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BIENVENIDOS A TOD@S A ESTE BLOG, ESPERO QUE DISFRUTÉIS LEYENDO LAS ADAPTACIONES DE CRÓNICAS VAMPÍRICAS.

COMO SABÉIS LOS PERSONAJES NO ME PERTENECEN Y LAS HISTORIAS QUE ADAPTARÉ TENDRÁN EL NOMBRE DE LA AUTORA AL FINAL DE CADA HISTORIA


GRACIAS

23 noviembre 2012

Doble Traición Capitulo 25


Dylan POV
Estábamos en el hotel, Ellen seguía inconsciente en la habitación, Justin y Esme me habían acompañado preocupados por Ellen.
Mi hermana había vivido muchos sobresaltos por un día y su cuerpo no lo había resistido. Mientras Esme fue a ver a Ellen, Justin me preguntó cómo me iba todo.

-Dylan, ¿tu cómo estás?


-Bueno extraño mucho a mis padres, el primer mes después de su muerte fue muy duro para mí y tener a mí hermana embarazada lejos, no me ayudaba, entré en el equipo de fútbol de la universidad para tratar de quitar mi dolor de encima, pero fue y es realmente difícil. Lo único que me hacía feliz es hablar con mi hermana y saber de mis sobrinos, por eso hace unas semanas… me mudé aquí definitivamente, Ellen me necesita a su lado y yo quiero estar día a día el resto de su embarazo con ella.
Al rato salió Ellen acompañada de Esme.

-Me alegro de que te despertaras-dije sentándola en mis piernas, mientras acariciaba su graciosa tripa-

Mis sobrinos no dejaron de patear en toda la cena. Solo dejé de estar pendiente de ellos cuando Justin dijo de ponerles los apellidos de ellos.
-Drew y Alexander Canterville Sweeney, me gustan son muy originales.

Mi hermana se calló ante eso y yo no pude evitar apretar mis puños y contestar.

-Justin…los niños por ahora llevarán el apellido Sweeney nada más, cuando mi hermana decida contarle a vuestro hijo de su existencia, que él decida si quiere ponerle los apellidos.

-Dylan, los niños no tienen culpa de lo que pasó entre Peter y Ellen, además son mi familia y como tal deben llevar el apellido Canterville.

-Basta, yo soy su madre y cuando llegue el momento tomaré la decisión de si serán Canterville o no-contestó mi hermana de mal humor-

-Pero…-habló Esme-

-Mirad solo os llamé para que supieseis de su existencia, no para que vosotros decidáis por mí a lo que mis hijos se refiera. Aún no he decidido nada de si serán Canterville o Sweeney y así seguirá hasta que nazcan. Por otro lado entiendo que queráis formar parte de sus vidas porque son vuestros nietos, pero no os confundáis quien toma aquí las decisiones soy yo-contestó cabreada, mirando a Justin y Esme-

Esme y Justin se quedaron estupefactos por todo lo que había soltado mi hermana por la boca, yo solo pude reírme ya que sus hormonas volvían a controlarla y seguramente cuando se relajase se sentiría avergonzada.

-Yo… yo lo siento, no quería decir eso, perdonarme-contestó mi hermana tranquila, lo que me hizo soltar una gran carcajada-

-Jajajaja, me encantas hermanita-dije abrazándola-sus hormonas la ponen muchas veces de mal genio, os lo aseguro, muchas veces me ha tocado a mi sufrirlas.

-No tiene gracia Dylan-dijo mirándome con los ojos entrecerrados-

-Lo siento-dije conteniendo la risa-

-Tranquila Ellen, lo entendemos de todas formas, cuando me quedé embarazada de Peter también me jugaban malas pasadas las hormonas y como tú pensaba que yo era la que tomaba las decisiones sobre mi hijo, asique te entiendo, solo que… nos gustaría que llevase nuestro apellido, piénsalo tranquilamente y nosotros aceptaremos  tu decisión, aunque no nos agrade.

-Gracias Esme-contestó mi hermana-

Después de eso, los Canterville se fueron a su hotel y nosotros al fin nos fuimos a dormir. Los dos días siguientes hicimos turismo con ellos por Petersburg y el viernes se marcharon a San Francisco. Un día después nosotros volvimos a Juneau con Paige y Chaise.
Pronto el curso comenzó, Ellen seguía en casa estudiando a distancia y como si nada pasaron dos meses más.
Era 14 de Marzo, Paige y Chaise estaban fuera de la ciudad por el trabajo y las chicas estaban de viaje escolar y no volvían hasta la próxima semana. Ellen ya estaba de 33 semanas y cuatro días, y según el médico podía ponerse de parto en cualquier momento. Asique yo iba dirección a casa, ya que hoy había salido más tarde de la universidad, cuando llegué todo estaba a oscuras y no se oía nada, preocupado subí a la planta de arriba y busqué a Ellen.

-Ellen, ya estoy aquí ¿dónde estás?-dije entrando en su habitación-

-Dylan-gimió-

-Ellen-contesté preocupado, mientras corría hacia el baño-

-Dylan, ayúdame-dijo con lágrimas en los ojos-

-¿Qué te pasa?-dije acercándome a la bañera-

-Los bebés…-dijo apretando los dientes y cerrando los ojos-

-¿Ya?-dije asustado-

-Sí, a las dos me dolía mucho la espalda y sentía punzadas, llené la bañera de agua caliente para relajarme y cerca de las tres menos cuarto empezaron las contracciones, intenté salir de aquí, pero no puedo levantarme y el móvil está encima del bidé, y ahora mismo acabo de notar como si saliese algo-dijo llorando-

-¿Qué?, Ellen tócate, tal vez sea el bebé-dije asustado-

Asustada metió la mano en el agua y pegó un gritó, lo que me asustó.

-¿Qué pasa?

-Es la cabeza Dylan, ¿Qué hacemos?-dijo llorando-

-No lo sé, la ambulancia no llegará a tiempo…

-Justin…-susurró ante otra contracción-

Cogí su teléfono rápidamente y marqué a Justin, a los dos tonos lo cogió.

-¿Diga?

-Justin… es Ellen se ha puesto de parto, no sabemos qué hacer, la cabeza del primer bebé ya está saliendo y ella está en la bañera-dije de forma atropellada-

-¿Cómo…? Dylan tranquilo vale, no pasa nada si está en el agua, pero tienes que ayudar a tu hermana a traer al mundo a los niños, ve a por toallas limpias, unas tijeras, alcohol y un mechero, mientras pásame a tu hermana para tranquilizarla-dijo Justin-

Fui a por lo que me pidió Justin y mi hermana puso el móvil en manos libres.

-Dylan ya está aquí…-susurró mi hermana con otra contracción-

-Bien, Dylan quiero que entres con ella al agua y hagas lo que te diga, ¿entendido?

-Sí-dije tragando saliva-

Me quité los pantalones y la camisa para después ponerme delante de mi hermana.

-Ya estoy-dije-

-Bien, quiero que cojas la cabeza del bebé con cuidado, sin hacer fuerza y tú Ellen quiero que empujes con todas tus fuerzas en la próxima contracción.

-Vale-contestamos los dos a la vez-

En la siguiente contracción mi hermana empujó con todas sus fuerzas y noté como la cabeza salió por completo.

-Dylan, ¿salió la cabeza?-me preguntó-

-Sí -contesté-

-Bien Ellen, lo peor ya ha pasado, en la siguiente contracción, vuelve a empujar con todas tus fuerzas.

Ellen empujó y noté como el bebé salía más rápido.

-Justin, ¿cuánto tiempo puede el bebé estar bajo el agua?-pregunté preocupado-

-Tranquilo Dylan, los bebés han estado en el líquido amniótico asique no pasará nada-me tranquilizó-

-Justin ya están saliendo los hombros-avisé-

-Bien Dylan, agarra con tu otra mano sus hombros sin presionar.

-Ya está Justin-contesté-

-Bien chicos lo estáis haciendo estupendamente, Ellen este es el último esfuerzo, empuja con toda tu fuerza en la siguiente contracción, para que termine de salir el primer bebé-nos animó Justin –

Minutos después mi hermana tuvo otra contracción y el bebé salió por completo.

-Justin, ya ha salido-dije-

-Bien Dylan, ahora saca de forma rápida al bebé del agua, sin soltar su cabeza y cuerpo.

Hice lo que me dijo y en ese momento el bebé empezó a llorar.

-Menudos pulmones tienes enano-dije riéndome, mientras se lo daba a mi hermana-

-Bien hecho chicos, felicidades, pero no podemos relajarnos, Dylan quiero que cojas las tijeras, les eches alcohol y les prendas fuego, después quiero que cojas el cordón umbilical lo líes en la tijera dando dos vueltas, pongas una pinza de ropa mismo, y una vez hecho eso, cortes el cordón umbilical sin deshacer las vueltas.
Corrí a por dos pinzas, también cogí uno de los portabebés y volví junto a mi hermana para hacer lo que me dijo Justin. Una vez hecho, cogí con cuidado al bebé y lo limpié sin hacerle daño, para después liarlo en una toalla y ponerlo en el portabebés.

-Justin, ya he hecho todo lo que me has dicho, está durmiendo en el portabebés-dije entrando a la bañera una vez más-

-Bien llama a una ambulancia, para que estén allí cuando el segundo bebé esté fuera.

Llamé y me dijeron que en media hora estarían aquí, en ese momento Ellen empezó con las contracciones.

-Justin ya viene el otro-dije emocionado-
Seguí los mismos pasos que con mi primer sobrino, y diez minutos después ya estaba en los brazos de mi hermana.

-Bien hecho chicos, felicidades a los dos, ahora abrigarlos y esperar a que lleguen los médicos, ellos sabrán qué hacer. Esme y yo estaremos allí como mucho en un día, solo dame la dirección y cualquier problema llamarme.

-Gracias Justin y felicidades a ti también abuelo-dije riéndome-

A las cuatro y media la ambulancia llegó, miraron a los pequeños y después miraron a ver si mi hermana había expulsado las bolsas, le acerqué una toalla para cubrirla, se secó, se puso un camisón y la tumbaron en una camilla, para montarla en la ambulancia, el paramédico llevaba a un bebé mientras mi hermana llevaba al más rubito en su regazo.
Corrí a mi habitación me puse ropa limpia y subí en la ambulancia con ellos, por el camino avisé a Paige, Chaise y a las chicas. Cuando llegamos al hospital ingresaron a Ellen y chequearon a fondo a los bebés, a las cinco mi hermana estaba en planta.
Cuando entré a la habitación los tres descansaban en su cama y sus cunas, me acerqué a ver a los pequeños y fue entonces cuando pude asimilar todo lo ocurrido hoy, los niños estaban rojos y algo arrugados pero eran preciosos.
El primero que nació fue el de pelo más oscuro y el segundo el de pelo más rubio, estaba observándolos cuando una enfermera entró a la habitación.

-Hola buenas tardes ¿es usted familiar de la señorita Sweeney?

-Sí soy su hermano-dije en voz baja-

-Bien, ¿podría por favor rellenarme estos papeles? Los necesito para el registro

-Claro, cuando los tenga se los doy-contesté- ¿puedo hacerle una pregunta?

-¿Si?

-¿Cuánto han pesado?-pregunté-

-Pues a ver que lo mire

Se acercó a la cuna de los niños, levantó la mantita que cubría sus piernas y miró su pié.

-Este ha pesado 1,9kg y este otro 2,05kg-dijo la enfermera-

-¿Eso está bien?

-Sí aunque sean prematuros si pesan más de 1,8kg no hace falta meterlo en incubadora.

-Muchas gracias

-De nada muchacho-dijo saliendo de la habitación-

Me senté junto a mi hermana y sonreí, al fin parecía que las cosas empezaban a salirnos bien.

A las seis y media vino la pediatra para preguntarme la hora del nacimiento de los bebés para poder ponerlo en su historial.

-Pues si no recuerdo mal, a las cuatro y cinco nació el primero que es el de pelo más oscuro  y diez minutos después su hermano-contesté-

-Muy bien, en quince minutos más o menos vendrán a traerle la merienda y si quiere después de comer, dará la primera toma a los bebés. Por cierto tenemos que saber el nombre de los bebés….

-Vale, cuando se despierte ya se lo digo a mi hermana para rellenar los papeles-dije-

-Muy bien, ustedes mismos pueden ponerle en la identificación que tienen los bebés los datos, sino llamen con el botón y una enfermera lo hará.

-Muchas gracias doctora-contesté-

A las seis y media en punto, mi hermana despertó a la vez que una mujer entraba con su merienda.

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