Ellen POV
Otro par de meses han pasado ya, ya estábamos en
Junio y la verdad estaba deseando de volver a ver a Matt y a mi hermano, el
trabajo era increíble y los niños eran felices en este lugar, al cual ya se
habían acostumbrado.
Según me dijo Matt en su última llamada, vendría a hacernos
otra visita en un par de semanas. Nuestra relación iba muy bien, la pasión no
decaía y el cariño y amistad, cada día se hacía más fuerte, seguíamos sin
amarnos, pero con esto nos sobraba a los dos.
Dylan me llamó ayer y me dijo que cuando viniesen de
visita el próximo mes de Julio, le pediría a Phoebe matrimonio, noticia que me
alegró muchísimo. Aún hay veces que noto a mi hermano algo raro y distante
cuando hablamos, pero siempre me contestaba que no era nada, asique supuse,
tenía algo que ver con el estrés por el trabajo.
Ahora mismo estaba terminando de limpiar las cosas
del desayuno, ya que pronto llegaría Benjamin para ir juntos a comprar como
cada sábado. Drew y Alex se quedarían con los sobrinos de este, ya que se
habían hecho muy amigos.
Nada más colocar el último plato, Benjamin llamó a
la puerta, subimos a su coche y dejamos a los niños en casa de sus hermanas.
-Drew y Alex hacerle caso a Jasmin y a Fátima,
Benjamin y yo no tardaremos en volver para la fiesta-dije despidiéndome de
ellos-
- بخير يا أمي (Vale
mamá)-contestaron en árabe-
- وداعا، ياسمين، فاطمة (Adiós, Jasmin, Fátima)-dije cerrando
la puerta de la casa-
-¿Ya tienes todo listo, para la boda?-preguntó
Benjamin-
-Sí, espero que el vestido que he elegido esté
bien-contestó-
-¿Dónde lo has dejado?
-Está en el maletero-contesté-
-Voy a ver, el vestido está bien, pero la diadema no
te la pongas, ya que si no parecería que tú eres la novia en vez de mi
prima-contestó-
-¿Es un vestido de novia?-pregunté incrédula-
-No, pero si muy parecido-dijo riéndose- estoy
seguro que el lila y plata del vestido te sentarán geniales.
-Eso espero, nunca me he vestido así, tendré que
llevar pañuelo ¿verdad?
-Sí, no está bien visto por nuestra religión que una
mujer muestre más de su rostro sin estar casada, ya sabes como te tratan muchos
hombres por ser madre soltera…
-Sí lo sé, nunca me acostumbraré al machismo que hay
aquí-dije en confianza-
-Shhh, baja la voz, o te meterás en problemas. Para
los musulmanes lo más importante es la religión y después la familia, si
insultas alguna de esas dos cosas, podrían lapidarte, incluso algo peor y ni
siquiera la embajada americana podría hacer nada…
-Tienes razón lo siento.
-No pasa nada, solo que no hables de esto delante de
nadie que no sea yo.
Paramos por los puestos del mercado, y una vez
comprado todo lo que necesitaba, volvimos a casa en silencio, después fuimos a
casa de sus hermanas y comimos todos juntos. La boda empezó hace dos días
asique hoy la fiesta duraba todo el día, hoy por decirlo de alguna manera era
la verdadera boda, asique a las siete de la tarde fui a cambiarme de ropa,
después de ponerme el vestido, me puse el hijab en la cabeza y salí junto a mis
hijos. La casa estaba ya llena de la familia de los novios, la comida y bebida
llenaban las mesas, al igual que la música y los bailes tradicionales de este
país.
Durante toda la celebración, noté come los hombres
me miraban de forma extraña, sobre todo después de descubrir que tenía dos
hijos. Cuando menos lo esperé esos hombres empezaron a discutir en árabe de
forma acalorada y fue entonces que Benjamin, se acercó a ellos.
Minutos después, se acercó a mi lugar.
-¿Qué ha pasado?-pregunté intrigada-
-Se han dado cuenta de que tienes dos hijos y no hay
ninguna señal de que estés casada, y eso en nuestra religión no está bien
visto. Les he dicho que si tienes pareja pero que vive en América y que pronto
os casaréis.
-¿Qué? Benjamin, esto no puede ser, no soy de aquí y
aunque aquí no esté bien visto y menos en vuestra religión ser madre soltera,
yo no pertenezco a esta religión y por lo tanto no deben meterse en esos
asuntos-dije enfadada-
-Baja la voz, aquí las mujeres no pueden rebelarse
de esta manera, recuerda que ya no estás en América, además me han dicho que si
el padre de los niños no viene pronto a estar contigo….llamarán a las
autoridades y te castigarán…..
-¿Qué? Benjamín….
-Ellen, lo mejor es que llames a tu novio y que no
salgas de la casa, hasta que él esté aquí, ya que si se corre la voz…podría
pasar algo muy grave.
-No me lo puedo creer, voy a por los niños-dije
levantándome-
-Ellen…no dejarán que los niños salgan de aquí hasta
que venga su padre.
-No puede ser, si lo llego a saber, no hubiera
venido a esta boda, ¿por qué no me avisaste?
-No pensé que esto ocurriría, lo siento.
-Más lo siento yo, porque no pienso dejar aquí a mis
hijos.
-Ellen no hagas tonterías, llama a Matt y dile que
venga, si mañana está aquí seguro os dejarán en paz. Además, yo estaré con
ellos, al igual que mis hermanas, no les pasará nada.
-Vale, ¿dónde hay un teléfono?
-Yo te llevo, ve y despídete de los niños, ya les he
dicho que les has dejado que se queden aquí a dormir.
-Vale-susurré-
Después de despedirme dolorosamente de mis hijos,
seguí a Benjamin hacia mi casa y allí algo más tranquila, llamé a Matt.
-¿Diga?-preguntó con voz ronca-
-Matt….-dije llorando-
-¿Ellen, qué pasa? ¿por qué lloras?¿ha ocurrido
algo?-preguntó preocupado-
-Son Drew y Alex…
-¿Qué les pasó?
-Yo…me los han quitado, porque no estoy casada….no
me dejaran salir de esta casa hasta que el padre de los niños esté aquí y hasta
entonces tampoco podré estar con ellos-dije aumentando mi llanto-
-¿Qué? Joder…
-Matt, tienes que venir por favor…
-Pero Ellen, si nos hacen unas pruebas de ADN, se
darán cuenta que no soy su padre…
-No creo que aquí hagan esas cosas, solo necesitan
comprobar que tienen un padre y que…
-¿Qué, Ellen…?
-Tenemos que estar casados-dije en apenas un
susurro-
-Joder…está bien voy a comprar el siguiente billete
de avión hacia Egipto, llamaré a la embajada Americana de allí y les pediré los
papeles para casarnos por lo civil, después te llamo diciéndote la hora en la
que llego, me recoges y de allí vamos a casarnos a la embajada, ¿vale? ¿Ellen?
-De acuerdo, espero tu llamada…y por favor no le
digas nada a Dylan, no quiero que venga aquí y se meta en problemas…
-Tranquila hermosa, todo se va a solucionar.
Después de colgar con Matt intenté dormir, pero no
pude, a las dos de la mañana recibí un mensaje en el móvil con la hora de
llegada de Matt. El saber que pronto Matt estaría aquí, me tranquilizó, pero aun
así no podía dejar de dar vueltas por la casa, a las siete de la mañana me di
por vencida y me fui a preparar el desayuno. El vuelo llegaría sobre las diez,
asique aun tenía cerca de dos horas para vestirme e ir a por Matt.
Intenté relajarme dándome un baño, pero no tuve
éxito, decidí vestirme y salir al balcón para intentar tranquilizarme algo
mientras veía el río.
A las nueve Benjamin llegó a recogerme y de allí,
partimos dirección al aeropuerto.
El avión llegaba con retraso, así que tuvimos que
esperar media hora, los nervios los tenía a flor de piel, por lo que no dejaba
de dar vueltas de un lado a otro.
Y al fin a las diez y media el avión aterrizó,
pronto vi a Matt salir de la terminal con un bolso de mano, en ese momento
corrí hacia él y lo abracé.
-Gracias por venir-dije contra su cuello-
-Tranquila Ellen-dijo riéndose-
Me alejé de él, ya más tranquila y lo tomé de la
mano para ir dirección a Benjamin, que nos miraba con una amplia sonrisa.
-Bienvenido Matt
-Hola otra vez Benjamin-saludó Matt-
-¿Qué tal él viaje?
-Demasiado largo, terminemos con esto de una vez por
todas, ¿dónde está la Embajada?-dijo abrazándome-
-Yo os llevo-contestó Benjamin-
Una vez en la Embajada, entregamos nuestros
pasaportes, sacaron los papeles para celebrar la boda y quince minutos después,
firmamos los papeles que nos uniría ante todos como matrimonio.
-Bien pues eso es todo, ya estáis casados, vamos a
por vuestros hijos-contestó Benjamín de camino al coche-
-Nunca imaginé que mi boda sería en estas
circunstancias y de esta manera-dije riéndome-
-Bueno eso tiene solución, podemos casarnos por todo
lo alto en las próximas vacaciones de navidad-contestó Matt riéndose-
Lo miré sorprendida y él comenzó a reírse.
-Era broma ¿no?-contesté-
-No-dijo serio de repente-
Una vez subidos en el coche, fuimos a casa de Jasmin
y Fátima para recoger a los niños. Nada más aparcar el coche enfrente de esta,
Drew y Alex corrieron a nuestro encuentro.
-Mamá, mamá-dijeron abrazándome-
-Hola chicos, ¿os habéis divertido?
-Sí ha sido muy divertido dormir aquí, ¿podemos
hacerlo más veces?
-Claro, ¿no saludáis a Matt…vuestro padre?-contesté
con una sonrisa fingida, cuando vi a los hombres de la noche anterior mirándome
–
Drew y Alex extrañados, saludaron a Matt con un
abrazo y un beso como hacían siempre.
-Bien chicos, vamos a casa y me contáis lo que habéis
hecho en este tiempo-dijo Matt cogiéndolos en brazos-
-Genial-corearon los dos-
-Benjamin, ¿me dejas tu coche? Ya sé el camino de
vuelta a casa…
-Claro no hay problema, nos vemos….¿mañana?
-Ya te aviso yo Benjamin, y gracias-contesté dándole
un beso en la mejilla-
-De nada-dijo entrando en casa de su hermana-
Nada más subir al coche, Drew y Alex empezaron a
preguntar.
-Mamá… ¿Matt es nuestro papá?-preguntó con el ceño
fruncido Alex-
-Sí niños, Matt es ahora vuestro papá-dije nerviosa-
-¿Por qué? Antes no lo era-preguntó Drew-
-Lo sé niños, pero ahora las cosas han cambiado y él
es vuestro papá-contesté girando con cuidado hacia la izquierda-
-¿Entonces le podemos llamar papá?-preguntó Alex-
-Claro, que me podéis llamar papá-dijo Matt
mirándome a la vez que enlazaba sus dedos con los míos-
-Que guay tenemos papá-corearon los dos a la vez-
-Siempre habéis tenido un papá-dije-
-Sí, pero nunca lo hemos visto-contestó Drew-
-Entonces tenemos dos papás, uno que es Matt y otro
papá que no nos quiere-contestó Alex-
Ese comentario me hizo frenar de golpe el coche.
-¿Quién ha dicho eso?-contesté-
-Nadie mamá, pero si nunca nos llama, nos visita ni
nada es porque no nos quiere-razonó Drew-
-Pero eso…eso no es así-dije cerrando los ojos-
-¿Entonces, por qué no nos visita?
-Yo…yo…
-Chicos sois muy pequeños aún para saber eso, cuando
seáis más grandes, vuestra madre os contará sobre vuestro papá,
¿vale?-intervino Matt, para echarme una mano, ya que no sabía cómo decirles-
-Vale-dijeron encogiéndose de hombros-
Cuando llegamos a
casa, le di las gracias a Matt por salvarme de una conversación que sabía que
pronto tendría con ellos.
Mientras los chicos
jugaban en su habitación, Matt y yo nos sentamos en una silla en el balcón.
-Ellen creo que ha
llegado la hora de que les digas sobre su padre a Drew y a Alex, además ya es
momento de que él sepa de ellos.
-Lo sé, he pensado
que mejor vamos nosotros estas vacaciones a San Francisco, hablaré con Esme y Justin,
y les diré que me den el número de...Peter.
-Créeme Ellen, es lo
mejor que puedes hacer-dijo besándome-
-Eso espero Matt-dije
yo abrazándole-
A las dos comimos
todos juntos, y después mientras Drew y Alex descansaban, Matt y yo, decidimos
dedicarnos tiempo a solas.
-Sabes...he extrañado
esto-contesté abrazando el pecho desnudo de Matt-
-Yo también, además
creo que ya que nos hemos casado...podríamos llevar a los niños a casa de
Benjamin, y seguir con nuestra noche de bodas-dijo riéndose-
-Ya lo creo-contesté
riéndome, al notar su miembro temblar en mi interior otra vez-
- Te quiero-dijo
riéndose-
-Yo también Matt,
creo que estamos cerca de amarnos el uno al otro.
-Yo también lo
pienso.
A las seis ya
vestidos, llevamos sin problemas a los niños a casa de Benjamin, como habíamos
pensado, asique ya teníamos el resto del día para disfrutar por las calles de
Egipto, como cualquier pareja.
Cenamos en uno de
los lugares típicos de aquí y después volvimos a casa, para disfrutar de
nuestra noche de bodas.
Asique nada más
entrar en la casa, Matt me apretó contra la pared y me besó con intensidad, el
calor en mi cuerpo subió hasta límites insospechados, haciendo que tanto mi
ropa como la de Matt desapareciese de forma atropellada, dejándonos desnudos en
cuestión de segundos. Los besos y caricias empezaron de forma lenta hasta
llegar a velocidades realmente
desesperadas, cuando llegamos a la cama.
Una vez acostada en
la cama, separé las piernas, Matt se posicionó entre ellas y de una sola
embestida, se hundió en mi interior, haciendo que gloriosos gemidos se escapasen de nuestras
gargantas y aumentasen nuestro placer.
Primero nuestro
baile era lento, pero conforme el tiempo iba pasando nuestros movimientos y
besos eran más rápidos y fogosos, llevándonos en cuestión de minutos, al mayor
de los placeres.
Un par de horas
antes del amanecer, caímos en el mundo de los sueños, agotados, por la intensa
y maravillosa noche que pasamos.
A las once nos
despertamos felices, hambrientos y algo adoloridos, pero esa nimiedad, no nos
borraba la sonrisa de la cara. Después de tomar un fuerte desayuno, nos
duchamos juntos, nos vestimos y fuimos en busca de los niños.
Cuando llegamos a
casa de Jasmin y Fátima, los niños jugaban en el patio trasero, una vez
saludado a todos, fuimos a su encuentro.
-Hola chicos, ¿listos
para ir a dar un paseo?-preguntó Matt-
-Papá, mamá-gritaron
abrazándonos-
-Hola, mis niños hermosos-dije
besando sus cabezas- ¿vamos?
-Sí
Les dimos las
gracias por cuidar de ellos y de la mano subimos al coche que Matt había
alquilado.
-¿Os habéis
divertido?-pregunté-
-Sí, mamá...
-¿Qué
ocurre?-pregunté preocupada, ante su silencio-
-Es que Jonathan nos
ha dicho que su mamá le va a dar un hermanito y...-empezó Drew-
-Nosotros también
queremos uno-completó Alex-
-Eso, ahora sí
tenemos papá, asique.....queremos un hermanito-dijeron los dos a la vez-
-Tranquilos chicos,
estoy seguro de que tendréis un hermanito, ya que ahora que sabemos que queréis
uno, lo encargaremos, ¿verdad amor?-dijo Matt, mirándome por el retrovisor-
Yo no supe que
contestar, por lo que solo le sonreí
-Bien-gritaron
eufóricos los mellizos-
-Tranquilizaros, no
queremos que la policía nos pare ¿verdad?-les regañé-
-Si-contestaron
felices-
Una vez aparcamos el
coche, dimos todos juntos una vuelta, tomamos algo refrescante y volvimos a
casa para comer.
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