¿Ella es Claire Evans?
Hoy al fin
volvería a ver a mi hermano y a Derek, y también conocería a la famosa hermana
de este Claire o Claire como decían que la llamase.
Mi vuelo
saldría de Londres a las cuatro de la mañana por lo que podría disfrutar esta
noche antes de irme a Punta Cana donde disfrutaría otro día hasta que llegaran
el resto.
Llamé a Jane
y quedamos a las diez en su casa, nos despediríamos como Dios manda.
Por cierto
mi nombre es Brian Sullivan y tengo 24 años, he estudiado música en Londres
desde los dieciséis y ahora he decidido volver a casa, por las noches trabajo
en un chiringuito y la verdad me pagan muy bien, y debido a eso puedo
permitirme unos cuantos caprichos como mi BMW descapotable negro, lo adoro
aunque en mi casa de Miami tengo mi preciado Volvo plateado.
Mientras
hacía hora para ir a casa de Jane, me duché, afeité y vestí con mi mejor ropa,
a las diez menos cuarto cogí las dos cajas de condones y salí dirección a la
casa de Jane. Aparqué el coche en su cochera y ya en el ascensor me puse el
primer preservativo de la noche, toqué a su puerta y como de costumbre esta
estaba abierta, entré y la encontré totalmente desnuda sobre el sofá abierta de
piernas y acariciándose con un plátano, esa imagen me encendió más de lo que
estaba.
-¿Qué
comparando?-dije de forma burlona-
-No,
preparándome para ti-dijo abriendo más sus piernas y pellizcando sus pezones-
-Métetelo-dije
sacando mi pene de mi ropa interior-
-¿Qué?-dijo
incrédula-
-Que te
metas el plátano-dije-
Jane hizo lo
que le pedí, primero le costó trabajo introducirlo, pero luego lo metió
completamente en su interior haciéndola gritar de placer y gemir, le dije que
aumentase el ritmo y así lo hizo, mientras ella hacía lo que le pedía, yo
tocaba mi duro miembro, hasta que ambos nos corrimos, antes de que lo sacase de
su interior la detuve y con mis dientes le saqué el plátano haciendo que todo
su sexo se empapase por su propio líquido.
Me tumbé sobre ella y besándola con
desesperación coloqué sus piernas en mis hombros y de forma ruda como a los dos
nos gustaba la penetré, nuestros gemidos y jadeos eran cada vez más altos y eso
me ponía a mil, le hice que se pusiese de rodillas en el borde del sillón y
echase su cuerpo hacia delante me coloqué detrás de ella y la volví a penetrar
ahora por su estrecho y mojado ano y con el plátano su abierto sexo, en tres
veloces embestidas más llegamos al orgasmo, cuando terminé me quité el condón y
me coloqué otro para ir ahora a la cocina donde lo haríamos otra vez, la subí en
la encimera y bajé mi cabeza hasta su sexo y allí lo lamí y mordí haciéndola
gemir cada vez más alto, introduje tres dedos en su interior mientras se lo
lamía y ella gritó de nuevo, después de poner mi miembro lo suficiente duro
otra vez la cogí de las caderas y la penetré sin dilación, nuestros gritos y
gemidos cada vez eran más altos y pronto cambiamos otra vez de postura ahora
ella de espaldas a mí y con las piernas abiertas con sus codos sobre la
encimera, mientras yo la embestía de forma rápida y profunda.
-Más fuerte Sullivan,
métemela más fuerte-me gritaba Jane-
- Así-dije
aumentando la velocidad-
-Oh Dios, sí
sigue, oh….ohhh…ahhhhhhh-dijo a la vez que llegaba al orgasmo-
Después de
esas veces se repitieron muchas más durante la noche, a las una de la mañana la
llamaron por teléfono y yo decidí seguir con mi noche, solo había gastado una
caja de condones.
Asique decidí llamar a Victoria, ella siempre estaba
disponible para mí y seguro tendría una amiguita con la que montarnos un trío.
-Hola Brian,
me necesitas esta noche verdad-dijo con voz sensual-
-Te
equivocas tú y tu amiga me necesitáis a mí esta noche-dije parado en el
semáforo-prepararos para mí, yo ya me la estoy poniendo dura-dije tocando mi
duro miembro-
-Oh Dios Brian,
dime que llevas puesto-dijo gimiendo-
-La camisa
blanca que tanto te gusta-dije apretando con mi mano más mi verga-
-Uhmmmm me
pone tan cachonda esa imagen-dijo dando un pequeño grito-
-¿Qué
haces?-pregunté excitado-
-Prepararnos
para ti, mmm eso es Jess más a dentro…ummmm más Jess oh…oh….si…
siiiiiii….me voy
a ir estoy tan mojada-dijo gritando-
-Jess está
ahí-dije aumentando la velocidad de mi mano-
-Si las dos
ya nos hemos corrido no tardes por Dios o tendrá que meterme otra vez ese
maldito pepino de lo excitada que estoy-dijo gimiendo-
-Dios dile a
Jess que te lo coma, me estoy tocando y estoy a punto de correrme-dije
apretando más mi duro miembro-
-Oh te lo
estás apretando-dijo Jess-pues imagina que es mi boca la que lo muerde, lo lame
y lo toca.
Esas simples
palabras hicieron que me corriese. Cuando llegué a la casa de las hermanas Granger
no tardamos en montarnos una buena juerga los tres, tuvimos sexo hasta las
tres, que fue cuando salí de su casa dejándolas a las dos dormidas, al salir
tiré las dos cajas de condones y conduje dirección al aeropuerto, nada más
subir en el avión y despegar caí rendido de tanto ejercicio.
Cerca de las
dos del medio día llegué a Punta Cana y vi a todas las chicas lindas del lugar,
la primera chica que vi bonita la metí en un cuarto que creo era de limpieza y
la hice mía, menos mal que había comprado tres cajetas más para estos dos días,
hasta que comprase en la tarde del miércoles, seguro para entonces no tendría,
ese día cayeron también una rubia, una morena y una pija consentida, a las tres
subí a mi habitación pero al ir un poco bebido me confundí y llamé a la de al
lado, donde pasé la noche con una diosa del sexo, gasté las dos cajas de
condones con ella nada más y a la mañana siguiente tenía que recoger a mi
hermano y mis amigos en el aeropuerto.
A las ocho o
así me fui a mi habitación para cambiarme, desayuné rápido y antes de salir
dirección al aeropuerto compré otra caja de preservativos por si acaso, y menos
mal porque en el aeropuerto me encontré a una en el baño que no pude evitar
tirármela allí mismo y con una espectadora y todo fue mejor aún, ya que, que
ella me mirase me excitó más y aumenté las embestidas como la z****ta me había
pedido, cuando terminé con ella pasé por el lado de la chica de pelo castaño y
le dije que si lo había disfrutado, sus ojos eran de un color marrón hermosos y
algo me decía que la volvería a ver.
Cuando miré
la hora, me di cuenta que seguro mi hermano y los demás se habían ido al hotel,
resignado volví y allí me encontré a otra chica, en el ascensor me la estaba
tirando al fondo, cuando este se abrió para que alguien entrase, me di cuenta
que me observaba y antes de correrme le dije que si se unía.
Cuando miré
en su dirección y salí de la chica, me di cuenta de que era la chica de ojos
marrones del aeropuerto y eso me excitó, la obligué a sentarse y la masturbé y
debido a eso me di cuenta de algo muy interesante, la chica era virgen y mi
reto iba a ser llevármela a la cama, seguro disfrutaría del sexo conmigo y tal
vez yo con ella.
Salí del
ascensor dejando a la chica aún abierta de piernas sentada en el ascensor, y en
vez de entrar en mi habitación entré en la de al lado, la chica ya me conocía y
nada más verme me tiró en la cama y empezamos otra vez a jugar, en estos dos
días ya había practicado varias veces las posturas del kamasutra.
A la hora de
comer me llamó Jared y bajé a comer con todos, ya que tenía interés por ver
cómo era la hermana de Derek y cuando la vi me di cuenta de que era la chica
del ascensor y eso me dio una idea, la chantajearía diciéndole que le contaría
lo ocurrido en el ascensor a su hermano si no se acostaba conmigo, pero nunca
imaginé que tuviese tanto carácter.
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