Regreso a Los Ángeles
Mel POV
Después
de que Calvin me llevara a casa, tome él teléfono y llamé a John para saber que
hacían, pero antes de coger el móvil, el teléfono de la casa empezó a sonar.
-Qué
raro nadie sabía el número de teléfono de aquí, ¿quién será?
Cogí
el teléfono y contesté.
-¿Diga?
-Melisa
Waldorf?
-Sí
soy yo.
-Llamo
del hospital de Los Ángeles, para decirle que tengo los resultados de las
pruebas que le hicimos hace dos meses y para decirle que la señora Jess, está
en la UCI.
-!!¡¡Nana!!¿Qué
ha pasado?
-Le
ha dado un ataque al corazón y el cáncer se ha extendido demasiado, no le queda
mucho tiempo y ella quería verte primero.
-Desde
¿cuándo es que tiene cáncer?
-Se
lo descubrimos hace cinco años, la operamos pero se volvió a reproducir hace un
año, ella se negó a operarse y se ha extendido, le damos dos o tres días más de
vida y ella dijo que quería verte.
-Claro
ahora mismo voy, gracias.
No
tenía tiempo de avisar a John de que volvía a Los Ángeles, cuando llegase al
hospital los llamaría.
-Hola,
me gustaría saber si hay billetes para el próximo vuelo hacia Los Ángeles
-Si
señorita hay una plaza para el próximo vuelo que sale en dos horas.
-Gracias,
compro ese billete en una hora estaré ahí-dije subiendo al coche-
No
me gustaba correr con el coche pero era necesario o no llegaría a tiempo.
En
un tiempo récord llegué al aeropuerto bajé del coche y corriendo fui a por mí
billete.
-Hola
soy Mel Waldorf acabo de apartar un billete para el próximo vuelo a Los
Ángeles.
-Claro,
aquí tiene, ¿trae equipaje?
-No
es un viaje de emergencia
-Bien,
pues buen viaje y espero que no sea nada grave.
-Gracias.
El
vuelo se me hizo eterno, era increíble lo largas que se hacían las horas cuando
estabas ansiando llegar a un sitio importante. Al fin el avión aterrizó, salí
corriendo del aeropuerto con la mala suerte de que me choqué con alguien.
-Lo
siento.
Llamé
un taxi y le dije que me llevase al hospital privado de Los Ángeles. En cinco
minutos llegué al hospital pagué al taxista y corriendo entré al hospital preguntando
por la habitación de Jess.
-Hola
disculpe podría decirme el número de la habitación de Jess, está en la UCI.
-Claro
tranquilícese, no tiene buena cara.
-No
se preocupe por mí, estoy bien-dije empezando a notar como el cuerpo me pesaba
cada vez más-
Me
senté en una silla y una enfermera alarmada se acercó a mí.
-Muchacha,
¿te encuentras bien?
-Sí
solo estoy un poco agotada por el viaje.
-Anda
toma esta tila, te hará bien.
-Gracias
-De
nada mi niña
-Señorita
Waldorf-dijo un doctor acercándose a mí-
-Sí-dije
levantándome tan rápido que me mareé-
-Cuidado-me
reprendió el doctor-sobre lo que te acaba de pasar tenemos que hablar.
-Ahora
no, ¿cómo está mi nana?
-Está
bien, acompáñame.
Entramos
en la UCI y paramos delante de una habitación y allí la vi, mi nana estaba
rodeada de tubos y máquinas su expresión era puro dolor y en apenas dos meses
es como si hubiese envejecido 10 años.
Poco
a poco fue abriendo los ojos y un intento de sonrisa apareció en su rostro.
-Nana-dije
empezando a llorar-¿por qué no me dijiste nada?
-Lo
siento mi niña, no quería preocuparte.
-Nana,
tú eres como una abuela para mí, ¿cómo no me voy a preocupar por ti?
-No
llores mi niña, no te hace bien ya ¿te ha dicho el doctor lo que tienes?
-Eso
no importa ahora nana, lo importante eres tú.
-Mi
niña, quiero estar a tu lado cuando el doctor te diga lo que tienes-me dijo, esto
estaba empezando a asustarme-nana me estás asustando ¿qué pasa?
-Melisa,
usted está enferma y tiene que empezar inmediatamente con la medicación o en
meses morirá.
-¿Qué?-dije
en estado de shock-¿de qué habla doctor?
-Melisa,
cuando usted nació sus padres le hicieron unas pruebas para saber si podía
heredar la enfermedad de su difunto abuelo.
-¿Y?
-Usted
Melisa, fue la única de sus tres hermanos que dio positivo tu cuerpo crea
células cancerígenas en tu médula.
-Es
decir que soy la que más probabilidades tengo de padecer leucemia, no.
-Así
es, por eso sus padres todos los años le hacían las pruebas todo estaba bien,
hasta que hace dos meses, recibimos tu historial desde un hospital público
dónde te ingresaron por un disparo ellos te sacaron sangre y como siempre nos
mandaron una muestra, hicimos las pruebas y llevamos dos meses intentado
localizarte.
-Quiere
decir que.... ¿tengo leucemia?
-Así
es, Melisa.
-Pero
según tengo entendido me pueden hacer un trasplante de médula de alguien de mi
familia, si mis hermanos...
-Melisa,
tus hermanos no son compatibles, por eso tu madre decidió venir aquí tiempo
antes de que os marchaseis de vacaciones, para hacerle la prueba a los mellizos,
ellos eran los únicos que dieron positivo en compatibilidad pero no llegaron a
nacer y no podemos hacerte un trasplante, lo siento.
Mientras
el doctor me hablaba y ponía al corriente de todo lo que tenía que hacer, yo me
encerré en mi misma, mientras las lágrimas descendían por mi cara me estaba
muriendo y no había solución alguna no había nadie compatible conmigo para un
trasplante, como pensé el día del accidente yo era la que tenía que haber
muerto ese día, no ellos.
Nana
me consolaba, cuando la que había ido allí para apoyarla era yo. No sé cuándo
me quedé dormida sobre la cama de mi nana, cuando desperté me asusté estaba
tumbada en una camilla
y
con una bolsa que me metía un líquido a mi cuerpo por intravenosa, además de
tener puesto unos cables para el oxígeno en la nariz.
-¿Qué
ha pasado? ¿Dónde estoy?
-Señorita
Waldorf, no se preocupe es solo la medicación que tendrá que tomar cada dos
meses para la leucemia.
-¿Cómo
está nana?-pregunté mientras bajaban de nuevo lágrimas por mis ojos-
-Está
estable
-Quiero
verla, estar con ella, por favor.
-Claro
ahora viene una enfermera y te lleva junto a ella.
Minutos
después una enfermera me llevo a la habitación de mi nana y me quedé con ella,
todo el día.
-Hola.
-Shhhh...No
hables nana.
-¿Cómo
estás mi niña?
-Muriéndomem,
lo siento
-¿Avisaste
a tus hermanos?
-No
con todo lo que ha pasado no he tenido tiempo
-Llámalos
y dile que estás aquí con tu vieja nana
-¿Cómo
lo haces?
-¿El
qué mi niña?
-¿Cómo
puedes sonreír a los demás cuando sabes que te mueres?
-Mi
niña, no es fácil serlo pero lo tienes que hacer por los que te rodean, para que
no se sientan mal y para que no te sientas rodeada por lástima.
-Yo
no puedo, con esto que tengo encima no puedo no tengo fuerzas de hacer nada,
preferiría dejarlo estar y cuando llegase la hora pues ha llegado.
-No
te rindas Melisa tus padres no lo querrían, además piensa en tus hermanos ellos
te necesitan tienes que ser fuerte por ellos.
-Voy
a llamarlos estarán preocupados-dije quitándome los tubos del oxígeno de la
nariz-
-!!Mel!!
¿Dónde estás?
Las
lágrimas volvieron a salir de mis ojos.
-Mel,
¿por qué estas llorando?
-Es
nana
-¿Qué
pasa con ella?
-Está
en la UCI, se está muriendo siento no haberos avisado.
Antes
de seguir hablando el doctor se acercó y me dio la noticia de que nana había
muerto, en ese momento me derrumbé y empecé a llorar con fuerza mientras el
doctor me quitaba el teléfono de las manos y contestaba por mí.
-Hola
soy el doctor Brown, su hermana no puede contestar Jess acaba de morir y está
muy nerviosa, luego os llama, si no se preocupe, todo está bien, adiós.
-Tranquila
todo está bien, toma esto me lo dio Jess antes de morir fue su última
voluntad-me dijo entregándome un papel-
-Gracias
dije con un hilo de voz.
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