos.

-Pero si sabía algo así, ¿por qué los puso si ni siquiera llegaron a nacer?

-Ella quería que tú y tus hermanos se enterasen de que iban a tener unos hermanos, ya que temía que ese verano pasase algo, ella quería que tuvieses algo de ellos y por eso me entregó esto para ti-me dijo enseñándome el colgante favorito de mi madre con dos pequeños corazones que tenían grabados dos iniciales-

-¿Qué significan estas iniciales?

-Son las iniciales de los nombres de tus hermanos Esperanza e Isaac

-Gracias, por guardarlo tanto tiempo-dije dándole un beso-

-De nada y ahora según me han dicho tus hermanos os queréis marchar de Los Ángeles ¿no?

-Sí, nana ¿sabes a dónde nos íbamos de vacaciones, el año del accidente?

-Sí, os ibais a Washington tenéis allí una casa de campo, donde vivían tus antepasados si quieres saber cosas de tu familia ve allí y pregunta por Sara Clear, ella conocía a tus padres desde pequeña y también conoció a tu abuelo.

-¿Ella conocía a mi madre y a mi padre?

-Sí fueron compañeros en el instituto, tu padre era el padrino de su hija Trisa, ella es un año mayor que tú, siempre estabais juntas según me decía tu madre, y decíais que erais primas y hermanas.

-¿Valla ese pueblo se llama Coos Bay?

-Sí, pero eso ya te lo dijo Héctor

Yo asentí con la cabeza y me levante del césped.

-Entonces, iremos a Coos Bay.

-Espera, antes de que os valláis quiero darte este par de llaves son del coche de tu madre y este papel me lo dieron por el seguro de tu padre, en el cúal podéis elegir el coche que queráis.

-Gracias, nana me gustaría ver mi habitación y la de mis padres ¿puedo?

-Claro, esta es tu casa y no tienes que pedirme permiso para nada-me dijo mientras me guiaba dentro de la casa-

-Todo está como lo dejamos aquel día ¿verdad?-dije al pasar por el salón dónde estaban tirados unos peluches encima del enorme sofá-

-Sí, no quisimos tocar nada.

Subimos a la segunda planta y abrí la tercera puerta a la izquierda, que me conducía a mi enorme habitación.

La habitación era de color azul claro, llena de póster de cantantes y de países a dónde fui con mis padres de vacaciones, tenía un armario enorme con vestidor, un balcón con vistas a una playa
privada y a la piscina y junto al vestíbulo, un piano negro de cola, en el que mi madre me enseño a tocar.

Después de estar un rato en mi habitación, fui a la de mis padres y nada más entrar mis ojos se llenaron de lágrimas reviviendo aquel fatídico día dónde los perdí para siempre. El armario estaba abierto, las zapatillas de estar por casa de mis padres estaban junto a la cama, el bote de colonia favorito de mi madre estaba abierto como aquel día y sus pendientes favoritos estaban encima de su mesita de noche.

Miré a mi nana y ella se acercó a mí, la cual me había dejado sola todo este tiempo.

-Nana

-Dime mi niña.

-Quiero que todo esto lo sigan cuidando y limpiando y por favor, todas las cosas de valor de mis padres, me gustaría que me las dieses, es lo único que me queda de ellos, además de las viviendas y el dinero por ahora me llevaré los pendientes y el pilla-corbatas de mi padre. Cuando esté todo ¿me lo puedes enviar a la casa de campo de Coos Bay, como frágil y urgente? Por favor.

-Claro mi niña, te lo enviaré todo al igual que los coches y a Luna.

-Gracias nana.

Bajamos al piso de abajo dónde me esperaban intrigados mis hermanos y a la vez tristes.

-¿Bueno chicos nos vamos?

-¿Claro pero a dónde?

-Nos vamos a Coos Bay un pueblo de Washington, en la Península de Olympic.

-Qué bien.

-Melisa ¿nos podemos llevar estos peluches?-preguntaron mis hermanos-

-¿No sois ya bastante grandes para llevar peluches?

-Es para tenerlo de recuerdo huele a mamá.

-Claro, Héctor vemos ese coche y ya allí en Oregón compro el otro coche.
-Claro venid por aquí, a se me olvidaba vuestras cosas ya las he enviado al aeropuerto.

-Gracias Héctor.

-Bueno pues este es el coche de vuestra madre-dijo Héctor levantando la tela de un Ford color rojo de finales de los ochenta, edición lujo, muy bien conservado-

-Guau me encanta este coche chicos, ¿por favor me dejáis que me lo quede?

-Por mí no hay problema, pero mientras tanto lo conducimos John o yo hasta que puedas sacarte el carnet.

-Vale.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Post Relacionados

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...