Regalo o Castigo Capitulo 64

Tiempo perdido

Zack POV

Habían pasado unos días desde que Rachel y Emer se marcharon de Luna de

Miel a Europa y el mismo tiempo desde que Mel y yo nos prometimos, Lucy

con la gran noticia no paraba de preguntarnos cosas sobre la boda, como los

colores, los invitados, el lugar y demás y lo peor de todo era que no nos dejaba

en paz ni un minuto, la boda decidimos celebrarla después de que Emer y

Rachel tuviesen a su pequeño, y para eso quedaban dos largos meses en los

cuales tendríamos que aguantar a la híper-activa hermana melliza embarazada

de un mes de Lucy dando órdenes a diestro y siniestro.

-Buenos días

-Buenos días

-¿Has dormido bien?

-Sí se podría decir que sí

-Chicos siento que Lucy no os deje en paz, pero está tan emocionada...

-Mamá no te preocupes lo entendemos pero también queremos que entendáis

que necesitamos nuestro tiempo a solas llevamos mucho tiempo separados y

todo esto nos está colapsando un poco.

-Lo entiendo se los haré saber a los demás, os parece si esta noche os vais por

ahí los dos solos y yo me encargo de los chicos.

-Mamá eso sería fantástico

-Pues listo, yo me encargo de todo, vosotros marcharos y disfrutar

-Gracias Esme

-Gracias mamá

De la mano subimos a nuestra habitación y cogimos algo de ropa para

cambiarnos ya que la noche la pasaríamos fuera. Mientras Mel se daba una

ducha rápida yo preparé todo, primero reservé una mesa en el restaurante en el

que cenamos la noche en la que le pedí que saliésemos el bar “Las Sirenas” y

luego reservé una habitación en un precioso hotel donde pasaríamos nuestra

gran noche y así recuperar el tiempo perdido seis años para ser exactos,

cuando terminé de preparar todo me cambié rápido de ropa y bajamos a

despedirnos de mi madre antes de que todos se despertasen, por la mañana ya

sabía a dónde iríamos primero iríamos a la playa, luego veríamos una película,

después iríamos a la casita de campo donde nos entregamos en cuerpo y alma

por primera vez y después sobre las siete iríamos al hotel para cambiarnos de

ropa y después salir a cenar a el restaurante y por último volver al hotel para

tomar nuestro gran postre que lo más seguro se adelantaría o se repetiría a lo

largo del día.

-¿Lista?

-Siempre

Arranqué el coche y fui dirección a la playa que había a un par de kilómetros

de casa.

-¿Me traes a la playa?

-Si quiero disfrutar contigo un bonito día de playa

La mayor parte del día la pasamos tomando el sol, besándonos y bañándonos

en la playa cerca de las una nos subimos al coche y fuimos dirección al

aeropuerto Mel se impresionó.

-Zack ¿a dónde vamos?

-Shh confía en mí por favor quiero que esto sea perfecto, además ¿quién dice

que vamos a entrar al aeropuerto?

-Si no vamos al aeropuerto ¿a dónde vamos?

-A un lugar muy especial para los dos

Pronto empezaron a divisarse los grandes árboles y Mel me miró incrédula

sabiendo a donde nos dirigíamos.

-Zack sabes ¿qué es este lugar?-preguntó tragando saliva y entonces lo entendí,

Mel ya no veía este lugar como algo nuestro, sino como el picadero donde su

madre y Phil pasaban sus noches de pasión-

-Lo siento no me acordé de...mejor nos vamos a otro sitio

-Espera, quiero saber si sigue como la dejamos, aquí fue donde concebimos a

Marie y a Anthony, lo demás no me importa ha pasado mucho tiempo y te

recuerdo que lo limpiamos -dijo con una sonrisa pícara mientras miraba la

mesa de la cocina-

-Demos una vuelta quiero recordar-dijo mordiendo mi cuello-

-Ahh...Zack-dijo Mel-

-Mmm

-Para por favor

-No puedo y tampoco quiero, te deseo tanto.

-Yo también te deseo Zack llevo seis años sin tener contacto físico con un

hombre

-Entonces no lo retrasemos más

-¿A dónde vamos?

-A disfrutar un reencuentro algo salvaje

Cuando creí que estábamos lo suficiente adentrados en el bosque apoyé a Mel

contra un árbol y empecé a besarla con urgencia mientras mis manos se

perdían en su cuerpo, primero saqué su molesta camiseta, mientras Mel movía

sus caderas haciendo que grandes jadeos saliesen de mi boca y mi amiguito

aumentaba de tamaño, después desaparecieron sus pantalones los cuales

desabroché con los dientes mientras Mel jadeaba por el roce de mis manos en

sus muslos, de forma rápida me quitó la camisa y los pantalones dejándome

solo en bóxer.

-Ya estamos en las mismas condiciones

Nos amamos como nunca después de seis años sin contacto físico, después de

ese gran reencuentro nos medió vestimos entramos a la casa nos duchamos y

nos cambiamos de ropa, para salir ahora sí dirección al aeropuerto que nos

llevaría a Oregón y daríamos otra vez rienda suelta a nuestra pasión, amor y

lujuria.

Cerca de las cinco de la tarde llegamos y de allí fuimos al hotel que nos daría

cobijo esa maravillosa noche, nada más llegar nos duchamos y en la ducha nos

volvimos a amar como en el bosque, nos pusimos ropa cómoda y nos

dormimos, cerca de las nueve nos levantamos ya descansados y listos para

otra maratón de amor y pasión, primero fuimos a cenar al bar “Las Sirenas”

cuando llegamos Mel se quedó impresionada ya que seguro pensaba que

habría olvidado nuestra promesa.

-¿Te has acordado?

-Claro, nunca lo olvidaría, te lo prometí recuerdas.

La cena fue tranquila y lo pasamos genial recordando nuestras primeras veces

en muchas cosas, después de cenar dimos una vuelta por el paseo marítimo y a

las once y media fuimos a ver una película de acción, cuando llegamos

compramos unos refrescos y nos sentamos en nuestros sitios, casi toda la

película estuvimos besándonos por lo que no nos enteramos de nada, cuando

esta terminó salimos cogidos de la mano y nos fuimos al hotel, esa noche

dimos rienda suelta a nuestro amor, ahora no era sexo ni necesidad, sino el

reencuentro de dos cuerpos que habían estado separados demasiado tiempo y

haciendo el amor se demostraban cuanto se habían extrañado y cuanto se

necesitaban, nos dormimos cerca de las tres de la mañana rendidos de tanto

ejercicio.

Por la mañana temprano me desperté y observé como Mel aun dormía sobre

mi pecho con su rostro bañado completamente de felicidad y con restos aun de

la sudor de esa noche en su cuerpo, había sido la noche más hermosa de mi

vida después del día que volvió a casa hace ya casi siete meses.

Poco a poco Mel empezó a abrir los ojos.

-Buenos días princesa

- Buenos días

- ¿Has dormido bien?

- No he dormido mejor en mi vida.

- Te amo y será mejor que nos duchemos y nos vistamos, tenemos que volver

a casa o Lucy nos matará.

- Claro, vamos al agua

-Zack solo ducharnos sino no llegaremos a tiempo al aeropuerto.

-Vale.

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