Alia
POV
Cinco años era el tiempo que había pasado, desde que
mi vida se derrumbó por completo. Es cierto que yo no tuve toda la culpa, pero
así me sentía y aunque no le deseo a nadie lo que yo pasé en Francia, lo
ocurrido me enseñó a ser mejor persona y a apreciar todo lo que tenía.
Aún recuerdo cuando unas semanas después de que me
diesen el alta en el hospital, empecé a sentirme mal, primero fueron simples
dolores de cabeza, luego llegaron los vómitos y por último mi peor pesadilla,
el resultado positivo en una prueba de embarazo.
Cuando fui al médico y me dijeron que la prueba
casera estaba en lo correcto, deseé morir, ya que no pensaba tener un hijo
fruto de una violación, pero esa decisión tampoco podía hacerla sin pensar en
un futuro.
Mis abuelos me dijeron que me apoyarían decidiese lo
que decidiese y eso se los agradecí en el alma, los médicos me dijeron que
tenía hasta los tres meses de gestación para decidir si seguir o no con el
embarazo.
Asi que esas semanas fueron muy importantes para mí,
mis abuelos sin avisarme le contaron a Peter lo ocurrido y dos días después
estaba conmigo en Francia.
Cuando lo vi después de casi un mes, me di cuenta
del calvario que tenía que estar sufriendo, estuvo conmigo desde ese día y
gracias a él y a mis abuelos, decidí seguir adelante con mi embarazo, ya que
según la última prueba que me hicieron en el segundo mes de gestación, esta
sería mi única posibilidad de ser madre, ya que el desgraciado que me dejó
embarazada, tenía una enfermedad venérea y me la transmitió a mí esa noche.
Ocho meses y medio después, vino al mundo mi hijo
Jeremy mi rayito de luz y esperanza en la vida. Jeremy nació sano y por suerte esa
enfermedad venérea, no la tenía gracias a un medicamento que tomé durante el
embarazo, y a que no le doy el pecho.
Cuando me dijeron que seguramente estaba infectada
por VIH y que mi bebé podía estar infectado, realmente creí morir, al final mi
bebé estaba limpio y por desgracia no podría tener más hijos ya que infectaría
a mi pareja también con esta enfermedad, a no ser que me tratase como con
Jeremy y fuese por inseminación artificial.
La verdad que si no era con Dylan no me gustaría
tener más hijos. Para poder pagar los gastos míos y de Jeremy, los días que no
tenía universidad trabajaba en un concesionario, Peter me ayudó mucho desde que
llegó y la verdad quería preguntarle por Ellen y Dylan, pero nunca me atreví a
preguntarle.
Los años pasaron y al quedarse Peter conmigo y
Jeremy, y mis abuelos morir, decidimos volver a San Francisco, ya que habíamos
terminado hacía un año nuestras carreras, yo como psicóloga y él como médico.
Cuando llegamos a la casa de Justin y Esme, escuchamos
que Ellen tenía dos hijos y que estaba con un tal Matt, el que supuse era el
padre de los niños, eso pensé hasta que vi una foto de los niños con Ellen en
casa de los Canterville, los niños eran iguales que Peter exceptuando algún que
otro rasgo de Dylan.
Para nuestro asombro, Dylan apareció después de
enterarnos de que Ellen y los niños se iban durante cinco años a Egipto,
discutimos sobre cómo empezó todo aquella fatídica noche, y al final para mi
mala suerte perdí la esperanza de recuperar a Dylan, ya que estaba con una tal Phoebe,
a la que decía pediría matrimonio en su visita a Egipto.
Después de cenar, Jeremy y yo nos fuimos a casa para
descansar de este caótico día.
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