Tempus (Julio (2012) y …..)
Después
de nuestro pequeño susto, volvimos a casa algo más relajados, nada más entrar
en casa llevé a Anthony que se había dormido a su habitación, y me dirigí al
cuarto de baño para darme un relajante baño, mientras buscaba mi ropa para
dormir dejé el grifo abierto y sales minerales y frutales en el agua. Cuando
volví la bañera ya estaba llena, asique corté el agua y poco a poco fui
quitándome la ropa, una vez desnuda entré con cuidado a la bañera y reposé la
cabeza en ella, cerré los ojos y volví a recordar la noche en la que Brian y yo
nos entregamos.
Sin mi cerebro procesarlo, mis manos empezaron a descender por mi cuerpo desde mi cuello hasta mis pechos, los cuales noté hinchados por la excitación, mientras una de mis manos pellizcaba mi pezón, la otra la bajé dirección a mi sexo y nada más rozarlo solté un pequeño gemido.
Sin mi cerebro procesarlo, mis manos empezaron a descender por mi cuerpo desde mi cuello hasta mis pechos, los cuales noté hinchados por la excitación, mientras una de mis manos pellizcaba mi pezón, la otra la bajé dirección a mi sexo y nada más rozarlo solté un pequeño gemido.
Acaricié
mi clítoris en círculos con mi pulgar mientras dos de mis dedos entraban y
salían de mi vagina, los espasmos y mis gemidos cada vez eran más grandes y
como siguiese así llegaría pronto al orgasmo, asique antes de llegar al clímax
saqué mis dedos de mi sexo y acaricié mis pechos otra vez, en ese mismo momento
unas manos rozaron mi cuello y me hicieron gemir, no abrí los ojos y seguí en
mi burbuja de placer, pronto esas manos bajaron a mis hombros y de ahí a mis
senos, pellizcó mis pezones en forma de círculos y después algo húmedo
sustituyó sus dedos, mi respiración estaba muy acelerada, mientras su boca
seguía dando placer a mis pechos, tomó mis manos y las llevó a su duro y
erguido sexo, entendí lo que quería y empecé a masturbarlo de forma lenta y
fuerte, haciéndolo gemir, acaricié sus testículos y un gemido abandonó su
garganta.
Sus
manos siguieron bajando por mis piernas y cogiendo primero una y luego la otra,
las puso sobre el borde de la bañera arrancándome un gran escalofrío, su boca
descendió de mis pechos a mi abdomen y segundos después su lengua rozó mí
hinchado sexo.
Ninguno
de los dos hablábamos solo nos dejábamos llevar, no quería abrir los ojos ya
que así se sentía increíblemente bien, lamió un par de veces más mi sexo y sin
esperarlo dos de sus largos dedos me penetraron haciéndome jadear y gemir, su
velocidad era tal que me estaba volviendo realmente loca, estaba a punto de
correrme cuando Brian sacó sus dedos de mi interior y me besó con urgencia,
contesté su beso sin pensarlo, metí las piernas de nuevo en el agua y eso me
hizo gemir otra vez, los besos de Brian cada vez eran más calientes sobre todo
cuando me lamió el cuello y mordió el lóbulo de mi oreja, sus manos tampoco se
estaban quietas , pasé mis brazos por su cuello y lo acerqué más a mi si era
posible, en ese mismo momento nuestros sexos se rozaron y nos hizo gemir, no
sin esfuerzo nos hice girar para quedar yo encima, besé con pasión su cuello su
mentón su pecho y moví mis caderas sobre su duro y gran pene erecto para
excitarlo más, su gemido en mi oído me hizo seguirlo, mientras el besaba, lamía
y mordía mis pechos, abrí mis ojos y miré hacia un taburete que estaba a mi
lado en él había una caja nueva de preservativos, la desenvolví, la abrí y cogí
uno, lo abrí tomé aire y con mi boca se lo puse, provocándole otro gran gemido,
seguí dándole placer con mi boca hasta que
me quedé sin aire, cuando salí a la superficie tomé aire y volví a
devorar su boca.
Brian
tomó mi cintura y me pegó más a él haciéndome gemir, otra vez levantó mi cuerpo
por mis glúteos y me penetró con fuerza. Un grito y gemido salieron de mi boca.
-Móntame
Claire-me susurró con voz ronca contra mi cuello-
Asentí
y empecé a moverme despacio sobre él, haciendo que con cada movimiento su pene
saliese por completo de mi interior y volviese a entrar por completo y mi
estrecha cavidad haciéndonos a los dos gemir de placer. Pronto Brian empezó a
mover sus caderas para que aumentase el ritmo, asique yo de forma algo más salvaje aumenté la
velocidad y la presión en la que bajaba al encuentro de su verga ya que cada
vez que bajaba sobre ella, el agua nos salpicaba y esa sensación era realmente
placentera, cuando estábamos a punto de corrernos o al menos yo, Brian se
levantó conmigo aún unida a él y contra la helada pared me volvió a embestir
cada vez más rápida, faltaba poco para llegar cuando con voz ronca y aguantando
ambos el orgasmo, me hizo ponerme a cuatro patas en la bañera para ahora
embestirme por detrás, esa sensación que sentí al notar sus testículos en mi
entrada hizo que dos embestidas más tarde me corriese.
Después
de este excitante y morboso encuentro nos lavamos el uno al otro y nos
terminamos de duchar sin decir nada, salimos juntos de la ducha y nos secamos
el uno al otro yo por mucho que quisiera no podía retirar mi mirada de la suya
y antes de siquiera pensarlo, estábamos los dos otra vez en su habitación
entregándonos con toda la pasión del mundo en su dormitorio.
A
la mañana siguiente cuando desperté, el sol ya estaba en lo alto y Brian se
había ido ya a la universidad, fui a la ducha y los recuerdos de esa noche
volvieron a mi mente haciéndome sonreír.
A
las doce o así Esme vendría a hacernos
una visita, fui a prepararle su biberón a Anthony cuando me di cuenta que la
solución se termino y fue en ese mismo momento cuando Esme llamó a la puerta.
Le comenté que tenía que bajar corriendo a la farmacia para poder darle de
comer a Anthony y me dejó ir ya que
estaba en frente del apartamento.
Nada
más salir por la puerta un escalofrío atravesó mi columna y me sentí observada,
miré a mi alrededor y nadie me miraba, asique crucé la calle deprisa y vi por
desgracia que esta estaba cerrada por vacaciones, bajé una cuadra más abajo y
entré en una pequeña farmacia, no había nadie asique no tardaron en atenderme,
pero algo extraño pasó ya que de pronto la persiana de la farmacia se cerró,
asustada me giré y vi a un chico alto de piel bronceada con un trapo en la mano
y una sonrisa que me puso los pelos de punta.
-¿Qué…pasa?-pregunté-
-No
te preocupes Claire no pasa nada ¿verdad Laurent?-dijo Tayler saliendo de una
habitación-
Su
sola presencia me dio escalofríos y temí por mi vida.
-Sabes
ha sido difícil pillarte sola, tu padre y ese otro chico me estaban empezando a
enfadar, por cierto no me gustó nada la despedida que tuviste anoche con Sullivan-dijo
abofeteándome-
-¿Que….quieres?-dije
andando hacia atrás-
-A
ti y a mi hijo-dijo acercándome a él-
-No
sé de que hablas, no estoy embarazada
-Oh
claro…eso…mmmm creo que tiene solución ¿verdad Laurent?
-Claro-contestó
este bajándose la cremallera de los pantalones y sacando su miembro de
él-disfrutarás de mi polla gatita-
Asustada
retrocedí chocando contra el mostrador, al mirar en él vi un cúter y sin que se
diese cuenta lo cogí, se acercó a mí me tomó de las manos rompió mi blusa y fue
entonces cuando asustada le hinqué el cúter en su piel, nada más hacerlo su
cuerpo cayó al suelo. Me giré y vi que este se lo había clavado en su cuello,
antes de empezar a gritar un pañuelo dio en mi boca y de pronto todo se volvió
negro.
No
sé cuanto pasó pero cuando abrí los ojos todo estaba oscuro, me dolía todo el
cuerpo y hacía mucho frío, la puerta se abrió dejando entrar algo de luz y
también a Tayler ante mí, se agachó a mi lado apretó mis pechos y luego golpeó
mi mejilla.
-Has
matado a mi mejor hombre-escupió con odio-
No
contesté.
-No
quieres hablar….como quieras…de todas formas gritaras que pare cuando te
vuelva a hacer mía y lleves en tu
vientre un hijo mío, ya que no pararé hasta entonces-dijo estirando de mi pelo-
Se
dio media vuelta y me volvió a encerrar, lloré como nunca por todo esto, pero
por otra parte estaba feliz porque mi pequeño estaba a salvo y ya me estarían
buscando por todas partes.
Y
como dijo así pasé días, meses o años, Tayler abusaba de mí hasta que se
cansaba, no utilizaba protección y eso me aterrorizaba, no quería tener un hijo
suyo…lo escuchaba hablar con gente en otro idioma y algo que tenía que ver con
la familia de Brian y esa información realmente me tenía nerviosa, ya que no
quería que le hiciesen daño.
Esa
noche decidí intentar sacarle información y lo conseguí ya que estaba lo
suficiente borracho como para hablar, pero no tanto como para no abusar de mí
otra vez más. Según él llevaba aquí dos semanas lo que según eso ya era finales
de Agosto y por lo visto no estábamos en Miami sino en Alaska por lo que mis
esperanzas de salir de allí eran mínimas.
El
tiempo se me hizo eterno, no salía de ese lugar, no recuerdo cuando fue la
última vez que vi la luz del sol y además llevaba un atraso en mi menstruación lo
suficientemente amplio como para estar embarazada de ese desgraciado, apenas
comía por si de verdad estaba embarazada, había bajado considerablemente de
peso y apenas dormía por el miedo a que él me volviese a tocar. Él dejó de
abusar de mí cuando hace ya un mes no me vino la regla asique ahora se
escuchaba a ese desgraciado gemir y golpear a otras mujeres que gritaban y
gemían con él, un día creí escuchar a Victoria…pero no sé si fue cierto o mi
imaginación.
Y
así llegamos a hoy día 13 de Noviembre, mi tripa por desgracia hace un mes
empezó a crecer y eso tiene muy orgulloso a Tayler, cada noche antes de tirarse
a alguna fulana, venía hablaba con mi estómago y después golpeaba mi cara como
recordatorio según él, cuando me enteré del embarazo fue cuando la ropa me
empezó a quedar más apretada aunque hubiese bajado de peso unas cuantas tallas,
lo raro era que se me notaba demasiado para estar de tres meses o así, ya que
parecía que estaba de casi cinco meses.
Él
contrató a un tipo para que me viniese a revisar el embarazo y hoy me hacía mi
segunda ecografía le pedí ayuda pero no me la dio, asique era inútil pedírsela
ahora.
El
único consuelo que tenía cada día era qué él no me tocaba, que Brian y Anthony
no estuviesen aquí y las imágenes de la última noche que pasé con Brian antes
de que todo esto pasara.
Realmente
extrañaba a mi familia y así extrañándolos
y recordando esa fantástica noche con Brian, pasaron otros meses más yo
ya estaba de siete meses y apenas me podía mover ya que no tenía fuerza en el
cuerpo, el tipo que contrató Tayler, me dijo que tenía las defensas bajas y el hierro
también y que si no comía, tanto el bebé como yo correríamos el riesgo de
morir. Algo que realmente me daba igual, la muerte seguro sería mil veces mejor
que este infierno, el doctor se lo dijo a Tayler y este encolerizó dándome una
enorme paliza que me dejó inconsciente cerca de una semana, cuando desperté
estaba en otra habitación con cables en mi brazo y ese tipo a mi lado.
-Al
fin despierta ya me estaba preocupando-dijo el hombre en voz baja-
-Váyase
al infierno-escupí-
-Claire
debes aguantar hasta el día del parto, en ese momento todo se arreglará
-Claro
yo estaré muerta y lo mismo pasará con este bastardo-dije con voz ácida-
-Exacto
pero solo para Tayler-dijo antes de que entrase Tayler-
-Vaya
cariño al fin despiertas, siento lo que te hice sí ¿me perdonas?-dijo metiendo
su lengua hasta el final de mi garganta haciéndome casi vomitar-
-No
me toques bastardo
-Me
alegro de que estés mejor porque no sabes cómo me pones con esa barriga, te voy
a follar de lo lindo cuando se marche él-dijo tocando mi sexo con sus sucias
manos-
El
tipo se marchó y rápido Tayler entró, cerró la habitación y con prisa arranco
mi ropa interior, sacó su miembro y me penetró de forma bruta, mientras gritaba
como le gustaba follarme así y ponía mis piernas en sus hombros para darse más
placer.
-¿Te
gusta verdad pequeña?-dijo aumentando la velocidad-
Me
costaba respirar por su forma bruta de tratarme y de pronto todo se volvió
negro.
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