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BIENVENIDOS A TOD@S A ESTE BLOG, ESPERO QUE DISFRUTÉIS LEYENDO LAS ADAPTACIONES DE CRÓNICAS VAMPÍRICAS.

COMO SABÉIS LOS PERSONAJES NO ME PERTENECEN Y LAS HISTORIAS QUE ADAPTARÉ TENDRÁN EL NOMBRE DE LA AUTORA AL FINAL DE CADA HISTORIA


GRACIAS

20 septiembre 2012

Vidas Secretas Capitulo 28


Tempus (Julio (2012) y …..)

Después de nuestro pequeño susto, volvimos a casa algo más relajados, nada más entrar en casa llevé a Anthony que se había dormido a su habitación, y me dirigí al cuarto de baño para darme un relajante baño, mientras buscaba mi ropa para dormir dejé el grifo abierto y sales minerales y frutales en el agua. Cuando volví la bañera ya estaba llena, asique corté el agua y poco a poco fui quitándome la ropa, una vez desnuda entré con cuidado a la bañera y reposé la cabeza en ella, cerré los ojos y volví a recordar la noche en la que Brian y yo nos entregamos.
Sin mi cerebro procesarlo, mis manos empezaron a descender por mi cuerpo desde mi cuello hasta mis pechos, los cuales noté hinchados por la excitación, mientras una de mis manos pellizcaba mi pezón, la otra la bajé dirección a mi sexo y nada más rozarlo solté un pequeño gemido.
Acaricié mi clítoris en círculos con mi pulgar mientras dos de mis dedos entraban y salían de mi vagina, los espasmos y mis gemidos cada vez eran más grandes y como siguiese así llegaría pronto al orgasmo, asique antes de llegar al clímax saqué mis dedos de mi sexo y acaricié mis pechos otra vez, en ese mismo momento unas manos rozaron mi cuello y me hicieron gemir, no abrí los ojos y seguí en mi burbuja de placer, pronto esas manos bajaron a mis hombros y de ahí a mis senos, pellizcó mis pezones en forma de círculos y después algo húmedo sustituyó sus dedos, mi respiración estaba muy acelerada, mientras su boca seguía dando placer a mis pechos, tomó mis manos y las llevó a su duro y erguido sexo, entendí lo que quería y empecé a masturbarlo de forma lenta y fuerte, haciéndolo gemir, acaricié sus testículos y un gemido abandonó su garganta.

Sus manos siguieron bajando por mis piernas y cogiendo primero una y luego la otra, las puso sobre el borde de la bañera arrancándome un gran escalofrío, su boca descendió de mis pechos a mi abdomen y segundos después su lengua rozó mí hinchado sexo.

Ninguno de los dos hablábamos solo nos dejábamos llevar, no quería abrir los ojos ya que así se sentía increíblemente bien, lamió un par de veces más mi sexo y sin esperarlo dos de sus largos dedos me penetraron haciéndome jadear y gemir, su velocidad era tal que me estaba volviendo realmente loca, estaba a punto de correrme cuando Brian sacó sus dedos de mi interior y me besó con urgencia, contesté su beso sin pensarlo, metí las piernas de nuevo en el agua y eso me hizo gemir otra vez, los besos de Brian cada vez eran más calientes sobre todo cuando me lamió el cuello y mordió el lóbulo de mi oreja, sus manos tampoco se estaban quietas , pasé mis brazos por su cuello y lo acerqué más a mi si era posible, en ese mismo momento nuestros sexos se rozaron y nos hizo gemir, no sin esfuerzo nos hice girar para quedar yo encima, besé con pasión su cuello su mentón su pecho y moví mis caderas sobre su duro y gran pene erecto para excitarlo más, su gemido en mi oído me hizo seguirlo, mientras el besaba, lamía y mordía mis pechos, abrí mis ojos y miré hacia un taburete que estaba a mi lado en él había una caja nueva de preservativos, la desenvolví, la abrí y cogí uno, lo abrí tomé aire y con mi boca se lo puse, provocándole otro gran gemido, seguí dándole placer con mi boca hasta que  me quedé sin aire, cuando salí a la superficie tomé aire y volví a devorar su boca.

Brian tomó mi cintura y me pegó más a él haciéndome gemir, otra vez levantó mi cuerpo por mis glúteos y me penetró con fuerza. Un grito y gemido salieron de mi boca.


-Móntame Claire-me susurró con voz ronca contra mi cuello-

Asentí y empecé a moverme despacio sobre él, haciendo que con cada movimiento su pene saliese por completo de mi interior y volviese a entrar por completo y mi estrecha cavidad haciéndonos a los dos gemir de placer. Pronto Brian empezó a mover sus caderas para que aumentase el ritmo, asique yo  de forma algo más salvaje aumenté la velocidad y la presión en la que bajaba al encuentro de su verga ya que cada vez que bajaba sobre ella, el agua nos salpicaba y esa sensación era realmente placentera, cuando estábamos a punto de corrernos o al menos yo, Brian se levantó conmigo aún unida a él y contra la helada pared me volvió a embestir cada vez más rápida, faltaba poco para llegar cuando con voz ronca y aguantando ambos el orgasmo, me hizo ponerme a cuatro patas en la bañera para ahora embestirme por detrás, esa sensación que sentí al notar sus testículos en mi entrada hizo que dos embestidas más tarde me corriese.

Después de este excitante y morboso encuentro nos lavamos el uno al otro y nos terminamos de duchar sin decir nada, salimos juntos de la ducha y nos secamos el uno al otro yo por mucho que quisiera no podía retirar mi mirada de la suya y antes de siquiera pensarlo, estábamos los dos otra vez en su habitación entregándonos con toda la pasión del mundo en su dormitorio.

A la mañana siguiente cuando desperté, el sol ya estaba en lo alto y Brian se había ido ya a la universidad, fui a la ducha y los recuerdos de esa noche volvieron a mi mente haciéndome sonreír.

A las doce o así  Esme vendría a hacernos una visita, fui a prepararle su biberón a Anthony cuando me di cuenta que la solución se termino y fue en ese mismo momento cuando Esme llamó a la puerta. Le comenté que tenía que bajar corriendo a la farmacia para poder darle de comer a Anthony y me dejó ir  ya que estaba en frente del apartamento.

Nada más salir por la puerta un escalofrío atravesó mi columna y me sentí observada, miré a mi alrededor y nadie me miraba, asique crucé la calle deprisa y vi por desgracia que esta estaba cerrada por vacaciones, bajé una cuadra más abajo y entré en una pequeña farmacia, no había nadie asique no tardaron en atenderme, pero algo extraño pasó ya que de pronto la persiana de la farmacia se cerró, asustada me giré y vi a un chico alto de piel bronceada con un trapo en la mano y una sonrisa que me puso los pelos de punta.

-¿Qué…pasa?-pregunté-

-No te preocupes Claire no pasa nada ¿verdad Laurent?-dijo Tayler saliendo de una habitación-

Su sola presencia me dio escalofríos y temí por mi vida.

-Sabes ha sido difícil pillarte sola, tu padre y ese otro chico me estaban empezando a enfadar, por cierto no me gustó nada la despedida que tuviste anoche con Sullivan-dijo abofeteándome-

-¿Que….quieres?-dije andando hacia atrás-

-A ti y a mi hijo-dijo acercándome a él-

-No sé de que hablas, no estoy embarazada

-Oh claro…eso…mmmm creo que tiene solución ¿verdad Laurent?

-Claro-contestó este bajándose la cremallera de los pantalones y sacando su miembro de él-disfrutarás de mi polla gatita-

Asustada retrocedí chocando contra el mostrador, al mirar en él vi un cúter y sin que se diese cuenta lo cogí, se acercó a mí me tomó de las manos rompió mi blusa y fue entonces cuando asustada le hinqué el cúter en su piel, nada más hacerlo su cuerpo cayó al suelo. Me giré y vi que este se lo había clavado en su cuello, antes de empezar a gritar un pañuelo dio en mi boca y de pronto todo se volvió negro.

No sé cuanto pasó pero cuando abrí los ojos todo estaba oscuro, me dolía todo el cuerpo y hacía mucho frío, la puerta se abrió dejando entrar algo de luz y también a Tayler ante mí, se agachó a mi lado apretó mis pechos y luego golpeó mi mejilla.

-Has matado a mi mejor hombre-escupió con odio-

No contesté.

-No quieres hablar….como quieras…de todas formas gritaras que pare cuando te vuelva  a hacer mía y lleves en tu vientre un hijo mío, ya que no pararé hasta entonces-dijo estirando de mi pelo-

Se dio media vuelta y me volvió a encerrar, lloré como nunca por todo esto, pero por otra parte estaba feliz porque mi pequeño estaba a salvo y ya me estarían buscando por todas partes.
Y como dijo así pasé días, meses o años, Tayler abusaba de mí hasta que se cansaba, no utilizaba protección y eso me aterrorizaba, no quería tener un hijo suyo…lo escuchaba hablar con gente en otro idioma y algo que tenía que ver con la familia de Brian y esa información realmente me tenía nerviosa, ya que no quería que le hiciesen daño.
Esa noche decidí intentar sacarle información y lo conseguí ya que estaba lo suficiente borracho como para hablar, pero no tanto como para no abusar de mí otra vez más. Según él llevaba aquí dos semanas lo que según eso ya era finales de Agosto y por lo visto no estábamos en Miami sino en Alaska por lo que mis esperanzas de salir de allí eran mínimas.
El tiempo se me hizo eterno, no salía de ese lugar, no recuerdo cuando fue la última vez que vi la luz del sol y además llevaba un atraso en mi menstruación lo suficientemente amplio como para estar embarazada de ese desgraciado, apenas comía por si de verdad estaba embarazada, había bajado considerablemente de peso y apenas dormía por el miedo a que él me volviese a tocar. Él dejó de abusar de mí cuando hace ya un mes no me vino la regla asique ahora se escuchaba a ese desgraciado gemir y golpear a otras mujeres que gritaban y gemían con él, un día creí escuchar a Victoria…pero no sé si fue cierto o mi imaginación.
Y así llegamos a hoy día 13 de Noviembre, mi tripa por desgracia hace un mes empezó a crecer y eso tiene muy orgulloso a Tayler, cada noche antes de tirarse a alguna fulana, venía hablaba con mi estómago y después golpeaba mi cara como recordatorio según él, cuando me enteré del embarazo fue cuando la ropa me empezó a quedar más apretada aunque hubiese bajado de peso unas cuantas tallas, lo raro era que se me notaba demasiado para estar de tres meses o así, ya que parecía que estaba de casi cinco meses.
Él contrató a un tipo para que me viniese a revisar el embarazo y hoy me hacía mi segunda ecografía le pedí ayuda pero no me la dio, asique era inútil pedírsela ahora.
El único consuelo que tenía cada día era qué él no me tocaba, que Brian y Anthony no estuviesen aquí y las imágenes de la última noche que pasé con Brian antes de que todo esto pasara.
Realmente extrañaba a mi familia y así extrañándolos  y recordando esa fantástica noche con Brian, pasaron otros meses más yo ya estaba de siete meses y apenas me podía mover ya que no tenía fuerza en el cuerpo, el tipo que contrató Tayler, me dijo que tenía las defensas bajas y el hierro también y que si no comía, tanto el bebé como yo correríamos el riesgo de morir. Algo que realmente me daba igual, la muerte seguro sería mil veces mejor que este infierno, el doctor se lo dijo a Tayler y este encolerizó dándome una enorme paliza que me dejó inconsciente cerca de una semana, cuando desperté estaba en otra habitación con cables en mi brazo y ese tipo a mi lado.
-Al fin despierta ya me estaba preocupando-dijo el hombre en voz baja-

-Váyase al infierno-escupí-

-Claire debes aguantar hasta el día del parto, en ese momento todo se arreglará

-Claro yo estaré muerta y lo mismo pasará con este bastardo-dije con voz ácida-

-Exacto pero solo para Tayler-dijo antes de que entrase Tayler-

-Vaya cariño al fin despiertas, siento lo que te hice sí ¿me perdonas?-dijo metiendo su lengua hasta el final de mi garganta haciéndome casi vomitar-

-No me toques bastardo

-Me alegro de que estés mejor porque no sabes cómo me pones con esa barriga, te voy a follar de lo lindo cuando se marche él-dijo tocando mi sexo con sus sucias manos-

El tipo se marchó y rápido Tayler entró, cerró la habitación y con prisa arranco mi ropa interior, sacó su miembro y me penetró de forma bruta, mientras gritaba como le gustaba follarme así y ponía mis piernas en sus hombros para darse más placer.

-¿Te gusta verdad pequeña?-dijo aumentando la velocidad-

Me costaba respirar por su forma bruta de tratarme y de pronto todo se volvió negro.

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