Regalo o Castigo Capitulo 50

Un nuevo despertar

Mel POV

Estaba en el quinto mes de embarazo, cada día estaba más débil, pero por mis

hijos sacaba fuerzas para seguir adelante apenas podía hablar e incluso me

costaba respirar, lo único que me importaba era que mis pequeños estuvieran

bien solo eso.

Los días pasaban al igual que las semanas, en mi séptimo mes de embarazo

casi no noté lo que pasaba a mi alrededor ya que la mayor parte del tiempo

estaba inconsciente ya me costaba trabajo incluso recordar las imágenes de mi

infancia y de toda mi vida en realidad, notaba que venían a hacerme pruebas y

que me inyectaban algo en la tripa, otros días pasaron o eso creo ya que no

tenía noción del tiempo, me di cuenta de que no escuchaba nada y que no me

podía apenas mover además de que hacía tiempo que no podía hablar, cuando

me di cuenta de todo lo que me estaba pasando me empecé a desesperar todo

estaba oscuro a mi alrededor y al verme tan impotente el miedo empezó a

recorrer mi cuerpo mi corazón empezó a latir muy rápido tanto que creía que

se me saldría del pecho casi no podía respirar y eso me exasperaba y de pronto

se paró no oía nada mi corazón no latía.

No, mis pequeños la enfermedad había podido conmigo y los tres habíamos

muerto en el intento, ¿qué pasaría con mi familia ahora?, ¿sabrían de mi

muerte?

                

No dejaba de torturarme si estaba muerta ¿por qué todo estaba oscuro y no

podía ver nada solo oscuridad?, ¿acaso todo lo que los cristianos dicen de otra

vida y el cielo era mentira? Tras la muerte tal vez hay vida pero en un lugar

oscuro, tranquilo y solitario me levanté del suelo y vi un espejo me observé y

me asusté ya que mi abultada tripa no estaba, Dios me había castigado incluso

quitándome a mis hijos. Sola así es como iba a estar a partir de ahora.

No sé cuánto tiempo pasó mientras yo estaba en ese lugar oscuro, pero mi

corazón latía de nuevo desde hacía tiempo y no me había dado cuenta, lo ¿qué

quería decir que estaba viva?

Intenté abrir los ojos pero era inútil, me di cuenta de que volvía a oír a mi

alrededor y que algo me ayudaba a respirar, hacía bastante frío o por lo menos

yo lo sentía así, de vez en cuando notaba como algo pequeño se ponía junto a

mí, otras veces escuchaba como una mujer cantaba una preciosa nana.

Pasó un poco más de tiempo y me di cuenta de que los ojos no me pesaban

tanto y esta vez sí pude abrirlos, aunque debido a la luz los cerré de momento

escuché a mi alrededor muchas voces y como lloraban dos bebés, mis bebés,

estaban vivos una felicidad inundó mi cuerpo y al abrir los ojos otra vez

pregunté por ellos, aunque apenas se me escuchó.

En menos de cinco minutos tenía en mis brazos a mis hijos Anthony y Marie,

me dijeron que estuve cuatro meses en coma y hablando con ellos

descubrieron que no recordaba nada antes de la operación, ni a los Clayton

como ellos dijeron, ni a los Waldorf, ni a un tal Calvin. Algo me decía que era

importante que los recordase, pero otra parte de mí pensaba que si había

olvidado a esas personas era porque sufrí demasiado e incluso me hicieron

daño. Vittore me contó la que era mi historia antes de llegar a Italia y sobre

quienes eran esas personas que había olvidado. Por mi parte decidí y así se lo

hice saber a Alberto que no me obligasen a recordar que si mis recuerdos

volvían serían solos y que ahora lo único que me importaba era que mis hijos

estuviesen bien y yo empezar la carrera de medicina y continuar con la de

música.

Sí ahora después de todo lo que había pasado decidí seguir los pasos de mi

padre y con un gran esfuerzo y la ayuda de mi nueva familia, la primavera del

2011 empecé mi nueva carrera de medicina y empecé mi segundo año en

música, si todo salía bien este año, a finales de semestre me iría a Francia y

estudiaría los otros años de carrera allí para poder sacármelos si podía ser en

tres años y ayudar a mi familia en la clínica.

Y así pasó mi primer año de mi nueva vida junto a mi nueva familia y mis

hijos, en todo este tiempo lo único que he recordado ha sido que el padre de

mis hijos me engañó con otra, una tal Cloe si no recuerdo mal, mis pequeños

tenían cerca de un año y medio y al haber sacado en las carreras matrículas de

honor me ofrecieron adelantar los otros años de la carrera de medicina para

sacármela completamente en dos años en París y marcharme al año siguiente a

Londres para estudiar un máster en medicina específica.